Cine&Tele ha hablado en exclusiva con el CEO de Kelonik, uno de los más firmes impulsores de CineEurope, para comentar con él no sólo aspectos vinculados al evento, sino otros relacionados con la exhibición en general o la evolución de UNITIA, la asociación europea de empresas integradoras de equipamiento para cines.
Cine&Tele: Ya es el séptimo año que Kelonik es el partner tecnológico de CineEurope, ¿verdad?
Tomás Naranjo: Sí, desde que vino a Barcelona en 2012 y por delante hay, por lo menos, tres años más acordados. Es el séptimo año que hacemos la instalación del Auditorio y cada vez la mejoramos un poco. En la sala grande, con un volumen de 30.000 metros cúbicos, instalamos sonido inmersivo Dolby Atmos. El año pasado el Auditorio fue celebrado por todos los estudios que vinieron a presentar sus películas. Este año hemos cambiado algunos componentes y altavoces para darle un poco más de brillo.
C&T: ¿Los altavoces siguen siendo KCS (Kelonik Cinema Sound)?
T.N.: Sí, toda la instalación es KCS. La acústica está soportada por los altavoces de nuestra marca. En cuanto a la proyección, en la cabina va a haber 6 proyectores Barco. Hasta ahora, en CineEurope había un año una marca y luego con otra pero este año han hecho un acuerdo exclusivo con Barco, que ha organizado la joint venture de Cinionic y me imagino que tendrá especial predilección por CineEurope, como también han estado en Las Vegas para presentar esta nueva marca. Están lanzando nuevas fórmulas de integración de sistemas dentro de los cines.
«Hemos abierto el primer multiplex Full KCS con altavoces y amplificadores nuestros. En China se fabrican muchos altavoces por lo que, si nos compran, es porque valoran nuestra calidad».
C&T: Estáis creciendo de manera importante con vuestra gama de KCS, ¿no es así?
T.N.: Estamos aumentando ventas. Por ejemplo, estamos vendiendo mucho en China, cosa que no ocurrió el año pasado. El otro día abrimos el primer multiplex Full KCS con altavoces y amplificadores nuestros. En China se fabrican muchos altavoces por lo que, si nos compran, es porque valoran nuestra calidad. A diferencia de lo que la gente se pueda creer, allí los cines se hacen con muchísima calidad. Están acostumbrados a marcas muy reconocidas.
C&T: Este año Kelonik va a recibir un nuevo premio en CineEurope…
T.N.: La gran alegría para nosotros es que CineEurope ha creado este año el Gold Award, que se va a entregar a personas que normalmente no están en la primera línea pero que, sin embargo, han hecho mucho por la industria en los últimos años.
Entre los premiados está Jordi Casas, nuestro director técnico, que lleva desde el año 1976 en esto, que no es poco.
C&T: Llama la atención que en CinemaCon la mayoría de los premios son para actores, actrices, directores, etc. Y sin embargo, en CineEurope se dan a exhibidores, distribuidores, técnicos…
T.N.: Al hacerse en Las Vegas, CinemaCon ha tenido siempre ese componente, por proximidad con Hollywood. Sin embargo, CineEurope es mucho más industria, se fija más en la gente del backstage, lo cual se agradece.
Si no existieran los cines, lo de las películas iría muy diferente y mira que vivimos en la década en la que las películas llegan de mil maneras distintas. Pero la exhibición sigue teniendo una función importantísima.
C&T: De hecho, la exhibición francesa se ha opuesto a que el Festival de Cannes admita a concurso películas de plataformas de Internet salvo que se firme un compromiso de estreno previo en cines.
T.N.: Las tecnologías avanzan, nos guste o no. Y como todo el mundo sabe, están apareciendo multitud de nuevas empresas que, aprovechando la facilidad que ofrecen las telecomunicaciones, buscan revolucionar los modelos de mercado.
Eso es Uber, eso es Airbnb y eso son Netflix, HBO, Amazon, etc. Estas empresas comienzan a ser conocidas como ‘disruptores’ de los modelos de negocio clásicos. Son una realidad y creo que aportan cosas positivas. Por ejemplo, Netflix ha anunciado que va a hacer una inversión de 800 millones de dólares en producción en Europa.
«Si no existieran los cines, lo de las películas iría muy diferente y mira que vivimos en la década en la que las películas llegan de mil maneras distintas. Pero la exhibición sigue teniendo una función importantísima».
C&T: Pero la diferencia entre Netflix y Amazon es que Amazon no tiene ningún problema en estrenar primero en salas y, pasado el tiempo reglamentario en cada país (que es muy diferente), salir en su plataforma. Lo malo de Netflix es el empeño de estrenar ‘day and date’, a la vez que los cines.
