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Claus Toksvig: «La enorme competencia nos obliga a contar las historias más grandes para destacar»

10 mayo, 2022

Ponemos fin a nuestra serie de entrevistas con expertos del sector de la animación y las nuevas tecnologías, en el Festival de Animayo, entrevistando a Claus Toksvig, CEO/Socio y productor de Nørlum Entertainment y especialista en coproducción internacional. 

Claus Toksvig

Claus Toksvig Kjaer es un productor de animación danés. Estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Aarhus, pero cambió de rumbo y se dedicó a la carrera de Dibujo Clásico y Animación en The Animation Workshop en Viborg.  Allí trabajó en una serie de cortometrajes después de graduarse, para luego unirse a Cartoon Saloon en 2006 como coordinador de producción en el programa de televisión de la BBC Skunk Fu!. Al regresar a Dinamarca en 2009, comenzó a dirigir una serie de proyectos científicos animados. Con el fin de atraer coproducciones internacionales a la región, Arsenalet lo contrató como productor de su clúster de empresas en octubre de 2011. Centrándose en la producción de largometrajes, se asoció con Nørlum Animation Studio en 2013 para coproducir películas como la nominada al Oscar Song of the Sea para Cartoon Saloon y Long Way North para Sacrebleu y Maybe Movies. Más tarde produjo el piloto de Eddie of the Realms Eternal para Amazon Prime y continuó en el ámbito OTT con la primera temporada de Big Hero 6: The Seriespara Disney.

La película de su productora, La estrella de los simios se convirtió en la primera coproducción oficial entre Suecia, Noruega y Dinamarca en 2019, la cual produjo casi simultáneamente con el retrato occidental de la legendaria Calamity Jane en Calamity (2020).

Cine&Tele: ¿Cómo valorarías la experiencia global que has vivido en Animayo?

Claus Toksvig: Había estado en España antes, en Barcelona, pero esta ha sido mi primera vez aquí en Gran Canaria y solo puedo decir que me llevo un recuerdo fantástico. Por una parte, me encanta el ambiente de la isla, las vistas al mar y el aire fresco. Y en lo que respecta al Festival, poder estar rodeado de tantos grandes talentos, artistas y profesionales de la industria de la animación es un regalo.

C&T.: Cuando regreses a Dinamarca, ¿qué proyectos vas a retomar?

C. T.: Tenemos tantos que prefiero no entrar en detalles, porque no podría mencionar todos ellos (risas). Lo que ha aportado gran relevancia a nuestro estudio en los últimos años han sido las coproducciones de animación con estudios de Francia, Bélgica, Irlanda o Estados Unidos, para Amazon Prime, por ejemplo. Ahora mismo queremos centrarnos en algunos proyectos propios, desarrollados por nosotros mismos, y alguna que otra colaboración con socios escandinavos, así que en los próximos meses estaremos “jugando en casa”.

C&T.: ¿Cuáles son las principales diferencias entre coproducir con estudios europeos y americanos?

C&T.: Son menos de las que crees. Las hay, pero al final el concepto siempre es el mismo: conseguir llevar una producción hasta su estreno con el mejor acabado posible. Donde más se nota el cambio es en el apartado financiero, porque los presupuestos en Hollywood son mucho más altos que en Europa. Pero también eso implica que se tarda más en conseguir el dinero que hace falta, y las producciones se dilatan más en el tiempo allí. Esas son las dos diferencias que realmente se notan

C&T.: ¿Permite mayor espacio a la creatividad trabajar con estudios independientes que con una major?

C&T.: Quizá ha sido así hasta ahora, pero las cosas están cambiando en ese sentido. Conozco grandes producciones que están ahora mismo en marcha, de mucho presupuesto, que están tomando muchos riesgos en cuanto a la libertad creativa. Estoy en un punto en el que también me puede atraer esa parte de tener un gran presupuesto y seguir teniendo gran libertad en cuanto a los parámetros y reglas de la producción. Sin embargo, es cierto que hay muchas películas de estudios grandes en las que eso no existe, al final dependerá de los inversores o el riesgo que quieran tomar las personas que incorporen al proyecto.

Mi filosofía de trabajo es la contraria, en lugar de elegir primero a los profesionales y luego darles o no la libertad creativa, primero me gusta definir claramente los conceptos de la película y después elegir a las personas adecuadas para ellos, las que mejor encajarán y serán capaces de desarrollarlos, porque así sentirán siempre que tienen mucha libertad. Por tanto, creo que al final todo se resumen a eso, en elegir a las personas más capacitadas para cada estilo y que se sientan a gusto porque así remarán a favor del proyecto.

En todo caso, como te decía, al final del día todos los productores somos iguales. Repasamos el trabajo que estamos haciendo y analizamos si lo estamos haciendo de la mejor forma posible para crear una gran película de animación. Solo que unos lo hacen con posibilidades más grandes y otros con menos. Así de fácil.

