CREA SGR sigue batiendo récords. Si el año pasado celebraban que el 2021 había sido el mejor de su historia, el año 2022 lo ha superado claramente. Si entonces formalizaron avales por un valor de 153 millones de euros, en este caso han llegado a casi 190 M €. Aprovechando este gran dato y que acaban de renovar su página web, Cine&Tele ha entrevistado a su director general, Rafael Lambea; a su director del Área de Audiovisual y Deporte, Pedro Martín; y a la directora del Área de Industrias Culturales. Por Carlos Aguilar Sambricio
Cine&Tele: Acabáis de renovar vuestra página web. ¿Qué se ha cambiado e incluido y qué buscabais?
Rafael Lambea: La idea era hacer una web mucho más interactiva e interesante para el cliente. Es muy cercana al modelo de web de banco. Una vez que tienes tu aval, puedes entrar a tu zona de socio, donde vas a ver tus garantías, tus avales, las operaciones pendientes…
Aparte, queríamos modernizarla y que se vean todos los proyectos en los que hemos participado, tanto del sector audiovisual como el sector cultural. En definitiva, hacer una web de cara al socio y también de cara a la futura empresa que quiere ser socia de CREA SGR para que pueda ver todas las condiciones y lo que le podemos ofrecer. La verdad es que está funcionando muy bien.
Mónica Carretero: Es muy práctica, muy visual, muy del sector en el que estamos y más alejado del perfil aburrido que suele haber en el sector financiero. También nos permite que puedan tramitar las solicitudes directamente a través de la web. Ofrecemos una transparencia alucinante y cubre todo. El que quiera ver una cosa en concreto, va a ir a eso y el que vaya a ver si le encajamos o qué hacemos, lo va a encontrar también.
C&T: El año pasado, en una entrevista que os hicimos, nos dijisteis que el 2021 había sido el mejor de vuestra historia. Acaba de terminar el 2022, ¿qué balance hacéis de los avales realizados y las cifras de operaciones?
R.L.: Había un periodo de incertidumbre tremendo en el 2021 y al final ya no nos acordamos. Al final del 2021 estábamos otra vez con la pandemia y no sabíamos nada de cómo iba a evolucionar esto. No podíamos imaginar que la evolución fuera a ser tan positiva. En 2022 hemos dinamitado todas las cifras, hemos llegado casi a 190 millones de euros en avales y esto demuestra que el sector ahora mismo está en un momento muy interesante. En negocio, plataformas, películas, industria cultural, cine, seres, música, teatro… Ha sido una explosión después de la pandemia, una especie de locura.
C&T: Claro, vosotros sois de los primeros que notáis cómo se ha ido gestando el boom de producciones…
R.L.: Claro, nosotros somos los primeros que lo estamos notando. A medio plazo todo el mundo habla de esa posible burbuja de producción que, tarde o temprano, se tendrá que dar. Pero en el caso de que pase, porque lógicamente tendrá que pasar que disminuyan las producciones de las plataformas, España se ha convertido en un país muy atractivo para rodar. Entonces, lo que va a ocurrir es que luego veremos el trasvase de rodajes de otros países aquí a España por costes y calidad de servicio, lo que nos hace ver que este negocio va a tener todavía bastante tirón durante muchos años.
C&T: De hecho, en cuanto a inversión privada en audiovisual, ¿cómo valoráis la reciente aprobación del aumento del límite de devolución tanto en películas como series?
R.L..: Ese cambio que hubo a final de año nos tuvo en vilo a todo el sector. La verdad es que ha sido la guinda para el sector, que no va a parar de crecer porque ahora ya ha quedado todo perfectamente claro. Los porcentajes de desgravaciones son muy interesantes, ya son competitivos con respecto a Europa, y yo creo que este sector no va a hacer más que crecer durante un tiempo.
C&T: Vosotros también ayudáis a las productoras para hacer la inversión privada. Últimamente ha surgido el contrato de financiación. ¿Vosotros cómo veis las alternativas que ahora mismo se presentan para los productores?
Pedro Martín: También lo hacemos. Ahora mismo damos la doble acción. Podemos hacerlo por la vía del Artículo 36.1 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades que es adelantar el incentivo fiscal del inversor que entra en diciembre o cuando califique la película. Eso se lo anticipamos al productor sin saber quién es el inversor. Es muy fácil darlo si sabes quién va a invertir pero nosotros el acuerdo que tenemos con los distintos estructuradores financieros es que anticipamos sin saber quién va a ser el que va a meter el dinero en diciembre. Porque no lo saben ni ellos, tienen un estimado en función de sus clientes. Entonces, nosotros avalamos esos préstamos sin saber quién va a estar detrás.
Luego, por la vía del artículo 39.7 para el contrato de financiación que también hemos empezado a ver cómo funciona en los dos años que lleva. El primer año hicimos 2 operaciones de avales y el segundo unas 10 operaciones así que la verdad es que muy bien
C&T: ¿A vosotros os consultan o ya vienen con el despacho de abogados?
