En todos los Estados miembros se ha aplicado un enfoque estatal en la aplicación de las diferentes medidas restrictivas que afectan a las salas. Ante esta ruptura del mercado único cinematográfico y el incremento de restricciones, que ponen en riesgo la viabilidad del sector, la exhibición reclama un nuevo plan de ayudas.
Las salas de cine, como un sector productivo más, no son ajenas a la evolución negativa que la pandemia está dejando en estas últimas semanas, y desde un primer momento siempre han mostrado su máxima colaboración con las autoridades sanitarias para trabajar conjuntamente, y asumir, aquellas decisiones proporcionales y justificadas que fueran necesarias para que los espectadores pudieran volver de forma segura a las salas de cine.
Desde que los cines volvieron a abrir el pasado mes de junio, se ha demostrado que son espacios seguros en los que no se ha notificado ningún brote, tal y como señalan los datos oficiales del Ministerio de Sanidad. Pero el sector se encuentra en una difícil situación debido a la disparidad de medidas que están tomando las Comunidades Autónomas, que hacen que la actividad de las salas de cine sea insostenible, tal y como señala FECE (Federación de Cines de España) en un comunicado.
En los últimos quince días, el porcentaje de cines abiertos en España ha pasado del 87 al 48,8 por ciento, como consecuencia de las distintas medidas adoptadas por los Gobiernos autonómicos. Una reducción que, según explican desde FECE, afecta directamente a todo el territorio debido a la peculiaridad de este sector, ya que los estrenos de nuevas películas se producen de forma simultánea en todo el país, por lo que si una o varias comunidades cierran, desencadena la cancelación de los estrenos previstos, dejando a los cines de las regiones que se mantienen abiertos, sin producto.
España es el único país de la Unión Europea que ha fraccionado el mercado de las salas de cine, ya que en todos los Estados miembros se ha aplicado un enfoque estatal en la aplicación de las diferentes medidas restrictivas que afectan a las salas.
Ante esta situación, según apunta FECE, las salas de cine difícilmente podrán sobrevivir a un nuevo periodo de inactividad sin el establecimiento de un nuevo plan de ayudas acorde al impacto económico que supondrá esta segunda ola. De continuar este escenario, las empresas afectadas ya por una crisis de liquidez, se verán abocadas a una crisis de solvencia. Las nuevas medidas de ayuda ya no podrán ser de financiación crediticia sino de subvención directa, como están realizando en los países de nuestro entorno.
El sector está haciendo frente a un descenso acumulado de la taquilla del 84,4 por ciento entre los meses de marzo y octubre debido a la inactividad durante el periodo de confinamiento, la falta de estrenos en la etapa de reapertura, principalmente del mercado americano cuya cuota está en torno al 75 por ciento y las restricciones a la actividad de los últimos meses impuestos por las Comunidades Autónomas.
De prolongarse esta situación y no recibir nuevas ayudas de manera urgente el sector se enfrenta a unas pérdidas inasumibles, destaca FECE, que conllevarán inevitablemente el cierre de cines y la pérdida de puestos de trabajo.
Ampliación del periodo subvencionable para justificar las ayudas ICAA
Las restricciones y cierres de esta segunda ola harán imposible cumplir los requisitos fijados para justificar las únicas ayudas que el ICAA ha concedido a las salas de cine que, aunque el sector reconoce y agradece, a la vista de la evolución del mercado y de las nuevas restricciones impuestas por las Comunidades Autónomas son claramente insuficientes.
Estas ayudas, imprescindibles y necesarias para el sector, fueron diseñadas para un escenario distinto al actual y por tanto el sector considera fundamental ampliar el periodo subvencionable para que las ayudas sean una realidad para los cines.
Para poder justificar estas ayudas y no tener que devolver las cantidades concedidas, es necesario que los cines mantengan su actividad. Sin embargo, la segunda ola de la pandemia lo ha cambiado todo, y las salas de cine se están viendo obligadas a cerrar de nuevo sus puertas de forma temporal en varias Comunidades Autónomas.
Teniendo en cuenta los nuevos cierres temporales y la incertidumbre que existe en el corto plazo sobre nuevas medidas que puedan adoptar las comunidades y que impliquen más cierres de salas, el sector solicita que el periodo de gasto subvencionable para las ayudas del ICAA, establecido hasta el 31 de diciembre de 2020, se amplíe hasta que no existan medidas restrictivas que condicionen la actividad normal de las salas.
Por último, de los 13 millones de euros presupuestados para ayudas al sector, solo 10 millones de euros se han concedido en ayudas, por lo que el sector solicita al ICAA que no se pierda el sobrante y que estudie la fórmula adecuada para poder realizar una nueva convocatoria de ayudas al sector como apoyo ante los nuevos cierres y medidas restrictivas a la actividad.
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