Palabras de François Aymé, presidente de Cinéma Art et Essay (AFCAE), que cerró las jornadas organizadas por CINEARTE en San Sebastián, para hablar sobre la exhibición en Francia. Por Noelia Jiménez
Un país que, como bien sabemos, invierte una parte importante de sus presupuestos anuales en el apoyo a la Cultura, en general, y en concreto a la industria audiovisual (700 millones de euros, frente a los 40 de España están destinados a la misma, tal y como destacó Joxe Portela durante la rueda de prensa organizada por FAPAE) y, sin duda, el gran representante del cine europeo fuera de la Comunidad Económica.
Como presidente de AFCAE, desde Cineinforme y Cine&Tele Online hemos querido saber cuál es su opinión sobre la actual situación del cine en España. Una situación que, confesaba, no conocía mucho, pero a la cual se había podido acercar más, durante la jornada organizada por CINEARTE, de la que ha sido el encargado de clausurar, junto al organizador de la misma, Pedro Barbadillo.
“No la conozco tan bien como me gustaría, pero me ha parecido muy interesante la información que me han dado los exhibidores a lo largo de este encuentro. Merece mi total respeto y aplauso la agrupación de exhibidores de cine de ensayo y autor para poder aunar fuerzas, así como que quieran inspirarse en algunas ideas francesas para ello. Así como que estén intentando crear leyes eficaces para protegerlos. Esto es lo que luego podría derivar en ayudas públicas”.
Unas ayudas que, al contrario que en España “en Francia está bastante centralizado y llegan, básicamente, desde París”.
Por otro lado, aseguraba Aymé que “yo creo mucho en la solidaridad europea en el interior de la CICAE (Confederación Internacional de Cines de Arte y Ensayo), además, la asociación española también se está adhiriendo a la CICAE, por lo que hay una dinámica que aún tiene que crearse, pero nosotros seremos solidarios en la medida y medios que nos sean posibles”.
En lo que respecta a la diferencia de presupuestos para el cine en un país y en otro, él considera que “es la historia de Francia. Siempre ha habido una tradición en nuestro país de apoyar la Cultura y considero que tiene que ser Francia la que sirva de palanca para los otros países. Si funciona en Francia, por qué no podría hacerlo en España, Italia o Alemania, por ejemplo”.
También le parece indignante la diferencia de IVA entre el país vecino y el nuestro. “Piensa que es un 21% en España, frente al 5,5% en Francia. La diferencia es brutal. Este IVA para los productos culturales no siempre ha sido así, pero es cierto que, durante muchos años, se ha visto reducido de este modo para el cine, que antes se situaba en el 7% y se ha compensado con la subida en otros productos de primera necesidad, como la mantequilla o el pan. Es una elección ideológica, porque hay una tradición francesa de proteger el cine francés, pero también la literatura. En definitiva, de proteger la Cultura como patrimonio y en beneficio de todos”, concluye.