P.M.: Hay de las dos. Principalmente, como los estructuradores también son ya muy proactivos, son ellos los que hablan directamente con las productoras. Luego sí que tenemos también el modelo de productor pequeño que no sabe tanto con quién hablar para los incentivos y nosotros se lo canalizamos en función de los que tenemos o en función de tema geográfico. Si es en Canarias tienes estas funciones, en País Vasco tienes estas otras… Entonces ahí sí que les direccionamos.
C&T: Los inversores siempre han visto con recelo al cine. ¿Se ha conseguido ya cambiar esa percepción?
R.L.: Yo creo que sí. Ha costado años pero ahora mismo hemos conseguido romper ya esa reticencia del dinero privado, que siempre tienen mucho miedo. El inversor siempre busca el riesgo cero
C&T: Claro, pero en realidad el sector es bastante fiable. Su tasa de falencia es muy baja.
R.L.: Claro, pero necesitaba demostrarse a lo largo de unos años, bastantes años, que el sector era fiable. El problema era la imagen poco fiable que había de este sector. Nosotros hemos demostrado a lo largo de nuestra experiencia que era errónea porque el sector cultural tiene un margen de falencia o de fallidos muy bajo. El problema era que no se sabía dar el producto que necesitaban en el sector. A los inversores le pasó tres cuartos de lo mismo, necesitaban saber que este sector era fiable…
P.M.: Si, pero en septiembre se cayó todo.
R.L.: Claro. El miedo ha sido por los problemas legislativos y la seguridad jurídica. Una vez que al final de 2022 quedó garantizada, los inversores ya han perdido totalmente ese miedo, tanto del sector audiovisual como el sector cultural. Ahora ya sí que hay inversores que entran con toda la tranquilidad del mundo.
M.C.: El espectáculo en vivo es el que da derecho a la entrada, con unos límites menores, pero yo creo que cada vez se está implantando más. El audiovisual es el hermano mayor y luego va el resto. Es muy interesante porque ya están entrando.
R.L.: Todos los musicales que tenemos en la Gran Vía tienen inversiones fiscales.
M.C.: Cuesta entrar pero es verdad que, a nivel de inversores, el que prueba, repite.
R.L.: También hay que recordar que hay muy pocas posibilidades de desgravación fiscal, quitando estas y el I+D, y hasta el I+D también ha tenido problemas legislativos. Por lo tanto el inversor tampoco tiene muchas opciones de donde poder elegir.
C&T: La clave está en romper esa barrera, ¿no?
R.L.: Ha pasado siempre eso. Ha habido mucha reticencia y en el momento en que una empresa rompe esa barrera y arriesga, ya es una empresa asegurada para el resto de los años porque ha visto que funciona perfectamente.
C&T: Antes habéis mencionado los grandes datos en avales durante 2022 y ahora estáis intentando diversificar más. ¿Me podéis decir el porcentaje de películas, series, música, videojuegos?
P.M.: Nosotros nos dividimos por áreas de negocio. En 2022 fue un 81% más o menos para el departamento audiovisual.
R.L.: Sí, en torno a un 80% en el sector audiovisual y un 20% en el cultural. ¿Qué ocurre? Que en el sector audiovisual las inversiones son muchísimo más elevadas. Estamos viendo series con unos costes superiores a los 20 millones de euros. Ahora mismo ya se están rodando series con coste por capítulo de más de un millón de euros, cosa que era inimaginable.
C&T: En ese 80% del audiovisual no entra el videojuego, ¿o sí?
M.C.: Lo llevamos aparte, dentro de Cultura. Hacemos un poco pero es un perfil de riesgo bastante alto y no sigue un modelo como el de las subvenciones y los contratos. Cuando hay un contrato de un encargo con un publisher, este les adelanta el dinero. Pero sí que vamos haciendo algunas operaciones. Ahora hay algunas ayudas con importes pequeños. Es un sector que necesita su rodaje en España.
C&T: Necesita un trato muy personalizado. Al igual que la animación, cuyos tiempos con el cine de imagen real no tienen nada que ver…
M.C.: Sí, los videojuegos se parecen mucho más a la animación en la producción, pero luego no tiene nada que ver en la comercialización. Ahí la animación ya se parece más a la ficción. Yo creo que es un sector que irá a más porque hay una apuesta clara por las Administraciones Públicas a distintos niveles.
C&T: El Consejo de Ministros aprobó hace unas semanas el Proyecto de Ley del Cine, que irá ahora al trámite parlamentario. ¿Qué opinión os merecen las modificaciones que se han hecho? ¿Echáis en falta algunos aspectos?
R.L.: Bueno, estamos esperando al reglamento, que al final es el que manda. La ley está muy bien pero luego va a ser el reglamento el que va a definir qué va a pasar.
En principio, la filosofía es muy buena. Realmente, la Ley del Cine está dejando al sector como algo muy interesante desde el punto de vista industrial. Pero sí que es verdad que deberíamos hablar después, cuando salga el reglamento y veamos cómo queda reflejado.
C&T: ¿Cómo habéis notado desde vuestra perspectiva la inversión que se está haciendo en relación al Plan del Hub Audiovisual? ¿Estáis percibiendo un incremento de atracción de inversión e interés por España?
