La Entidad de Gestión de Derechos de los Productores (EGEDA), entregó el pasado sábado los Premios Forqué reconociendo el mérito de las películas y artistas que conformaron el panorama del cine español durante el pasado año.
Justo un mes después de que lo hicieran los exhibidores con sus premios Cineinforme – FECE que reconocen la Excelencia Empresarial del sector (entregados el 14 de diciembre a la exhibición, distribución, producción y promoción), les ha tocado el turno ahora a los productores con sus Premios Forqué que llegaron a su XXII edición por primera vez fuera de Madrid, en el Teatro Maestranza de Sevilla. Poco menos de un mes después (el día 4 de febrero) la Academia entregará los Premios Goya en su XXI edición, precedidos solo unos días antes (30 de enero) por las Medallas CEC, los premios de la Crítica, que realizará su LXXII gala en el Cine Palafox de Madrid.
En los Premios Forqué , los productores ponen el acento, desde hace unos años, en la recuperación de la aceptación del cine español por los espectadores en nuestro país. Y eso es lo que tienen que hacer: aprovechar la importante cobertura mediática que ha llegado a alcanzar esta iniciativa de EGEDA, y grabar en la mente de los potenciales espectadores que el cine producido aquí puede competir sin complejos con el que nos llega de fuera.
Grabar en la mente de los potenciales espectadores que el cine producido aquí puede competir sin complejos con el que nos llega de fuera
En el centro de la Gala, el presidente de EGEDA, Enrique Cerezo, aprovechó la presencia del ministro de Educación, Cultura y Deporte para decir que “la situación con las Instituciones va mejorando …” en referencia, sin duda, al próximo acuerdo entre el Gobierno y las entidades de gestión de derechos de los creadores para poner al día el espinoso asunto de la compensación por copia privada. También, en nuestra opinión, Cerezo podría haber un hecho un guiño a Méndez de Vigo, que se ha comprometido a poner más medios en otro de los temas candentes del sector: la lucha contra la piratería.
Por otra parte, el presentador de la Gala, el humorista, actor, presentador e imitador Carlos Latre, en una de sus intervenciones, y en el mismo tono de humor que presidió toda la ceremonia recordó aquello del insoportable 21% de IVA con una imitación a la célebre frase de Lola Flores y un guiño a una de sus canciones: «Si me queréis bajar el IVA. Mi IVA no se puede seguir así. Si no bajáis el IVA a mí me entraría una pena, penita pena».
Tarde para la ira, de Raúl Arévalo, la triunfadora de los Forqué
Por Daniel Fermín / Twitter: @Daniel_Fermin
La ópera prima de Raúl Arévalo, fue la principal ganadora al llevarse el reconocimiento al Mejor Largometraje de Ficción o Animación en la gala que organiza la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda).
Minutos antes de la ceremonia, intérpretes, guionistas, productores y directores posaron para los fotógrafos, que se disputaban sus miradas. “A la izquierda, María, que está de moda”, bromeó alguno. Todos desfilaron sólo unos segundos frente a las cámaras antes de ceder el lugar a otros. Así, se vio pasar a Antonio de la Torre, Alberto Rodríguez, Verónica Forqué, Emma Suárez, Raúl Arévalo o Antonio Pérez, quien recibió la Medalla de Oro Egeda en homenaje a su trayectoria como productor, que incluye títulos como Solas (Benito Zambrano, 1999) o El niño (Daniel Monzón, 2014). El frío en la alfombra roja contrastó con el calor en el teatro una vez empezó la gala.
La apertura sirvió para recordar que Carlos Latre debutaba en la presentación de los premios. Cantó, bailó, rapeó y, sobre todo, imitó. A Dalí, a Julio Iglesias, a Joaquín Sabina. Y hasta se animó a pedir que bajen el IVA cultural mientras hacía de Lola Flores. Los mexicanos Jessy & Joy, el rapero Arkano y las andaluzas Vanesa Martín y Diana Navarro le pusieron música a un show que tuvo entre sus espectadores al ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, al Alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Las tres personalidades salieron bien libradas de una ceremonia políticamente correcta en la que se le rindió tributo a los 120 años del cine español a través de animaciones e imitaciones.
Hernán Zin dio el primer discurso de la noche al recoger el premio a Mejor Largometraje Documental por Nacido en Siria. “En tiempos de muros, de brexits, nosotros queremos construir puentes”, dijo el realizador hispanoargentino, que retrató el viaje de niños refugiados por Europa. Graffiti, del catalán Lluís Quílez, y El ciudadano ilustre, de los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat, se quedaron con los galardones a Mejor Cortometraje y Mejor Película Latinoamericana, en ese orden.
Las categorías de actuación no arrojaron mayores sorpresas. Emma Suárez, por su papel de madre separada de su hija en Julieta (Pedro Almodóvar), se alzó con el premio a la Mejor Interpretación Femenina. Roberto Álamo, por su rol de policía rudo en Que Dios nos perdone (Rodrigo Sorogoyen), triunfó en el renglón masculino. El madrileño, quien no pudo asistir a la gala por tener una función de teatro, mandó un vídeo en el que dedicó el premio a “todos los actores, los que trabajan y los que no. Sobre todo a los que no trabajan”. De esos, ya se sabe, hay tantos como camareros.
El gran premio de la noche se lo quedó Raúl Arévalo con su Tarde para la ira. El realizador agradeció a sus compañeros nominados, “parte fundamental de mi primera aventura como director”. El thriller protagonizado por Antonio de la Torre se impuso a Julieta, Que Dios nos perdone, El hombre de las mil caras (Alberto Rodríguez), que se fue con las manos vacías, 1898. Los últimos días de Filipinas (Salvador Calvo) y Un monstruo viene a verme (Juan Antonio Bayona), que obtuvo el Premio al Cine y Educación en Valores. Así, Arévalo pisa fuerte en la carrera por los próximos galardones.
Palmarés completo:
MEJOR PELÍCULA DE FICCIÓN O ANIMACIÓN: Tarde para la ira (Raúl Arévalo)
MEJOR INTERPRETACIÓN FEMENINA: Emma Suárez (Julieta)
MEJOR INTERPRETACIÓN MASCULINA: Roberto Álamo (Que Dios nos perdone)
MEJOR PELÍCULA LATINOAMERICANA: El ciudadano ilustre (Gastón Duprat y Mariano Cohn)
PREMIO AL CINE Y EDUCACIÓN EN VALORES: Un monstruo viene a verme (Juan Antonio Bayona)
MEJOR CORTOMETRAJE: Graffiti (Lluís Quílez)
MEJOR LARGOMETRAJE DOCUMENTAL: Nacido en Siria (Hernán Zin)