Entre las actividades realizadas en los últimos días en la Seminci, cabe destacar especialmente la mesa redonda sobre distribución, a la que acudió Cine&Tele. En ella, además de elaborar un documento con conclusiones a partir de las reuniones mantenidas, dieron sus puntos de vista representantes de asociaciones como Adicine, FECE, Fedicine, CIMA, Próxima o Promio. En esta crónica también abordamos el resto de eventos de interés en los días pasados. Por Carlos Aguilar Sambricio
La Seminci no cuenta todavía con un área de industria como tal pero sí que lleva desarrollando desde hace años unas jornadas de distribución. Bajo la denominación ‘Encuentra tu distribución’, la organización reúne a los distribuidores españoles durante tres días para enseñar títulos de interés en busca de distribución.
Dentro de ese marco, hay un día, que en este caso fue el 26 de octubre, dedicado a reuniones a puerta cerrada y una mesa redonda en la que, además de comentar la situación del sector, se elabora un documento de conclusiones diseñado a partir de las reuniones de la mañana y lo hablado por la tarde.
La mesa redonda ‘La distribución del cine español’ fue moderada por Fernando Lara, antiguo director general del ICAA y de la Seminci, y contó con la participación de Lara P. Camiña, copresidenta de Adicine, Álvaro Postigo, presidente de FECE; Estela Artacho, presidenta de Fedicine, Cristina Andreu, copresidenta de CIMA, el diputado del PSOE Julio del Valle, Silvia Lobo, presidenta de Próxima, y Ramiro Ledo, presidente de Promio.
Lara P. Camiña, copresidenta de la asociación de distribuidores independientes Adicine, puso en valor el buen recorrido de algunas películas españolas, a pesar del contexto tan difícil: «Confiamos en que los éxitos de Alcarràs y Cinco lobitos se puedan repetir y que no sean excepciones”.
“Es esencial un plan promocional que sea común entre productores, distribuidores y exhibidores. Los cines están cada vez más activos desde la pandemia», añadió.
Álvaro Postigo hizo hincapié en varios asuntos que le preocupan, siendo el más importante la no recuperación de la asistencia desde la pandemia de COVID. En su opinión, es fundamental “reordenar el sector”. Aunque con dificultades, “el estatus anterior a la pandemia funcionaba pero se ha deshecho”.
A falta de un par de meses, se estima que la exhibición esté un 40% por debajo de las cifras de 2019 (bien es verdad que ese fue un gran año), con cifras de asistencia de algo más de 60 millones de espectadores. “En mi opinión, por debajo de los 80 millones, la exhibición no es rentable y no puede afrontar el futuro», aseguró.
Postigo también remarcó que el precio no es un problema puesto que, en estos momentos de inflación, el precio medio de una entrada (con datos de 2021) está por debajo de 2008. El presidente de FECE cree que es esencial hacer campañas para que las personas mayores vuelvan a los cines, puesto que muchos siguen preocupados con la idea de salir de casa y sobre todo a espacios cerrados.
El problema energético también fue uno de los focos de Postigo: “Nos afecta y mucho. La factura de la luz es impagable (…) Se están llegando a cerrar sesiones e incluso salas dentro de los complejos por esta cuestión”. El exhibidor apuntó que han solicitado a las instituciones una excepcionalidad fiscal para poder afrontar esta situación de crisis.
Aunque realmente luego en el debate no se abordó demasiado ese tema, el panel debía centrarse en el cine español. La representante de las grandes distribuidores, Estela Artacho (Fedicine) manifestó que para ellos no importa la nacionalidad: «No distinguimos entre una película española y una estadounidense cuando las comercializamos. A veces incluso las coproducimos. Intentamos promocionarlas al máximo».
La presencia de Cristina Andreu, copresidenta de CIMA, fue interesante porque aportó enfoques diferentes. Uno que habría que tener mucho la atención es la necesidad de incorporar guarderías en los cines para fomentar la conciliación y que el público adulto pueda acudir a las salas (no solamente para ver películas infantiles). En un contexto de aumento del consumo doméstico, es importante incentivar la salida del hogar facilitando las cosas en el caso de las familias.
Al hilo de películas exitosas dirigidas por mujeres, Andreu remarcó la cuestión legislativa: “Lo único que puede cambiar la idiosincrasia es la legislación. Todo lo demás son brindis al sol. En estos éxitos la cuota que hay para mujeres cineastas ha tenido mucho que ver. Hay que primar el talento, sí, pero cuando hay condiciones de igualdad”.
Precisamente los temas legislativos son la especialidad de Julio del Valle, diputado del PSOE en el Congreso. «La legislación es importante pero no sirve de nada si luego no hay dinero. La Ley de Presupuestos prevé para Cultura 1.800 millones, la cantidad más alta de la Historia, y ese es el mejor acompañamiento para una ley», afirmó.
Silvia Lobo de Próxima hizo un análisis interesante, en relación a cómo ha cambiado la situación desde 2019: «No podemos exigir siempre un estreno theatrical de 3 pases diarios porque tras la pandemia en las salas hay a veces muy pocos espectadores”.
En ese sentido, indicó que también hay que apostar por modelos de pases únicos. “Tiene que haber estrenos ad hoc y saber a cuántos espectadores realmente puedes acceder», comentó Lobo. No obstante, tampoco se puede tener de “feriantes” a los cineastas, viajando por el país presentando las películas, entre otras cosas por el gasto que supone en P&A.
La presidenta de Próxima quiso ser constructiva con soluciones con esta nueva dinámica: “Necesitamos un fortalecimiento institucional a salas alternativas, como filmotecas, universidades o museos, o espacios cultuales a nivel local. Por otro lado, premiar a las salas comerciales que exhiban este tipo de películas, al igual que la producción o la distribución, por el riesgo añadido de programar estas pelis”.
En este último punto, Ramiro Ledo (Promio) puso el acento en su intervención. «España es el único país de nuestro entorno donde no están apoyadas, desde las políticas públicas, las salas que apuestan por un cine de mayor diversidad cultural», afirmó.
Al no haber la categoría de películas de arte y ensayo, no hay todavía una herramienta que permita ayudar a los exhibidores que están en mayores dificultades. “Cada vez que hay un cambio tecnológico fuerte, como el paso de los formatos analógicos a los digitales, sin políticas de apoyo hay empresarios que no pueden asumir la inversión para la sustitución de su maquinaria, por ejemplo”, señaló.
Estas salas arthouse están reforzando la promoción para subsistir y “suelen tener complementos al trabajo de las distribuidoras, como programas de fidelización o sus propias acciones de comunicación”. A pesar de ello, los ciudadanos se están quedando sin salas en sus municipios, salvo las que están en el extrarradio o centros comerciales.
Un clásico en estos debates es la idea de que se hacen demasiadas películas en España y que muchas no se estrenan en salas o de manera residual. Es una idea antiquísima a la que se dedicaron muchos minutos a pesar de que, como señaló Adolfo Blanco de A Contracorriente Films, en el resto de países pasa lo mismo y es natural que no todas las películas tengan un plan de distribución que se centre en las salas como principal lugar de exhibición, sobre todo en el caso de los numerosos documentales existentes. Además, quién y bajo qué criterios pone límite a la producción. Precisamente la distribución y la exhibición ya ejercen el pertinente filtro, como ‘prescriptores’ para la población.
Después de las preguntas del público, se leyeron las conclusiones y se dio pie a los profesionales para ver si tenían objeciones. Hubo un punto, el número 3, que expresaba que «Las distribuidoras independientes salvaron las salas de cine durante la pandemia», que desembocó en un encendido debate, surgido de la oposición de Estela Artacho de Fedicine porque se negaba a aceptar dicha conclusión, señalando que las majors también fueron fundamentales, aunque se cancelasen o retrasasen muchos estrenos.
Aunque durante la mesa no se llegó a un consenso y se cerró con regusto amargo, finalmente se elaboró un nuevo documento con acuerdo de todas las partes. Puedes leer las conclusiones a través de este enlace.
Otras actividades de interés en Seminci
Como conmemoración del centenario del nacimiento del mítico actor español José Luis López Vázquez, Seminci acogió la presentación de la reedición del libro ‘José Luis López Vázquez: Los disfraces de la melancolía’. Escrito por Eduardo Rodríguez Merchán y editado en 1989, ha sido completado ahora por Alba Gómez García.
“Lo mismo que dije en el homenaje a Juan Antonio Bardem, me parece impresentable que las autoridades no hayan organizado un gran homenaje a José Luis Vázquez, una figura central del cine español”, señaló el director de la Seminci, Javier Angulo, sobre un intérprete que trabajó en 262 películas.
“Se ha revisado la edición y se ha completado la trayectoria vital y profesional, porque mi padre murió en 2009. Alba Gómez García ha hecho un trabajo maravilloso, muy bien documentado. Hay imágenes inéditas, hay escritos suyos… hay que leerlo. Alba, que es un ratón de biblioteca, ha respetado el texto de Rodríguez Merchán y luego ha tenido muchas conversaciones conmigo, le he facilitado mucho material que ella ha estudiado y desmenuzado en tiempo récord para elaborar un apéndice o segunda parte magnífica”, explicó el hijo del actor, José Luis López Magerus, que desveló que la película de la que más orgulloso se sentía de su filmografía a su padre era Mi querida señorita.
Por la noche el Teatro Zorrilla acogió 50 minutos de los 90 que tendrá finalmente el documental José Luis López Vázquez: ¡Qué disparate!, que contó con la presencia de Roberto J. Oltra y José Luis López Magerus, director y coguionista, respectivamente. Los creadores están trabajando a destajo en la postproducción para llegar a tiempo a la fecha de estreno programada para el 17 de noviembre en Movistar+.
“Yo a mi padre le planteé hacer un documental hace muchos años pero se espeluznó, no quería saber nada. Ahí se quedó. Hace tres años lo puse en marcha de nuevo. Ha sido muy duro porque no hemos tenido apoyo ni ayudas institucionales. Es un hito y un referente durante décadas pero el documental también ahonda en sus facetas desconocidas, como sus inicios como dibujante, figurinista, cartelista, diseñador gráfico o escenógrafo. Todo converge e influye para una personalidad de gran riqueza”, nos apunta en exclusiva José Luis López Magerus.
¿En qué consiste el documental? “Hay charlas que yo he establecido con compañeros suyos como actores, directores, historiadores y técnicos, es decir testimonios directos, más una batería de 60 o 70 películas de archivo que dan sentido a una narracción, hay una voz en off de José Luis López Vázquez de las conversaciones que mantuvo con Rodríguez Merchán, que se han limpiado. También hay material de Súper-8 que rodó él e imágenes. Es ameno y tiene una música preciosa de Juan Antonio Simarro”, nos desveló el hijo del actor, que también ha querido destacar la colaboración de Enrique Cerezo para las imágenes de las películas que se muestran.
El otro libro presentado estos días que atrajo los focos fue De marzo a marzo. La industria cinematográfica en España durante la pandemia, presentado por Unión de Cineastas y escrito por Marta Tarín. Son 184 páginas que abordan la situación de la industria cinematográfica española durante la emergencia sanitaria (cierre de los cines, paralización de rodajes, retraso de estrenos). Hay declaraciones y opiniones de más de 40 agentes del sector consultados para tratar diversas cuestiones: ¿Cómo afectan los nuevos protocolos sanitarios a los distintos departamentos involucrados en una producción?; ¿ha cambiado definitivamente el modelo tradicional de ventanas de exhibición?; o ¿cómo ha evolucionado el comportamiento de los espectadores en el consumo de películas?.
En estas jornadas se celebró la Gala del Cine Español, que provocó el desfile por la alfombra verde en el Teatro Calderón de algunos de los rostros conocidos del cine español, empezando por las Espigas de Honor que se entregaron esa velada a los directores Fernando Colomo y Manuel Gutiérrez Aragón, la actriz Victoria Abril y el productor Andrés Vicente Gómez. También acudieron al evento el director del festival, Javier Angulo, la concejala de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid, Ana Redondo, y el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, así como los encargados de hacer entrega de los galardones: el escritor Manuel Vicent y el distribuidor Enrique González Macho, que han entregado el premio a Manuel Gutiérrez Aragón; el actor Karra Elejalde, a Fernando Colomo; el productor Antonio Saura y el director de fotografía José Luis Alcaine, a Andrés Vicente Gómez y el actor Imanol Arias, que se lo dio a Victoria Abril.
Avelina Prat fue también protagonista de esa jornada de celebración. La gala concluyó con la proyección de su ópera prima en el largometraje, Vasil, que compite en Sección Oficial, precedida por su corto Son.
Otra gala que hay que destacar es la Gala UNESCO Valladolid City of Film, que celebraba la designación de Valladolid hace tres años en la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO como Ciudad de Cine. El Teatro Zorrilla acogió la proyección de Voy a pasármelo bien, y congregó a autoridades como la concejala de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid, Ana Redondo; la responsable del Área de Promoción Turística y Focal Point de Burgos Ciudad Creativa de la Gastronomía UNESCO, Raquel Puente Robles, y Gary MacMahon, director del desarrollo económico, comunidad y cultura del Ayuntamiento de Galway (Irlanda).
Uno de los mejores cineastas del mundo, el rumano Cristian Mungiu, ha estado en Valladolid. Además de ser merecedor de un ciclo, el director impartió una clase magistral. “Intento hablar de la naturaleza humana, pero sin imponer mis propias conclusiones”, expresó el ganador de la Palma de Oro en Cannes con 4 meses, 3 semanas, 2 días. “Tengo unos personajes que, como todas las personas, son ambiguos, no son coherentes cien por cien (…) Si una película es verbalmente interpretable solo de una manera unidireccional, no es buena”, indicó.
La otra masterclass de nivel de este año ha sido la del irlandés Jim Sheridan, autor de obras como En el nombre del padre, En América, Mi pie izquierdo o The Boxer. Durante el acto subrayó que “transmitir las emociones en el cine es lo más difícil, pero también lo más importante”. En este sentido, “en el cine hay dos mundos: el visual, con marcas en el suelo, luces… en el que hay mucho control, y otro emocional”.
Hablando de este país, otra de las actividades interesantes de estos días fue la mesa redonda del cine en Irlanda, país invitado de esta 67 edición de la Seminci. La sala Miguel Delibes del Teatro Calderón acogió este debate, en el que participaron Jim Sheridan, cineasta y Espiga de Honor de la 67º Seminci; Javier Rueda, de la Revista Caimán; Mick Hannigan, director del Festival de Cork; Colm Bairéad, director del filme The Quiet Girl; Eleonora Melinn, programadora del Irish Film Institute, y Gary McMahon, concejal de Cultura de la ciudad de Galway, moderado por Teresa Lavina, Jurado de Doc. España en esta edición.
La evolución del cine irlandés se explica a través del aumento del presupuesto dedicado a ello. Sheridan se acordó de lo difícil que era financiar cine en la época de Mi pie izquierdo y cómo ha mejorado en los últimos lustros. Gracias al programa 481, tienen una deducción del 32% fiscales que supone un 25% del presupuesto total de una película. Si en una producción el presupuesto es de 4 millones, tienes uno de ayudas y otro de ventajas fiscales. A pesar de ser un país con mucha mayor población, España tiene actualmente 67 millones de euros anuales en ayudas al cine, por 200 para el cine irlandés. Recordemos aquí las palabras del exminitro de Cultura José Guirao, que decía que no había que compararse con Francia, sino con Irlanda.
Valladolid es una tierra de gran nivel gastronómico y este año se ha inaugurado la sección Cine Gourmet, dedicada al cine con historias sobre gastronomía y vino, en formato documental o en ficción. Además, en esta edición se entregó la Espiga de Honor al bodeguero vallisoletano Mariano García, un referente internacional.
Por último, queremos destacar la proyección de un gran clásico del cine español en versión restaurada: La aldea maldita de Florián Rey. El artista y productor musical Raül Refree fue el encargado de componer e interpretar los temas musicales que acompañaron la proyección, que presentó 12 minutos de metraje inéditos que se suman a los 62 ya restaurados por Filmoteca Española. El Centro Cultural Miguel Delibes acogió el pase, uno de los que han tenido lugar en esta edición en ‘Por amor al cine’, junto a como Jamón, jamón, Nanook, el esquimal o Vivir su vida.