El Congreso de los Diputados ha aprobado la Ley para el establecimiento de gravámenes temporales energéticos y de entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito, y por la que se crea el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, y se modifican determinadas normas tributarias que afectan directamente a las deducciones que aplican a rodajes internacionales.
La nueva normativa incorpora como disposiciones finales tres modificaciones sustanciales a los apartados 1 y 2 del artículo 36 del Impuesto de Sociedades que regulan los incentivos fiscales a las producciones audiovisuales en España, a partir del 1 de enero de 2023:
–Se incrementa el límite de deducción de 10 a 20 millones de euros por producción (art. 36.1 y 36.2)
-En el caso de series audiovisuales, la deducción se determinará por episodio y el límite será de 10 millones de euros por episodio (art. 36.1 y 36.2)
-Se elimina el límite de 100.000 euros por persona en los gastos en personal creativo (art. 36.2)
Se establece una cláusula suspensiva de su aplicación para proceder al cumplimiento de las obligaciones de notificación a la Comisión Europea de las modificaciones efectuadas y su oportuna contestación acerca de su compatibilidad con el derecho de la Unión Europea.
Estos cambios representan una mejora sustancial de la competitividad de España como destino de rodajes e inversiones audiovisuales, y permitirá atraer grandes producciones a España e incrementar el tiempo de rodaje en nuestro país, y por tanto el gasto, de las que nos eligen como destino.
En particular, la mejora del incentivo a las series audiovisuales posiciona a España como el destino más atractivo de la Unión Europea, y uno de los mejores del mundo, para para este tipo de producciones.
Los rodajes cinematográficos y audiovisuales de todo tipo generan un extraordinario impacto en la economía de los territorios que los acogen. Tienen importantes efectos sobre sectores económicos muy diversos: industria audiovisual, turismo y servicios de variada índole y por tanto, sobre el empleo, la economía y la riqueza de un país, además de contribuir a la difusión de su marca y a la atracción de visitantes.
Su efecto multiplicador es incuestionable y ha sido testado a través de numerosos estudios internacionales. Por tal razón, en la mayoría de los países de nuestro entorno la rentabilidad económica que genera en un territorio la producción y rodaje de obras audiovisuales, particularmente las grandes producciones internacionales, ha traído consigo el desarrollo de políticas fiscales específicas encaminadas a su captación.
Se cumple así uno de los grandes objetivos en materia fiscal de Spain Film Commission, que defendía la subida del limite de deducción para competir en la captación de las grandes producciones internacionales. La entidad ha desarrollado desde 2014 una constante actividad para convencer a los grupos parlamentarios de la necesidad de mejorar esta herramienta fiscal. El primer hito fue el establecimiento del incentivo fiscal a las producciones internacionales en 2014 y, con posterioridad, sus sucesivas mejoras en 2017 y, en especial, en mayo de 2020 durante la pandemia por la COVID.