Si ayer publicamos nuestra entrevista con Mercedes Gamero, productora de Durante la tormenta, ahora le toca el turno al director de la cinta, Oriol Paulo, quien además firma el guion junto a Lara Sendim.
Durante la tormenta, cuyo nombre originalmente era Mirage, es una producción de Atresmedia Cine, Think Studio, Colosé Producciones y Mirage Studio AIE.
Rodada durante diez semanas en diferentes localizaciones de Barcelona y Las Palmas de Gran Canaria, se estrenará comercialmente en España el próximo 30 de noviembre por parte de Warner Bros. España.
Cine&Tele: ¿En qué género enmarcarías Durante la tormenta? Thriller emocional, ciencia-ficción, suspense…
Oriol Paulo: Durante la tormenta es un thriller emocional con un detonante fantástico. La película habla de la historia de Vera (Adriana Ugarte), una madre felizmente casada, que un día despierta en un mundo en el que su hija parece no haber existido nunca. No es una película de ciencia ficción pura, ya que el tratamiento de la historia es emocional y naturalista. Digamos que la ciencia ficción es conceptual, y funciona como excusa para armar una historia anclada en el thriller y en el viaje emocional de sus personajes.
C&T: Tu pasado como guionista, ¿te marca para que los guiones de tus tres largos sean tuyos?
O.P.: De alguna manera, sí. No es que me niegue a dirigir otro material, pero de momento me siento más cómodo trabajando con el mío. Y, además, ha surgido así de manera natural. Cuando acabé la primera película me ofrecieron escribir la siguiente. Y lo mismo ha pasado con esta. Ante todo, me considero un guionista que dirige, siempre he sido un generador de historias, pero es verdad que cada vez me siento más seguro dirigiendo. Así que no descarto acercarme a material ajeno en algún momento.
C&T: El enigma y la intriga son terrenos en los que te manejas como pez en el agua. ¿También en Durante la tormenta?
O.P.: Contiene varios interrogantes y una buena dosis de intriga pero, a diferencia de El cuerpo y Contratiempo, es una película con más carga emocional. Es la primera vez que hurgo en experiencias personales e íntimas para deformarlas en forma de thriller.
C&T: ¿Consideras que es una película es arriesgada?
O.P.: Hacer cine ya de por sí es un riesgo. Cada vez más grande. Dicho esto, creo que como director mi obligación es arriesgar cada vez más en las historias que cuento. Quedarte en la zona de confort es peligroso, porque tienes el peligro de caer en la repetición. Es cierto que la película exige atención, ya que jugamos con dos tiempos paralelos y dos realidades distintas, pero no creo que sea una película complicada. O no más que El cuerpo y Contratiempo.
La dosis de riesgo para mi viene por la introducción del elemento emocional, el no apostarlo todo a la sorpresa sino a la emoción. Esta es una película mucho más emocional que las anteriores. Sigo apostando por el thriller y por el juego con el espectador, pero en este caso el motor es marcadamente dramático.
La película habla del amor, de quiénes somos, de quiénes hemos sido y de quienes podríamos ser. Y el elemento aglutinador es el de una madre que ha perdido a su hija en el espacio/tiempo y que hará cualquier cosa para recuperarla.
C&T: ¿Fue un rodaje complejo? ¿Cuáles fueron los mayores escollos que tuviste que solventar?
O.P.: Es, sin duda, la película más complicada que he rodado hasta la fecha. Como te comentaba antes, la película transcurre en dos tiempos paralelos (1989 y la actualidad) y dos realidades distintas. Eso obligaba a duplicarlo todo y a grandes intervenciones de transformación, tanto en decorados construidos, como en exteriores naturales. Y también en la caracterización de algunos actores, sobre todo los de Nora Navas y Javier Gutiérrez, que son las bisagras entre los dos tiempos. De hecho, nos llegó a pasar tener que rodar el mismo personaje, el mismo día, pero caracterizado con 25 años de diferencia. A nivel de plan de rodaje, la película ha sido un puzle complejo de ejecutar.
Y después estaba el elemento que da título a la película, la tormenta (en este caso eléctrica), que condicionaba absolutamente la luz en exteriores naturales, dónde es imposible pedirle al sol que no salga cada día. Simular efecto tormenta en los días soleados obligaba a rodar de determinada manera, y lograr esta sensación de tormenta sobre la piel de los personajes y en los cielos fue probablemente lo más laborioso.
C&T: Contratiempo ha sido la película española más taquillera de China. ¿Por qué crees que el film enamoró al público chino? ¿Se puede repetir el éxito con Durante la tormenta?
O.P.: Pues la verdad es que a ciencia cierta no lo sé. Es verdad que al distribuidor chino la película le encantaba y apostó por ella. Me invitaron e hice una gira de promoción de tres semanas, visitando siete ciudades. Eso ayudó a hacer ruido en redes. Después, la película se defendió sola. Mi sensación es que, de alguna manera, había algo en la historia de esos padres que luchan contra un poder mal ejecutado que conectaba con ellos. La sensación de hacer justicia a la injusticia les llegaba de manera especial. Y luego es verdad que el espectador chino es muy activo en el visionado de las películas. Y “Contratiempo” era una invitación a ser activo desde el minuto uno.
Respecto a Durante la tormenta, yo me marcho ahora a enseñarles la película terminada y recién salida del horno, sabiendo que ya han comprado su distribución en China sobre el guion. Repetir lo de Contratiempo es muy difícil, así que me lo tomo como un regalo el poder volver a estrenar allí.