Tras la polémica surgida el año pasado entre el Festival de Cannes y Netflix, el debate sobre el tiempo de espera entre las ventanas de distribución cinematográfica en el país vecino se intensificó todavía más. Hace escasos días, el Ministerio de Cultura del país vecino firmó un acuerdo para recortar estas ventanas. Cada una de las modalidades de consumo en televisión y dispositivos móviles (TVOD, SVOD, TV de Pago y TV en abierto) experimenta una reducción de tiempo.
«Este nuevo acuerdo hace posible mejorar el acceso público a las obras teniendo en cuenta los cambios en las expectativas y los usos, y en particular, garantiza a todos los espectadores un acceso permanente a las películas y acorta los plazos de disponibilidad de las películas en varios meses», declaró en un comunicado el Ministerio de Cultura en Francia.
Desde esta institución también resaltan que el nuevo texto «contribuye a la lucha contra la piratería al hacer que las obras estén disponibles más rápidamente». El nuevo texto que entra en vigor se prolongará hasta 2022.
El estreno de películas en salas de cine tiene una gran protección en Francia y así seguirá siendo a partir de ahora, a pesar de que se ha buscado acercar posturas con aquellos que quieren liberalizar la distribución.
Tras años de tiras y aflojas, el ministro de cultura en Francia, Franck Riester, anuncia un acuerdo al que ha llegado con el CNC (Centre National du Cinéma et de l’Image Animée) y con operadores de TV de pago para reducir las ventanas tras el estreno en pantalla grande.
En los últimos tiempos ha sido la industria del VOD la que ha cambiado las reglas del juego del consumo doméstico del audiovisual. El nuevo acuerdo reduce de 4 a 3 meses el tiempo para que estas plataformas puedan ofrecer contenidos en el formato de TVOD (vídeo bajo de demanda de pago).
En Francia hasta ahora había que esperar nada menos que 36 meses para que un estreno en cines pudiera estar disponibles en plataformas digitales en formato SVOD, es decir, dentro de los catálogos en los contratos de suscripción de estas compañías. El acuerdo permite reducirlo a 17 meses siempre que estas plataformas lleguen a acuerdos específicos con la industria, los cuales implican una serie de obligaciones. El texto también registra que hay una opción de reducir la ventana de 36 a 30 meses si la industria permite reducir el número de obligaciones.
Los canales de TV de pago ahora podrán emitir contenidos estrenados en salas tras 8 meses. Hasta ahora era entre 10 y 12 meses. Asimismo, para obras con menos de 100.000 entradas vendidas, se podrá pasar tras 6 meses.
Por último, la televisión en abierto podrá programar producciones tras 22 meses, en vez de los 28 meses estipulados hasta ahora. En el caso de trabajos con menos de 100.000 entradas, la ventana se fija en 20 meses.