T.N.: La diferencia de Netflix es que es el mayor disruptor, a distancia sideral de cualquier otro. Netflix está estrenando en salas de Estados Unidos para poder competir en los Oscar y no tienen este problema. En Francia, si estrenas en una sala cinematográfica, tienes que esperar 36 meses para salir en streaming. Y ahí es cuando Netflix ha dicho que no, que 3 años no, porque su modelo de negocio no es ese.
C&T: Efectivamente, la regulación de Francia parece muy exagerada con tres años. En España son tres meses y tres semanas, por lo que aquí adaptarse al mercado sería más fácil.
T.N.: Yo estoy seguro de que no va a haber ningún problema en ese sentido. Yo creo que lo que va a pasar, como con cualquier disruptor, es que al final el disruptor tiene que sentarse a hablar de manera razonable y los ‘disruptados’ tienen también que llegar a acuerdos. Porque ese dinero que está llegando, y que se puede utilizar para producir largometrajes, nos viene muy bien.
Desde el punto de vista del exhibidor (que lo he sido y todavía me siento como tal), tenemos que defender nuestra ventana de exclusividad. Ha habido varios intentos en EE.UU. por medio del Premium VOD de generar ventanas muy cerca de la apertura en Theatrical. Hasta el año pasado tuvimos el Screening Room, que estuvo muy cerca de conseguirlo. Uno de los retos que tiene el futuro es que esa ventana del Theatrical se respete. No digo que no pueda haber alguna excepción pero tiene que ser prémium de verdad, no por 50 dólares al mes como estaba planteando Screening Room. Esa sí que es una disrupción que no podemos permitir.
Yo creo que Netflix se equivoca no yendo a Theatrical. Para ellos sería mucho mejor una explotación en Theatrical con una ventana normal, creo que les iría bastante mejor luego el streaming. Sólo estrenando en salas se consigue dar al cine el glamour que los consumidores esperan.
De todas formas, la presión sobre la reducción de las ventanas ya no es tanta. ¿Por qué? Porque el negocio global le ha dado a los estudios unos ingresos que compensan todo lo que habían perdido con el DVD y otros formatos, que ahora prácticamente están desaparecidos. Mercados como China o India se han desarrollado tanto, que el Theatrical ha subido mucho. Los estudios habían perdido mucho dinero con la desaparición de los formatos domésticos pero ahora, con el crecimiento del Theatrical en Asia y Rusia, ya no tienen esa sensación de que les falta algo.
C&T: También es cierto que la distribución por streaming llega a todo el mundo cuando, desafortunadamente, hay muchas poblaciones tanto en España como en el resto del mundo que tienen la sala de cine más próxima a más de 50 kilómetros.
T.N.: Por eso tendrán que llegar a un acuerdo. Porque las plataformas por streaming llegan a todas partes y esa función social es importante, sin olvidar que, al fin y al cabo, supone una recaudación complementaria.
«Lo que tiene que hacer el Theatrical es seguir por donde va: hacer mejores cines, más confortables, dar opciones para que los clientes sigan yendo al cine… Todo eso lo están haciendo. En CinemaCon se ha visto que los grandes circuitos están apostando por las butacas más cómodas, las salas VIP, por poner restaurantes dentro de la sala y, en definitiva, por dar una mejor experiencia al cliente final».
Todos los disruptores, tanto en cine como en otros sectores como pasa en el del taxi con Uber o Cabify, tienen el mismo problema: de cara al consumidor final son estupendos pero entran como un elefante en una cacharrería en toda la cadena de valor de una industria.
Lo que tiene que hacer el Theatrical es seguir por donde va: hacer mejores cines, más confortables, dar opciones para que los clientes sigan yendo al cine… Todo eso lo están haciendo. En CinemaCon se ha visto que los grandes circuitos están apostando por las butacas más cómodas, las salas VIP, por poner restaurantes dentro de la sala y, en definitiva, por dar una mejor experiencia al cliente final.
C&T: Sin embargo, en esos complejos tan grandes y con tantas pantallas, se echa en falta alguna pantalla dedicada al cine de autor o independiente.
T.N.: Yo creo que hay otros canales en los cuales ese cine pequeño tiene más cabida. Aún así, empieza a consolidarse una exhibición especializada en las grandes urbes y sí hay cines que tocan esos temas en Madrid, Barcelona y algunas otras cinco o seis ciudades españolas más.
En la programación de los grandes circuitos está pasando esto también. Igual que en su momento alguien empezó a programar óperas o partidos de fútbol y luego se generalizó. Va a pasar pero a los circuitos globales les falta a veces esa flexibilidad que, por su tamaño, no pueden tener. Todo el mundo ve la exhibición como un negocio muy fácil, y en los circuitos grandes aún más fácil, pero no lo es. Yo, que he llevado circuitos de 400 pantallas, te aseguro que no lo es.