P.M.: Nos afecta sobre todo por el Artículo 36.2 porque para muchas de las empresas que realizan el service, hay una parte de incentivos fiscales para rodajes internacionales. Era un tipo de producto que no hacíamos porque nos gustaba menos lo que implica técnicamente a la hora de tener las garantías para devolución del préstamo pero a medida de que han empezado a venir rodajes pues, por ejemplo, tenemos muchas de animación que se hacen en Canarias con el incentivo fiscal 36.2, y sí que hay muchas empresas que nos piden el adelanto de la devolución del impuesto de sociedades. Entonces, sí, también lo hemos notado. No es como la 36.1 o la 39.7 pero empieza a tener ya un volumen que creemos que puede incrementarse.
C&T: El Hub Audiovisual está más destinado a atraer inversión extranjera en vez de a fortalecer la producción propia. De hecho, esa ha sido una crítica que se ha hecho por los productores españoles. Está muy bien el dinero que venga de fuera pero aquí hay necesidades…
R.L.: Sí, esa es una crítica pero también genera muchísimo puesto de trabajo e inversión. No hay más que ver que el sector ahora mismo está prácticamente en pleno empleo. Encontrar un técnico de sonido o un director de producción se convierte en una especie de locura. Está habiendo auténticas subastas para conseguirlos.
C&T: Además se está haciendo muy buen cine. El cine español ha sido muy alabado en 2022. Ahora vienen los Goya y vosotros tenéis siempre muchas películas nominadas en las que habéis participado. ¿Cómo valoráis este momento tan dulce?
R.L.: Es un momento dulce. El cine español está ahora mismo atravesando un buen momento de historias, de reconocimiento internacional. Que Alcarràs ganara el Festival de Berlín fue un hito impresionante.
Sin embargo, falta todavía el reconocimiento del público, que ese es el gran problema que tenemos. Hay películas maravillosas y hay todo tipo de historias, pero necesitamos que el público vuelva otra vez a ver cine español. Películas grandísimas como son Cinco lobitos o As bestas necesitarían más reconocimiento del público.
C&T: Uno de los grandes retos de nuestro audiovisual es el crecimiento empresarial, que seamos cada vez más capaces de asumir proyectos más grandes para poder competir mejor con las majors y las plataformas.
R.L.: Exactamente, es el gran salto que necesita el cine español y creo que ahí sí que estamos todos fuera de plano. ¿Qué hacemos en España con la mediana-gran empresa que necesita desarrollarse? Empresas que podrían ser punteras para tener la capacidad de competir con lo que viene de fuera. Pero tal y como está la estructura financiera y económica en España es muy difícil. Es mucho más fácil conseguir financiación para una empresa pequeña porque cuando empiezas a subir te encuentras con un problema grave. No eres pyme pero tampoco eres una gran empresa, te quedas en el medio. Necesitas unas cantidades que son, tanto para la banca como para nosotros, inasumibles. En otros países consiguen financiación de 20, 30 o 40 millones de euros y aquí no. Entonces, el hecho de ser mediana empresa cultural en este país es un problema.
P.M.: Financiar películas por encima de 15 millones es muy complicado. Bancariamente, tenemos unos límites. Otra cosa es que nos metieran más recursos, que no nos quejamos, pero la banca tradicional asumir más riesgos lo ve muy complicado. Hemos vivido algunos casos de películas de más de 15 millones y es un drama.
C&T: Crea SGR jugó un papel fundamental en la pandemia y cómo el sector ha logrado salir adelante con la fuerza que estamos comentando.
R.L.: Sí, ha habido varias instituciones importantes: Ministerio de Cultura, Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid y Cabildo de Gran Canaria. Estas cuatro instituciones nos han dado un apoyo fundamental. El resultado ha sido excelente. Para hacerte una idea más o menos, en el periodo COVID, desde 2020 a finales del 2022 estamos hablando de formalizar unos 450 millones de euros y crear o mantener, porque en la época de COVID lo que se trataba era de mantener, pues entre 12 y 15 mil puestos de trabajo.
Podría haber sido un desastre. Hace poco tuvimos una conferencia con el Fondo Europeo de Inversiones y uno de los representantes decía que había varios países que habían pedido en las reuniones que ojalá tuvieran un CREA SGR. Ha sido un modelo a seguir, un modelo de ayuda a la financiación en un determinado momento, un ejemplo de éxito de lo que es la participación público-privada, es decir, la aportación de dinero público con un modelo privado de funcionamiento.
Ha sido un absoluto éxito. . Por eso, la Dirección General de Industrias Culturales quiere seguir apostando por esta vía de financiación que considera que es fundamental. Tú le puedes dar ayudas a una empresa, pero si le cortas la financiación, el sector está muerto. Hemos aprendido que, con una financiación estable, el sector puede crecer.
La Dirección General de Industrias Culturales ha decidido subvencionar los costes que nosotros tenemos que cobrar a las empresas. Es un esfuerzo titánico y se lo tengo que agradecer porque eso va a incrementar nuestra actividad y que las productoras paguen menos por su financiación.