El equipo del diseñador de sonido Pelayo Gutiérrez, liderado por el supervisor Eduardo Castro y Alberto Ovejero, ha realizado todos los efectos de sala (Foley), el montaje de sonido y de diálogos, las mezclas y los materiales de la película de Trueba.
Telson, el estudio de postproducción del Grupo Mediapro, ha estado detrás de la postproducción de sonido de El olvido que seremos, la última película de Fernando Trueba, seleccionada en la sección oficial del Festival de Cannes que, aunque no se ha celebrado este año, le confiere un sello distintivo, para ayudarles en sus estrenos en cines, proyecciones -e incluso competir- en determinados festivales, como el de San Sebastián.
El equipo del diseñador de sonido Pelayo Gutiérrez, liderado por el supervisor Eduardo Castro y Alberto Ovejero, ha realizado todos los efectos de sala (Foley), el montaje de sonido y de diálogos, las mezclas y los materiales. Los responsables de la sonorización de la película destacan el reto que ha supuesto ambientar dos periodos históricos diferentes de la historia de Colombia e Italia. Además, el uso del sonido ocupa un destacado lugar al remarcar la relación entre un padre y su hijo, los dos protagonistas. Esto sucede a través de las abstracciones sonoras y del tratamiento de las voces de los personajes en la mezcla, en una película que cuenta con el añadido de tener diversas secuencias corales.
En las dos salas Atmos Home, homologadas por Dolby, de Telson se realizaron las grabaciones de ADR y de la voz en off del protagonista de El olvido que seremos, Javier Cámara.
Basada en el libro homónimo del escritor Héctor Abad Faciolince, ‘El olvido que seremos’ narra la historia de su padre, el defensor de derechos humanos Héctor Abad Gómez, asesinado en 1987.