C&T: Queremos conocer tu opinión sobre temas técnicos candentes. Por un lado, la realidad virtual y, por otro, las pantallas LED.
T.N.: De la realidad virtual sé poco porque, de momento, la incidencia en lo nuestro es pequeña. Estamos hablando con una empresa que hace realidad virtual pero está muy en pañales todavía el tema. Nosotros nos movemos mucho por lo que el exhibidor requiere.
Respecto a las pantallas LED, he visto la evolución de las dos que hay (Samsung y Sony) desde el año pasado y me sigue pareciendo un producto excelente que puede llegar a ser el futuro de la exhibición en las salas cinematográficas.
«Las pantallas LED son un formato fantástico porque soluciona los problemas tradicionales de iluminación y de contraste que hemos tenido siempre en las salas de cine. ¿Cuánto falta? No lo sé. Los fabricantes están corriendo mucho pero vamos a ver cómo evoluciona».
Pero tiene una serie de temas pendientes muy importantes. Primero, el precio. Es un gran invento pero aún es un producto para el que es difícil buscar un plan de retorno económico.
Tecnológicamente, tienen tres asuntos pendientes. Uno es el sonido, que tiene que llegar a ser el mejor sonido que tú tienes hoy en día en una sala, que es el inmersivo, y aún no lo es. Hay un fabricante con una solución 7.1 pero no puedes poner un sonido inmersivo Atmos o Auro. El segundo asunto afecta más a los creativos y de hecho ha habido declaraciones, creo que de Spielberg y Nolan, que han dicho que, como está hoy, no les convence porque no les deja interpretar todo lo que ellos quieren en una película en un soporte como este. Esto es normal porque también pasó con la digitalización, con el HD o con el 3D. Al final, es un tema de que los directores conozcan más la herramienta para que el formato represente lo que ellos quieren expresar, porque no es lo mismo Los vengadores que una película más intimista como Los archivos del Pentágono. La fotografía, el aspecto o el contraste no puede ser el mismo.
El tercer punto técnico es que, de momento, hay unos tamaños de pantalla específicos y que no se pueden modificar. A los integradores como Kelonik nos interesaría que la sala sea la que te indique el tamaño de pantalla que necesitas y no al revés, como ocurre ahora. Pero, bueno, todo eso evolucionará, estoy seguro.
Es un formato fantástico porque soluciona los problemas tradicionales de iluminación y de contraste que hemos tenido siempre en las salas de cine. ¿Cuánto falta? No lo sé. Los fabricantes están corriendo mucho pero vamos a ver cómo evoluciona.
«En UNITIA nos estamos planteando tener una organización que no sea regional. Seguramente vamos a dar el paso este año, así que vamos a buscar la globalización definitiva y tendremos socios de otros continentes en breve».
C&T:¿Qué novedades tenéis en Kelonik de vuestro trabajo en Latinoamérica?
T.N.: Seguimos con nuestra operación en Brasil y estamos trabajando también Argentina. Estamos creciendo allí porque Brasil es un mercado que aún crece en cuanto a salas nuevas y además crece la asistencia a las salas no sólo por los nuevos cines. Un diferencial con España es que el 3D aún es muy fuerte y en una película importante más del 30% de la recaudación viene del 3D. En otros países también crecemos pero no directamente, sino desde aquí y con socios locales
Luego, en CinemaCon siempre hay un país que se mueve mucho y este año ha sido Arabia Saudí.
C&T: Sí, se ha levantado la prohibición de cines después de 35 años.
T.N.: Tenemos un partner en Arabia Saudí que se llama Capella. Todo el mundo desde aquí lo ve como un país pero en realidad son 15 o 16 países. Es un partner regional y estamos ya mirando varios proyectos. Se ha abierto sólo un cine hasta el momento pero tiene una proyección de apertura de unas 2.000 salas en los próximos 7 años. Esa zona es nuestra próxima frontera.
C&T:¿Y cuál es la evolución de UNITIA, la asociación europea de empresas integradoras de cine?
T.N.: Estamos bien. El año pasado incluimos a Turquía y este año estamos ya pensando en la segunda fase de la globalización de la organización. Tenemos solicitudes que nos están pidiendo la entrada de fuera del área europea, por lo tanto nos estamos planteando tener una organización que no sea regional. Seguramente vamos a dar el paso este año, así que vamos a buscar la globalización definitiva de UNITIA y tendremos socios de otros continentes en breve. Teniendo en cuenta la globalización de los clientes, tiene todo el sentido del mundo.
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