El Festival de Málaga llega al ecuador de su 26 edición

El Festival de Málaga alcanza el ecuador de su 26 edición aprovechando cada minuto. Agenda a rebosar entre los tres estrenos a competición en Sección Oficial, las propuestas de ZonaZine, Málaga Premiere y Pases Especiales, las proyecciones de Cinema Cocina, el completo programa de Documentales o los esperados estrenos de series en Pantalla TV. Y aunque no hubo homenajeados, sí que se entregaron Biznagas… Por Silvia Tinoco

La terna de ayer martes en la Sección Oficial a Concurso se disputaba entre «Sica», «Zapatos Rojos» y «Empieza el baile».

«Sica» es la ópera prima de Carla Subirana, una coproducción gallega y catalana que reflexiona sobre el período de duelo en la adolescencia y el cambio climático. Llega al Festival tras pasar por la Berlinale. Subirana comentaba en rueda de prensa que es «una aventura que incita a los espectadores a mirar la naturaleza como lo hacían nuestros antepasados». A Contracorriente Films se encarga de la distribución de esta cinta y Latido Films, de sus ventas internacionales.

«Zapatos rojos» llega desde el otro lado del charco también como ópera prima, en este caso de Carlos Kaiser. Es una producción mexicana que quiere alertar de las consecuencias que puede provocar el mal uso de la energía masculina. Una reflexión sobre la masculinidad, la violencia y la falta de empatía, pero también sobre el amor y la relación entre padre e hija.

Por último, Marina Seresesky presentó «Empieza el baile», un largometraje muy personal, según reconocía, porque es una historia de amor diferente: «no se basa en un historia de amor romántico, sino que es más nostálgica, entrañable y tierna». Es una «road movie» que relata el reencuentro entre Carlos y Margarita, en su momento, la pareja de tanto más famosa a nivel mundial. Ambos emprenden un viaje de Buenos Aires a los Andes con un amigo y por el camino comparten ambiciones, pero también recuerdos del pasado. Darío Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale protagonizan esta producción entre Argentina y España.

El cine no había hecho más que empezar. El ciclo gastronómico Cinema Cocina llegó también ayer al ecuador de su sexta edición y para la ocasión se proyectó el cortometraje «Empieza el caminho» y el largometraje fuera de concurso «La huella. Historia de un parador de playa», dos documentales centrados en la gastronomía sostenible y del territorio.

Tras «En mis zapatos», desde Pases Especiales llegaba la última propuesta de Chiqui Carabante. «La fortaleza» es una comedia coral que tiene al frente a Goya Toledo, Fernando Cayo y Fernando Tejero y que trata sobre una broma póstuma que el padre ha dejado a sus hijos is quieren heredar su patrimonio.

ZonaZine estuvo protagonizada por Leonardo Barbuy y «Diógenes», su debut en la dirección de largometrajes. Una coproducción entre Perú, Francia y Colombia rodada en blanco y negro que cuenta la historia de dos hermanos criados en aislamiento por su padre, Diógenes, en los Andes Peruanos.

Málaga Premiere ofreció ayer una doble sesión: «Trigal» y «De caperucita a loba». La primera, de Anabel Caso y la segunda, de Chus Gutiérrez y ambas mantuvieron tras la proyección un entretenido coloquio con el público.

En 5 Minutos de Cine conocimos tres nuevos proyectos en desarrollo: El primero fue «Summers el rebelde» de Miguel Olid que traza un perfil de Manolo Summers para ver qué dicen de él sus películas; después «La señorita que juega» de José Enrique March, que se rodará a lo largo del año en Málaga; y por último «Anibal. El arquitecto de Sevilla» de Paco Ortiz y una producción de Sarao Films sobre los orígenes de la ciudad.

Antes de llegar a los documentales quedaba todavía por ver La película de oro de este año, biznaga que se ha llevado «Historias de la Radio». Y también el pase de prensa y público de las películas premiadas en la Muestra de Cine «Mujeres en Escena«: «La Autoestima» de Salvador Simó; «La butaca de la puta» de Mar Navarro; y «A las mujeres de España. María Lejárraga» de Laura Hojman.

Por otro lado, la mirada internacional de Mosaico Panorama hacia el cine el otro idioma presentó en esta ocasión la proyección de «Harka» de Lofty Nathan, una producción de Francia, Túnez, Luxemburgo y Bélgica que distribuye Festival Films.

En el terreno de las series, Pantalla TV, hubo dos esperados estrenos. La nueva temporada de «HIT» y el estreno del «spin off» de La Unidad, la serie de Movistar+ que ahora lanza «La Unidad: Kabul».

La nueva temporada de «HIT», producción de RTVE y Grupo Ganga Producciones, tiene al frente a Joaquín Oristrell, Samantha López Speranza y Luis Arribas. En esta tercera entrega, que mostró en Málaga su primer episodio, seguiremos las aventuras de Hugo Ibarra (Daniel Grao), el controvertido exprofesor, que llega a La Palma para rehabilitarse de su alcoholismo.

«La Unidad: Kabul», que vuelve a tener a Dani de la Torre al frente del equipo, traslada a La Unidad en una nueva misión: varios agentes se encuentran en Afganistán unos días antes de que Kabul sea tomada por los talibanes y España inicie la evacuación de civiles y colaboradores. Buendía Estudios acompaña a Movistar en la producción.

Y ahora sí, llegamos a la sección de los documentales, donde se estrenaron hasta 9 títulos entre largometrajes y cortos. En Sección Oficial compitieron «Sonoma (Lefilm, pas le espectacle)» de Albert Pons y Xavier Lozano como largometraje; y «Canto errante» de Génesis Valenzuela, «Olores» de Alba Esquinas y «Lo que se hereda» de Víctor Linares como cortometrajes.

En documentales especiales, cuatro propuestas: «Hotel Torremolinos» de Sergio Crespo, «Feudo» de Javi Barón, «La última lidia» de Ismael Morillo, y «Patria y vida: the power of music», el debut como directora de la actriz y cantante Beatriz Luengo.

En la noche del martes el Teatro Cervantes se vistió de alfombra roja, pero no hubo homenajeados. Aunque eso no quiere decir que no hubiera premios… El Festival quiso reconocer ayer los 50 años de carrera dedicados a la industria del audiovisual de Emilio Oliete, jefe de ventas de Wanda Films, que recibió emocionado esta biznaga especial. La entrega la hizo su hijo, Emilio Oliete Jr., y se llevó a cabo en un acto íntimo en el que Juan Antonio Vigar, director del certamen, destacó el «buen hacer, la caballerosidad y los valores de un profesional respetado por todos».