Tal y como informamos, ayer comenzamos una serie de entrevistas con algunos de los ponentes que formaron parte de las mesas redondas del encuentro ‘Nuevas Conversaciones de cine español’, comenzando con Inés París. Hoy es Mabel Klimt, secretaria general de FAPAE, Confederación de productores audiovisuales españoles, la que nos aporta su punto de vista sobre ‘La financiación del cine en España’, debate en el que participó.
Comienza la secretaria general de FAPAE señalando que “la mesa a la que me tocó asistir fue una singular muestra de todas las realidades que se viven en el sector del cine. Desde los distintos protagonistas (un guionista, un productor -a la vez representante de la animación española- y una guionista auto-producida en este caso) hasta las distintas especialidades profesionales que el sector necesita (en la mesa, una especialista fiscal y, yo misma, en mi doble condición de especialista en derecho audiovisual y representante del sector)”.
En palabras de Mabel “también fue muestra de toda la gama de desafíos que el sector tiene por delante. Comparadas con las conversaciones de 1955, esta mesa constituyó una verdadera innovación, abordando un tema que siempre ha tenido la llave para que un contenido siquiera llegue a existir. Más ahora, si cabe…”
Durante el debate, Manuel Cristóbal, moderador de esta mesa redonda, preguntó a los intervinientes si creían que el fondo de la cinematografía debía o no estar vinculado a los presupuestos generales del Estado. La contestación de Klimt fue un rotundo no. “Y lo mantengo, no, no necesariamente. Es verdad que existe algún escollo jurídico que debiera salvarse, pero si existen mecanismos para que el sector se pueda autofinanciar (por ejemplo, un modelo al estilo de la tasa catalana)”.
“La cuestión, en todo caso, es que vinculado a los presupuesto o no, el fondo de la cinematografía (y el sistema de financiación en general, es decir, también en cuanto a los incentivos fiscales) debe partir de un pacto de Estado por la estabilidad. No es admisible que las normas cambien a golpe de cambio de legislatura, el cine no puede convertirse en un campo de batalla entre los distintos sectores políticos”.
Fuera ya del ámbito del encuentro de Salamanca, aprovechamos para comentar con Mabel Klimt su opinión sobre el cambio en el modelo de financiación, concretamente, si considera suficiente el texto aprobado, y publicado posteriormente en el BOE.
“No, no es suficiente. Sin entrar a considerar las bases legales o jurídicas que puedan motivar la reforma, contar con una dotación presupuestaria de 30 millones no puede ser suficiente. Cuando nos tocó participar en la negociación de este modelo con la Administración, siempre partimos de la premisa de que ‘administrar la pobreza’ (la escuálida dotación) era realmente un desafío. Pensar que la ley del cine de 2007 incluía en su memoria económica una dotación de unos 100 millones para estas fechas, da una idea clara de lo insuficiente del nuevo modelo.
“Pero habiendo sido derogado con rotundidad meridiana el modelo que ahora se abandona (recordamos que esto sucedió ya en abril de 2015, con la publicación del Real Decreto Ley 6/2015), la disquisición era si procedía bloquear toda negociación o intentar pensar en un modelo útil, aún sabiendo que el presupuesto sería insuficiente. Y se decidió esto segundo, como el mal menor, pues la alternativa hubiera sido dejar al sector sin sistema de ayudas públicas”.
“Pero aprobado este nuevo sistema”, añade, “esto no implica que no tengamos el firme compromiso de seguir trabajando para intentar conseguir una mayor dotación y un perfeccionamiento del sistema, de cara a la nueva legislatura”.
