El director ha anunciado en el Festival de Cine de Sevilla, que está teniendo lugar estos días en la capital andaluza, que está trabajando con Agustín Díaz Yanes en el guion que adaptará el libro del periodista y escritor.
Juan Antonio Bayona está desarrollando un nuevo proyecto basado en A sangre y fuego, uno de los grandes libros del periodista y escritor sevillano Manuel Chaves Nogales y considerado por numerosos especialistas como lo mejor que se ha escrito en nuestro país sobre los trágicos días de la Guerra Civil española. El cineasta realizó el anuncio en el marco del Festival de Sevilla, donde participó ayer domingo, 6 de noviembre, en el Teatro Lope de Vega en una nueva sesión del ciclo Voces Esenciales.
Bayona añadió que en este momento está trabajando con Agustín Díaz Yanes en el guión que adaptará el libro de Chaves Nogales. Se trata, confesó el responsable de títulos como El orfanato (2007), Lo imposible (2012) o Un monstruo viene a verme, de un proyecto en el que lleva “varios años trabajando” y de especial significado sentimental para él, pues su padre, originario de la localidad de Osuna, es sevillano, al igual que lo fue el gran periodista y escritor fallecido en el exilio en Londres en 1946.
El cineasta explicó que descubrió A sangre y fuego hace años y le interesó “especialmente la visión humanista” que Chaves Nogales plasmó en los relatos que componen el libro, cada uno de ellos, como especificó en su día el propio Chaves, “extraído fielmente de un hecho verídico”. Convertido hoy en un auténtico clásico de la literatura española del siglo XX tras varias décadas de olvido, el libro fue escrito en Madrid –donde el autor ejercía en aquellos días de director del periódico Ahora– entre los años 1936 y 1937 y se fue publicando en sucesivos entregas en distintas revistas internacionales.
Bayona desveló también que lleva ya algún tiempo en contacto con la familia del escritor y que llegó a conocer personalmente a su hija Pilar, fallecida en 2021 a los 101 años y a través de la cual pudo tener acceso a testimonios de gran valor sobre la figura y la obra del autor.
Antes de realizar este anuncio, en conversación con el periodista Gerardo Sánchez, director del programa de La 2 Días de Cine y con Charo Ramos, periodista y coordinadora del ciclo, Bayona compartió con los espectadores algunas de sus experiencias como director y cinéfilo. “Cuando era muy pequeño, se hacían ciclos de televisión, sobre Hitchcock o Truffaut o Kurosawa o Spielberg… Y yo los disfrutaba por igual, eran películas de autor, y eran películas accesibles. Cada semana descubrías cosas y la figura del director de cine estaba muy presente en cabeza desde muy pequeño, aunque a decir verdad yo sobre todo quería ser Superman, me pasaba el día tirándome al sofá con una toalla como si fuera una capa”.
“Mi madre es de Jaén y mi padre de Osuna, ambos emigrantes en Cataluña, en la periferia de Barcelona”, recordó el director. “Mi padre era pintor pero no pudo estudiar, no tuvo esos recursos, y al final acabó pintando casas, pero siempre tuvo esa veta artística, en casa pintaba siempre y también era muy cinéfilo. De esa experiencia me acordé mucho al hacer Un monstruo viene a verme”, evocó. “Viendo empecé a comprender que me interesaba mucho menos la realidad que el cine, y en torno a él yo articulé mi realidad, encontré un refugio. Yo no recuerdo un momento en que decidiera ser director de cine: siempre estuvo ahí, era una vocación total”, relató.
Bayona firmó sus primeros trabajos en el mundo del videoclip, con trabajos para Camela u OBK, siempre muy presente porque su hermano era el presidente del Club de Fans de Depeche Mode en España. “Fue una escuela para mí. Siempre me han fascinado Spielberg y Polanski, directores que prácticamente abordan un género distinto en cada película que hacen. Así que yo en los videoclips vi una oportunidad de hacer mis propias peliculitas”.
El director, que ha conquistado un lugar propio en el cine europeo y el de Hollywood, entre la realidad y la fantasía, defendió la importancia de la “intuición, de esa especie de sabiduría no articulada” a la hora de hacer cine. “La historia que cuento en Lo imposible me emocionaba mucho en un punto en concreto, y hacer la película fue para mí una manera de intentar averiguar por qué sentía esa emoción tan grande. Estoy convencido de que cuando conectas con lo más profundo tuyo, con algo que sientes de verdad, conectas también con el público”.
En sus proyectos, de enorme relevancia internacional, Bayona conjuga el virtuosismo narrativo con la emoción, y aunque hoy sea una estrella internacional, que trabaja en Hollywood, al principio tuvo que lidiar con las dudas ante la responsabilidad de proyectos y presupuestos gigantescos. “Lo imposible fue muy duro en ese aspecto, todos los días sentía que tenía que demostrar que podía hacerlo”.
“Para mí el cine es indisociable de la noción de asombro”, afirmó el director. “La fantasía no se trata de efectos especiales, sino de algo dentro, algo muy arraigado –ha añadido–. Muchas veces un monstruo e incluso un tsunami, en una película, son sólo mcguffins. A mí lo que me interesa del cine son las historias extraordinarias para gente corriente”.
Tras su incursión como coproductor y director de dos capítulos de la serie El señor de los anillos: Los anillos del poder (2022), basada en la obra de J.R.R. Tolkien y estrenada mundialmente por Prime Video, Bayona se encuentra ahora rodando el largometraje La sociedad de la nieve, basado en el libro homónimo de Pablo Vierci. El film, rodado en español, narra la historia del vuelo Uruguayan Air Force 571, en el que viajaba un equipo de rugby que en 1972 se estrelló en un glaciar en los Andes.