Dos producciones españolas resultaron beneficiarias en la última convocatoria de las Ayudas de Media a la difusión televisiva: la serie 3 Caminos y el documental Los Constructores de la Alhambra. ¿Cómo funciona el proceso para poder recibir estas subvenciones que pueden suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso de un proyecto?
Un total de 83 proyectos se presentaron el año pasado a la convocatoria de las ayudas de Europa Creativa MEDIA de apoyo a la Programación Televisiva de obras audiovisuales EACEA 20/2019, con una partida presupuestaria de 8.305.397€. En total, 25 propuestas fueron las seleccionadas en la adjudicación final, de las cuales solo dos eran españolas: 3 Caminos (ficción ambientada en el camino de Santiago a cargo de Ficción Producciones y Beta Films) y Los Constructores de la Alhambra (documental sobre los hombres y mujeres que construyeron este emblemático edificio mientras se esforzaban por alcanzar la fórmula de la belleza perfecta, a cargo de Polar Star Films, Al Pati Producciones y la AIE El de las dos vidas). El primer proyecto recibió 500.000 euros y el segundo 273.050 euros.
Una noticia que resulta tan positiva como peculiar, puesto que hasta ahora no ha sido habitual encontrar productoras nacionales que se hayan atrevido a dar el salto al ámbito de los proyectos con vocación internacional, condición sine qua non para optar a recibir las ayudas de Europa Creativa MEDIA. Una dinámica que parece destinada a romperse en los próximos años.
Hasta hace muy poco, la hoja de ruta de las productoras españolas que buscaban llevar a cabo un proyecto de notable presupuesto pasaba por escribir un guion, establecer un plan de producción básico e intentar vendérselo a una de las grandes cadenas para que lo financiaran y acogieran posteriormente en su programación, quedándose con el 100% de los derechos de la producción. Este abuso de posición dominante provocaba que, automáticamente, los proyectos, quedaran directamente excluidos de la posibilidad de acceder a las ayudas de MEDIA, destinadas a productoras de un tamaño más reducido del que tienen las grandes corporaciones audiovisuales que operan en España. Gigantes que han monopolizado la producción audiovisual durante muchos años, en lugar de actuar como motor del sector ofreciendo su apoyo a productoras más pequeñas para desarrollar proyectos.
Sin embargo, con la transformación provocada en el sector por la irrupción de las grandes plataformas multinacionales, parece que este modelo está caduco y que las productoras comienzan a asimilar las bondades de diseñar proyectos de ambición internacional, dando cabida a que entidades o productoras europeas e iberoamericanas se impliquen en ellos para llevarlos a buen puerto.
Para conocer de primera mano el camino que han recorrido hasta llegar a obtener las ayudas, las consecuencias que estas han supuesto para los proyectos y sus repercusiones a nivel de prestigio, nos hemos puesto en contacto con Mamen Casal (coordinadora de producción de 3 Caminos por parte de Ficción Producciones) e Isabel Fernández (directora del documental Los Constructores de La Alhambra).
En primera instancia, ambas insisten en la ventaja que supone tener experiencia en entornos de producción y desarrollo europeos, para conocer y acceder a este tipo de ayudas. Mamen Casal, encargada de la red internacional de Ficción Producciones, explica que a la hora de buscar socios en el extranjero siempre acude a la Oficina Media y, concretamente, a su director en España: Peter Andermatt. “Él siempre me había hablado de las diferentes vías de ayuda. Hasta ahora no habíamos encontrado el proyecto adecuado para poder presentarnos, pero 3 Caminos es una coproducción tan natural, de un interés cultural tan rico…que nos dimos cuenta muy pronto de que encajaba perfectamente”, explica.
Por su parte, el equipo de producción de Los Constructores de la Alhambra pronto se dio cuenta de que un proyecto documental de tal magnitud sería complicado de levantar únicamente con dinero español, había que buscar en Europa. Así, presentaron el proyecto a un entorno de desarrollo financiado por Media, Documentary Campus Masterschool, que les permitió componer un equipo internacional. “Ahí desarrollamos el proyecto durante un año e incorporamos socios alemanes, ingleses y así orientamos el proyecto hacia lo internacional. Cuando en esta fase encontramos a Polar Star Films como socio, nos dimos cuenta de que teníamos que ir a tiro fijo a por las ayudas de MEDIA”.
Una vez que ambos proyectos decidieron que iban a optar a las ayudas, llegó la parte más complicada, reunir toda la documentación y los apoyos necesarios para obtenerlas. Un procedimiento que, según nos explican, es notablemente diferente al sistema de ayudas español y que puede ser uno de los motivos por los cuales, hasta ahora, no ha sido habitual para los productores nacionales acudir a MEDIA en busca de financiación.
“Es complicadísimo. Yo invito a todo el mundo a que se presente a estas ayudas porque es un máster a nivel laboral buenísimo. En España tenemos una forma de producir muy distinta a como se hace en el resto de Europa, y a través de esta experiencia a la que tienes que dedicarle mucho tiempo, puedes aprender mucho al respecto. Tan solo cubrir el plan financiero con el formato que plantea MEDIA es un mundo completamente diferente”, apunta en este sentido Casal.
Una idea que comparte Fernández, añadiendo que la complejidad no radica únicamente en los trámites necesarios para solicitar la ayuda, sino también en la necesidad de contar con preventas de distribución garantizadas para el proyecto. “Has de llevar una colección de intereses de precompra vinculantes, firmados y con cantidades especificadas en los documentos. Hasta que no tienes al menos siete, no eres suficientemente competitivo porque hay muchísimas productoras en Europa y si no juegas fuerte, te vas a quedar fuera. Contar con una distribución Europea cerrada es clave para acceder a las ayudas”, recalca.
Centrándonos en la cuestión de por qué no hay más productoras nacionales que se lancen a buscar este tipo de ayudas, las entrevistadas aluden a factores como el “desconocimiento”, la “complejidad de llevar a cabo el proceso de producción íntegramente a doble lengua”, la “falta de costumbre de integrar proyectos nacionales en entornos de clara vocación europea” o la “desconexión a nivel temático con otras culturas europeas, lo cual dificulta la coproducción”. En este sentido, la productora gallega añade que las empresas audiovisuales españolas deberían contactar más a menudo con MEDIA para solventar estos escollos. “Nos apoyamos muy poco en ellos para lo que nos pueden ofrecer, que no solo son ayudas económicas, también conocimiento de los mercados, redes de contactos…”.
A pesar de la complejidad del proceso, tanto Mamen Casal como Isabel Fernández afirman que la ayuda concedida por MEDIA ha sido fundamental para que sus respectivos proyectos hayan podido salir adelante y animan a otras productoras a seguir sus pasos. “Se trata de una ayuda que se basa en el potencial y contenido de tu producto, así que si te la conceden, supone para él -y por consiguiente, la productora- un prestigio muy alto, pasas a un estadio completamente diferente”, apunta Casal.
“El sello MEDIA no solo te ayuda a sacar adelante tu proyecto a nivel económico, también te facilita la posterior circulación a nivel de festivales, de canales, de circuitos de exhibición y distribución…que un producto cuente con el respaldo de una entidad como MEDIA pesa mucho a la hora de que se distribuya adecuadamente”, concluye Fernández.
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