El nuevo Gobierno tiene en su mano salvar o mandar definitivamente al desguace a nuestro buque insignia
La rocambolesca historia de Ciudad de la Luz (CDL) podría haber dado un nuevo y sorprendente giro el pasado viernes con la salida de Inglaterra de la Unión Europea. The Market Eye Team analiza esta situación.
Después de dos subastas declaradas desiertas, un cambio de gobierno regional, largas y complejas negociaciones del nuevo presidente de la Comunidad Valenciana con la Comisaria Europea de la Competencia de la UE, Ciudad de la Luz se ha quedado ahora incluso sin demandante.
Como todos ustedes han leído en los reportajes exclusivos de Cineinforme y Cine&Tele Online, únicos medios españoles del sector audiovisual que están informando del devenir de Ciudad de la Luz desde que se inició este proceso, todo empezó con una demanda interpuesta por los Estudios Pinewood de Londres contra Ciudad de la Luz por posible competencia desleal hace ahora más de ocho años. El Tribunal Europeo de la Competencia admitió a trámite la denuncia y, un par de años más tarde, sentenció que el gran complejo cinematográfico de Alicante, destinado a ser el buque insignia de nuestra industria audiovisual debía:
Primero, cesar su actividad para no lesionar los intereses de otro socio de la UE.
Segundo, ser vendido en pública subasta para que el pueblo valenciano y todos los ciudadanos españoles en general recuperásemos el dinero mal invertido por el ejecutivo regional en la construcción de CDL. Es decir, que los casi 400 millones de euros que salieron de las arcas del gobierno valenciano debían regresar al lugar de donde salieron.
Dicho y hecho: Ciudad de la Luz paralizó su actividad y el anterior gobierno valenciano publicó aceleradamente un pliego de condiciones para que CDL fuese subastada rápidamente, antes de las inmediatas elecciones al parlamento regional. En un gobierno que ha pasado a la historia como uno de los más corruptos desde la llegada de la democracia, este pliego de condiciones estaba redactado de forma chapucera, con importantes errores jurídicos incluidos. Pero no debía importar: Ciudad de la Luz iba a ser objeto de otro chanchullo entre amiguetes y nadie se enteraría de nada.
El proceso se dilató en el tiempo algo más de lo previsto, llegaron las elecciones y el partido que gobernaba en la Comunidad Valenciana perdió clamorosamente su mayoría. La subasta empezó a dar tumbos y salieron a la luz todos los errores (los involuntarios y también los voluntarios) de su pliego de condiciones. Al final, la subasta fue declarada desierta.
El nuevo Ejecutivo valenciano viajó a Bruselas para intentar reconducir la situación y se publicó un nuevo pliego de condiciones con algo más de sensatez. Pero el resultado fue el mismo: subasta desierta.
Hasta el pasado viernes, nadie sabía a ciencia cierta qué hacer con CDL en tanto en cuanto la Generalidad Valenciana no recibiese el pertinente informe de sus servicios jurídicos. Pero la salida de Inglaterra de la UE plantea una situación totalmente nueva: ¿se puede considerar válida una sentencia emitida por un tribunal europeo a instancias de un país que ya no forma parte de la Unión Europea?
¿Se puede considerar válida una sentencia emitida por un tribunal europeo a instancias de un país que ya no forma parte de la Unión Europea?
Y en consecuencia:
- Si los Estudios Pinewood ya no forman parte de la UE, ¿por qué tenemos que apoyarles en contra de nuestros intereses como socios de pleno derecho?
- En general, si se interpusiese una demanda por competencia desleal contra una empresa europea, pública o privada, desde un país extracomunitario ¿deberíamos atenderla?
El nuevo Gobierno de España que salga de las elecciones generales de ayer, 26 de junio, acaba de encontrarse con una carta que nos atrevemos a calificar de ganadora para dar marcha atrás a todo el proceso de CDL, consiguiendo al fin salvar el buque insignia de nuestra industria audiovisual.
En manos del nuevo Gobierno está también darle viabilidad al futuro de CDL mediante la URGENTE aplicación de importantes y NECESARIAS desgravaciones fiscales para fomentar el rodaje de películas en España peninsular. Lamentablemente, esa potestad no está en manos del Gobierno Valenciano, sino del Gobierno de la Nación.
En manos del nuevo Gobierno está también darle viabilidad al futuro de CDL mediante la URGENTE aplicación de importantes y NECESARIAS desgravaciones fiscales para fomentar el rodaje de películas en España peninsular.
Veremos qué hace este nuevo Gobierno en esta última partida para salvar o enviar al desguace a nuestro buque insignia y, con él, las esperanzas de que España pueda competir en el futuro con sus grandes rivales europeos. La salida de Inglaterra de la UE nos ha puesto las cosas un poco más fáciles, pero hay que aprovechar bien la jugada.