La hostelería, las agencias de viajes, los restaurantes… y hasta los centros de cosmética están todos los días en los noticieros televisados. Alguna vez se habla de los teatros. Pero ¿por qué se habla tan poco, casi nada, de los cines? ¿Ya no somos imprescindibles, porque para eso están las plataformas digitales? Por Antonio Carballo
Nada más lejos de la realidad, si nos paramos a pensar un poco. Los cines son el motor de los Centros Comerciales, por ejemplo. Los cines llevan aparejada toda una Liturgia que, al final, llena las calles de vida. Una vida de la que se benefician bares, restaurantes, medios de transporte…
Eso si nos limitamos a su repercusión sobre otros sectores de la economía. Porque si hablamos de la repercusión sobre la Cultura, es un valor social y educativo que se debe proteger y apoyar, un producto que contribuye al desarrollo de la personalidad y la autoestima de todo un país.
Sin olvidar que es una de las principales actividades de ocio preferidas de los españoles. LA ESPAÑA VACIADA lo está, en buena medida, porque los municipios que la componen carecen de una sala de cine que funcione por lo menos los fines de semana. En resumen, para acabar de una vez por todas con ese murmullo callejero que augura la muerte de los cines, necesitamos una gran campaña de promoción. Algo mucho más potente, en esta ocasión, que la Fiesta del Cine.
Una campaña en todos los medios —prensa, radio, televisión, redes sociales, etc.—, orquestada de forma inteligente y mantenida al menos durante un año.
Todas las emisoras y canales de televisión de titularidad pública deberían involucrarse de forma gratuita (las mantenemos con nuestros impuestos, no olvidar, y son casi 40), pero, al fin, sería necesario dotar al ICAA con una partida cercana a los 20 millones de euros para financiar el diseño de la campaña y comprar espacios en los medios de titularidad privada.
Probablemente, esa inversión encajaría a la perfección en el paquete financiero que la Unión Europea quiere destinar a la recuperación de la economía, de la actividad, de los puestos de trabajo… si la campaña se centrase en poner en valor al cine europeo.
Ya dije en otro editorial que tenemos delante una ocasión única para llenar las pantallas con producciones independientes en tanto en cuanto las majors USA continúen con su política actual.
Lanzar este nuevo modelo de cine en nuestro país costará mucho, mucho dinero… Pero los que ya tienen aprobada esa asignatura, como Francia, también han tenido que invertirlo a lo largo de muchos años. El problema es que el ICAA ha aumentado su presupuesto de forma muy insuficiente para 2021 .
Por mucho que su directora general, Beatriz Navas, y todo su batallador equipo quieran estirar el dinero, con la partida que cuentan, no hay ni para empezar. Seguimos estando a años luz de los presupuestos con los que cuentan nuestros vecinos europeos. En el momento actual aún no sabemos cuánto dinero de los fondos de ayuda para la reconstrucción europea será destinado al ICAA.
Lo digo y lo repito otra vez más: en un país tan pobre de patentes tecnológicas como el nuestro, el gobierno debería invertir mucho en producción audiovisual porque cada obra es en sí misma una patente que puede generar inmensos beneficios durante casi 100 años.
Pero para conseguir eso, necesitamos mantener un parque de salas donde esas obras se den a conocer con todo el glamour y seguridad necesarias.
Esa es una razón de peso para resarcir a los exhibidores por los cierres forzados de sus locales. De lo contrario, nuestro país sufrirá una catástrofe sin precedentes en cuanto a infraestructuras culturales.
Corremos el riesgo de regresar a los niveles tercermundistas donde nos encontrábamos hace un siglo.
Además, si dejamos exclusivamente en manos de las plataformas VOD la distribución de las obras, tenemos garantizado otro gran desastre: el aumento ad infinitum de la piratería.
En la edición de Cineinforme recientemente lanzada, se pueden ver los esfuerzos que se hacen desde la UE para salvar a la exhibición a través de sus iniciativas Europa Cinemas y Media Salles. También reproducimos la carta enviada por el presidente de FECE al presidente del Gobierno de la Nación, así como entrevistas y opiniones de las asociaciones NAECE y PROMIO.
Y por supuesto, la gran noticia para primeros de año: la entrada en vigor de la normativa europea, Directiva (UE) 2018/1808, que modifica la Directiva 2010/13/UE, por la que las plataformas deberán aportar el 5% de su volumen de negocio para apoyar la industria audiovisual europea.
Puede que en un futuro cercano, gracias a ese canon, España recupere el lugar preferente en el que se ha encontrado siempre como punto de encuentro entre Europa e Hispanoamérica.
La nueva edición de Cineinforme es de resistencia, batalladora por el futuro del sector, reivindicativa de todo lo que representa tanto en su aspecto económico como cultural, dos conceptos que se necesitan mutuamente para existir y alcanzar un mínimo ESTADO DEL BIENESTAR.
A continuación, puedes leer la versión online de la nueva edición de Cineinforme, un homenaje a la exhibición: