En Cine&Tele llevamos reclamando, desde el inicio de la pandemia, un plan público fuerte para salvar a los cines, especialmente a pequeños empresarios que han tenido que afrontar desde entonces dos enormes crisis, la sanitaria y la energética. Las exiguas ayudas públicas y la gran desigualdad de trato de las autoridades locales según el territorio están contribuyendo a la debacle del sector. La última víctima ha sido el mítico Cine Cervantes en Sevilla.
Sin actividad desde el confinamiento de marzo del 2020, el Cine Cervantes, perteneciente al circuito Unión Cine Ciudad y situado en la sevillana calle del Amor de Dios, no ha podido superar los efectos de la pandemia de COVID, según han publicado medios locales como El diario de Sevilla o ABC Sevilla. La lenta recuperación de la asistencia y los altísimos costes energéticos derivados de la invasión de Rusia a Ucrania no han permitido que esta fundamental sala pueda volver a abrir.
Esta situación ha provocado una pérdidas y deudas inasumibles, sobre todo teniendo en cuenta la falta de ayuda de las distintas instituciones públicas, que debían haber tenido en cuenta la pérdida de patrimonio que su inacción podía ocasionar.
Se desconoce todavía el futuro para este inmueble. El edificio está declarado desde 2020 Bien de Interés Cultural hace dos años por la Junta de Andalucía, a instancias del Ayuntamiento de Sevilla, por su valor histórico, artístico, etnográfico y social, ya que es una sala que fue construido en 1873, bajo el nombre de Gran Teatro Cervantes.
Se trata de la sala de proyecciones más antigua de Sevilla, erigiéndose en la actualidad como el único gran espacio para el cine en el centro histórico de la ciudad y que además mantiene gran parte de sus elementos originales.