Como hemos publicado recientemente, la última comparecencia del ministro de Cultura en España, José Manuel Rodríguez Uribes, fue decepcionante para el sector pero nuevas reuniones con el sector se han fijado. Cine&Tele se ha puesto en contacto con PROA, una de las entidades de productores más relevantes, para conocer qué medidas están proponiendo.
PROA (Productores Audiovisuales Federados) es una de los organizaciones más relevantes en España en lo que se refiere a defender los intereses de la producción y está siendo muy activa durante esta crisis del coronavirus (ver por ejemplo este artículo que publicamos sobre cómo advertían que las medidas adoptadas no recogían la especificidad del audiovisual).
La entidad, de hecho, ha ratificado recientemente por unanimidad a Raimon Masllorens, productor ejecutivo de Brutal Media, como presidente de PROA, por lo que inicia su cuarto mandato “con la voluntad de dar continuidad a las acciones iniciadas en el ámbito autonómico y estatal que la sitúan como un referente del sector audiovisual”. Masllorens ha nombrado a Valérie Delpierre (Inicia Films) como vicepresidenta general en sustitución de Tono Folguera.
En la reunión que ya se llevó a cabo entre los distintos representantes del sector audiovisual y el Ministerio de Cultura ya se abordaron muchas de las cuestiones más relevantes que preocupa al gremio con el objetivo de ofrecer soluciones para paliar el efecto de la crisis.
Dado que se esperan nuevas reuniones para que, por fin, la Cultura tenga medidas específicas que recojan su singularidad, conviene conocer qué están proponiendo entidades como PROA, que son compartidas en gran medida por otros cuerpos de productores.
Como sabemos, todos los rodajes se han aplazado o cancelando, lo que provocará pérdidas económicas por el atraso y por gastos que se deberán repetir. Además, desde PROA remarcan que reiniciar un rodaje no es fácil en cuanto a contratación de técnicos y actores, renovación de permisos o cambios de localizaciones, y en algunos casos los retrasos pueden ser de un año.
El hecho de que se hayan suspendido los festivales también supondrá un perjuicio para el cine más independiente, el que necesita estas plataformas para sus lanzamientos, provocando estrenos en peores condiciones y con mayores dificultades para mantenerse en cartelera.
Para PROA es fundamental que se permita a las productoras la consideración de cierre por fuerza mayor para evitar conflictos con contratos existentes y que se recoja la singularidad del sector para acoger ERTEs sin la obligación de que los contratos sean por un mínimo de 6 meses, sino por el tiempo que se requería.
Resulta muy interesante la apuesta de PROA por el tema fiscal. Una de las medidas que podría funcionar mejor y por la que abogan es que se eleven los topes para toda España para los incentivos fiscales hasta el 35%.
Además, la entidad recuerda los problemas que pueden surgir con las AIEs. Con el retraso de los rodajes, los inversores no podrán aplicarse la deducción a finales de año y por tanto su inversión se perderá. De forma excepcional, PROA entiende que se debería modificar el artículo 36.1 de la Ley de Impuesto de Sociedades para que se pueda aplicar la deducción del año 2020 sobre el gasto efectuado aunque la película no esté calificada.
Los productores también plantean varias medidas a nivel económico. Por ejemplo, préstamos para circulante con interés 0 y, en caso de no ser posible, líneas de ayuda para absorber estos intereses. Igualmente, la línea para cubrir los intereses de los créditos “debería hacerse extensiva a los créditos pedidos con anterioridad y que ahora se deberán renovar o alargar debido a los aplazamientos”.
Las bases de las ayudas también deberían reformularse,en su opinión, ya que el cumplimiento de los plazos (inicios de rodaje, calificación, estreno y justificación de costes) es ahora muy difícil. Además, la obligación del estreno en salas debería eliminarse de manera transitoria para permitir estrenos en VOD. En ese sentido, también habría que reducir la inversión exigida en P&A.
Otras propuestas son retrasar las liquidaciones de IVA y Seguridad Social e incluso una reducción del IVA, o hacer efectivos los pagos pendientes.
Otras medidas para salvar al sector
Mirando un poco más allá, hay otras medidas que también son acuciantes. En primer lugar, es importante para PROA que se convoquen inmediatamente las ayudas de 2020.
La recuperación también se vería impulsado si se implementa una línea de rescate por el coste extra adicional de las producciones afectadas, con un importe máximo no superior a 250.000 € por proyecto.
PROA destaca que lo que más van a necesitar las productoras es poner en marcha su maquinaria. Sólo así podrán hacer frente a gastos, por lo que creen que se debe promover la activación de producciones de común acuerdo con las televisiones y plataformas para empezar a producir este mismo 2020.
Tampoco conviene olvidarse de la promoción. Una vez se permita acceder a los lugares de ocio y cultura, se debe hacer una campaña de promoción para reactivar el consumo audiovisual y la asistencia a las salas de cine.