C&T.: ¿Se ha situado la animación como el área del cine más proclive para las coproducciones internacionales, debido a las posibilidades que ofrece el trabajo remoto?

C.T.: Definitivamente, la pandemia ha cambiado mucho los flujos de trabajo. En el ámbito de la animación, nos ha permitido comprobar que, efectivamente, podemos trabajar cada uno desde nuestra casa solo con un ordenador, el software adecuado y una buena conexión a internet. Realmente, el sistema funciona. Sin embargo, desde mi perspectiva, todavía prefiero los sistemas tradicionales en los que el equipo se puede reunir todos los días a trabajar juntos, hay algo bonito en eso y creo que se genera una creatividad más importante.

Pero está claro que nos hemos demostrado a nosotros mismos que es posible producir una película de animación trabajando completamente a través de remoto si la situación lo requiere. Algo que no han podido hacer durante estos últimos tiempos amigos míos, que se dedican a la acción real, porque obviamente no podías reunir a cientos de personas en un rodaje. En ese sentido, la animación es totalmente flexible y es una ventaja en el mercado.

C&T.: Una dinámica que se consolidará más, si cabe, cuando avancen tecnologías como el Metaverso y otras tecnologías similares…

C.T.: Tengo ganas de conocer ese nuevo escenario que, sin duda, va a tener lugar. Me considero un tipo bastante tradicional en cuanto a la animación, pero definitivamente estoy muy interesado y aprendiendo sobre todo esto. Pienso que aún no hemos visto nada, ni sabemos exactamente las posibilidades que tendrá, pero no puedo esperar a ver cómo ha cambiado el mundo de la producción dentro de diez años. ¿Cómo se relacionará la gente y cómo trabajaremos? ¿Estará cada uno en su casa, conectado con el resto del mundo online a través de una máquina de simulación virtual? ¿O seguiremos desayunando juntos, como lo estamos haciendo tú y yo ahora? Realmente me parece fascinante, nadie sabe cómo serán las cosas dentro de tan poco tiempo…

C&T.: ¿Por fin se ha superado la consideración tradicional de que la animación era algo hecho para niños?

C.T.: Sí, definitivamente. Esa percepción ha existido durante mucho tiempo y poco a poco la vamos superando. De donde yo vengo, en Escandinavia, hasta hace unos pocos años la animación estaba únicamente dirigida a los niños, poco a poco estamos empezando a ver un cambio. Nuestros modelos a seguir son Japón o Francia, donde la gente adulta consume animación o novelas gráficas, mientras que en Dinamarca solo lo hacían los más pequeños.

Está siendo muy útil para este cambio el hecho de que cada vez surgen más series de animación exitosas que no son para niños, como Arcane, en Netflix. Conozco a muchas personas que todavía no ven habitualmente animación porque la consideran para críos (lo que es muy habitual en todo el mundo occidental), pero su forma de pensar está cambiando poco a poco gratis a este tipo de títulos.

La animación no es un género, es una herramienta artística que permite contar todo tipo de historias, muchas de ellas tremendamente adultas. Incluso hay extremos que no se podrían alcanzar en acción real y sí se consiguen en animación, lo cual lo hace más atractivo y novedoso para gente experimentada.

C&T.: Ya que menciona a Netflix y Arcane, ¿cómo cree que afectará al mercado el retroceso sufrido por Netflix en el primer tramo del año?

C.T.: Bueno, es cierto que han perdido por primera vez suscriptores, pero hasta ahora todo les ha ido súper bien y han conseguido cambiar el modelo de negocio a nivel mundial. Una dinámica que ha potenciado la pandemia, porque la gente se ha acostumbrado más, si cabe, a ver los contenidos en casa. Ahora la gente puede salir a la calle y retomar sus actividades favoritas, así que creo que en parte ese retroceso también tiene esa causa.

Para mí fue revelador que una compañía como Disney lanzara su propia plataforma OTT. Eso quiere decir que siempre vamos a necesitar grandes contenidos, pero que la forma de distribuirlos y consumirlos ha cambiado enormemente y lo seguirá haciendo, así que lo que hoy es un estándar, dentro de cinco o diez años seguramente no lo sea. El consumo va a cambiar, pero también se avecinan las cifras de demanda y de venta más altas de la historia, por lo que nuestro trabajo seguirá siendo divertido y más exigente si cabe en ese contexto salvaje: La enorme competencia nos obliga a crear las historias más grandes para destacar como productores de animación.

 

*El festival Animayo Gran Canaria, cuenta con la colaboración del Cabildo de Gran Canaria, la Sociedad de Promoción de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, Fundación La Caja de Canarias, Gobierno de Canarias, Instituto Canario de Desarrollo Cultural, Teatro Guiniguada, Filmoteca Canaria y todas las instituciones, organismos, universidades, escuelas y empresas privadas patrocinadoras y colaboradoras de Animayo, desde hace 16 años, que convierten a Canarias en un suelo muy fértil para las nuevas generaciones.

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