El sector cultural español, protagonista en Bruselas

Representantes de las principales industrias culturales explicitan en el Parlamento Europeo las políticas y acciones llevadas a cabo en España para proteger los contenidos en la red.

El éxito de las medidas adoptadas en nuestro país por los poderes públicos y los creadores e industrias culturales fue protagonista el pasado martes, 31 de enero, en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas.

Las iniciativas desarrolladas en España en los últimos años para reducir el acceso ilegal a contenidos digitales han dado buenos resultados, como demuestran los datos del Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2021, que confirmaron una caída en cifras absolutas, por séptimo año consecutivo, de la piratería en Internet. De hecho, en 2021 el descenso fue del 8% con respecto al ejercicio anterior y desde 2018 se ha producido una reducción acumulada del 20%.

La sede parlamentaria europea acogió la mesa redonda “Las mejores prácticas en la lucha contra la piratería en Internet: el caso de España”, auspiciada por el eurodiputado socialdemócrata Ibán García del Blanco, coordinador del Comité de Asuntos Legales (JURI) y miembro del Grupo de Amistad de los Creadores Culturales (CCFG, en sus siglas en inglés) del Parlamento Europeo, en que tomaron parte Adriana Moscoso del Prado, directora general de Industrias Culturales, Propiedad Intelectual y Cooperación del Ministerio de Cultura y Deporte; Alexis Georgoulis, miembro del Comité de la Cultura y del CCFG del Parlamento Europeo; y Carlota Navarrete, directora general de La Coalición de creadores e industrias de contenidos.

Además, la Sala Spinelli, en donde celebró este trascendental encuentro, contó con la presencia de las principales industrias culturales españolas, personalizadas por Antonio Guisasola, presidente de PROMUSICAE; Estela Artacho, presidenta de Fedicine; Javier Gutiérrez, director general de VEGAP; José María Moreno, director general de AEVI, y otros representantes de CEDRO y de SGAE, quienes arrojaron luz sobre los desafíos futuros en los sectores de la música, el cine, las artes visuales o los videojuegos.

Cambio de paradigma

Según Ibán García del Blanco, “este debate ha supuesto una magnífica ocasión para intercambiar con los numerosos asistentes, (entre los que se encontraban diversos representantes de las principales industrias de contenidos, de los creadores, de la Comisión, del Consejo y del Parlamento europeos, que en estas fechas tienen que abordar diferentes asuntos de calado sobre estas cuestiones), las iniciativas promovidas en el caso español, en relación con el respeto a los derechos de propiedad intelectual de los creadores del sector cultural y creativo, como sector estratégico para nuestro país y, por extensión, la Unión Europa, que tiene además el intangible de la Diversidad Cultural en su ADN”; “No debemos olvidar 2 que hace tan sólo 10 años, España, era uno de los focos de mayor piratería del mundo y el camino recorrido hasta hoy es un ejemplo de colaboración, perseverancia y voluntad del Gobierno, el Parlamento y el sector por cambiar el paradigma”. Las intensas intervenciones fueron seguidas con gran interés, y han provocado un importante impacto en la comunidad creativa e institucional tras el acto.

Como subrayó Carlota Navarrete, estamos ante un momento decisivo: “Hay una gran oportunidad para continuar trabajando en el establecimiento de un equilibrio en el ámbito digital. La estrecha colaboración entre los distintos poderes públicos y el pujante sector privado ha favorecido que la sociedad entienda la importancia estratégica que tiene la protección de la Propiedad Intelectual para el futuro de la cultura y de lo que esta conlleva en términos de competitividad, economía, empleo, etc.”. La directora general de

La Coalición aprovechó para insistir en la necesidad de no perder la ocasión, en esta favorable coyuntura, de consolidar y blindar un modelo y unas normas que “nos darán riqueza y oportunidades en la creciente sociedad digital. Entre todos debemos conseguir un ecosistema digital prospero, pero equilibrado”.

Navarrete quiso destacar la actuación del Ejecutivo español en estos años, “pues ha sabido entender la relevancia de lo que nos jugamos, implementando cuestiones tan importantes como la incorporación de los enlaces, la actuación contra los servicios anónimos, el acuerdo de autorregulación para agilizar una acción efectiva, etc.”.

Su argumentación la recogió Adriana Moscoso del Prado, quien, reconoció el esfuerzo del sector y de su equipo en el Gobierno en pro de impulsar medidas, además, de resaltar el valor de las industrias culturales en la generación de riqueza (3,2% del PIB) y empleo (3,4%) y en su proyección de futuro, puso el acento en los retos venideros, que pasan por “continuar avanzando en la lucha contra la vulneración de la propiedad intelectual en la red a través del reforzamiento del compromiso de todas las partes implicadas, públicas y privadas, en este fin”.

Ibán García del Blanco, que ya había iniciado la mesa haciendo alusiones en ambos sentidos quiso destacara que “ Erradicar una lacra social. Los intervinientes destacaron, por último, que, a pesar del efectivo trabajo realizado hasta la fecha, aún queda mucho por hacer para erradicar esta lacra que perjudica gravemente al sector cultural. De hecho, Javier Gutiérrez, de VEGAP, recordó que los creadores de obras visuales son, a un mismo tiempo, “autores y empresarios de empresas unipersonales o pequeñas sociedades, por lo que la piratería les genera un daño de doble importancia. No podemos permitir que siempre se vulneren los derechos de los más debiles”.

Para Antonio Guisasola resulta básico “no bajar la guardia, porque sigue resultando primordial garantizar que la creación musical se respete y apoye por el público, pero también por los poderes públicos mediante un respaldo decidido y sin fisuras”.

Para Estela Artacho, de Fedicine, el audiovisual debe ser contemplado como un sector estratégico. A su juicio, las diferentes y nuevas formas de vulneración de los derechos de propiedad intelectual han de ser combatidos desde “la educación y la concienciación de los espectadores desde la propia infancia, haciéndoles entender que si consumen obras audiovisuales de forma legal se puede garantizar la continuidad de una creación que nos emociona, enriquece y entretiene”. José María Moreno, resaltó que “solo en nuestro país el videojuego es una industria que factura alrededor de 1.800 millones de euros, lamentablemente, sigue siendo una de las industrias culturales más afectadas por la piratería y reconocemos al Gobierno los avances pero seguimos reclamando más recursos”.

Finalmente, Lucía Pastor, responsable de Antipiratería de CEDRO, incidió en el daño que los canales de mensajería instantánea y las redes sociales ocasionan al sector editorial de libros, periódicos, revistas y partituras, reclamando un entorno seguro desde la tecnología, pero también desde la educación: “la piratería se combate con tecnología y se previene con formación”.

Solo en 2021, el perjuicio de la piratería para las industrias culturales españolas fue de 2.271 millones de euros. Un daño que también repercutió en las arcas públicas, que dejaron de percibir 653 millones. El otro gran perjudicado ha resultado ser el empleo, pues la piratería ha impedido la creación en 2021 de 112.299 empleos.