Indiana Jones y las múltiples ventanas de exhibición

Los exhibidores continúan sin tener control alguno sobre las ventanas de exhibición ni su exclusividad, a pesar del silencioso retorno al modelo clásico de las ventanas exclusivas en la gran pantalla. Mi alarma personal saltó cuando leí que Indiana Jones llegará al streaming el 29 de agosto a través de Amazon Prime, entre otros, por un costo de $19,90, antes de su llegada previsible a Disney+ en septiembre. Cómo ha cambiado la película, Indy.  Por Juan García

«La pandemia golpeó a Disney con fuerza, pero bajo el liderazgo de Bob Chapek, nuestros negocios, desde parques hasta streaming, no sólo resistieron la tormenta, sino que emergieron fortalecidos», declaró Susan Arnold, portavoz de la Junta de Disney en junio de 2022. Sin embargo, Bob no llegó a diciembre y ella misma sólo se mantuvo hasta enero de 2023.

Sin entrar en detalles, y con muchas consideraciones, esto demuestra la fragilidad de muchas afirmaciones vertidas en los medios, que muchos repitieron sin analizar realmente la sostenibilidad del modelo DTC (Directo al Consumidor) para una empresa como Disney, a pesar de su éxito aparente para Netflix. Lamentablemente, pocos consideraron estas declaraciones y otras como lo que realmente eran: campañas de marketing.

Es importante tener en cuenta que los pilares fundamentales de Disney residen en sus franquicias y el agotamiento de estas debilita enormemente el potencial de estrenos que han perdido peso. Por ello, se vuelve a los modelos conocidos y efectivos con las clásicas franquicias de la compañía del ratón.

Pixar vuelve a casa

Con un récord en la pospandemia, la película Elemental se proyectará exclusivamente en las salas de cine durante al menos 77 días. Esto la posiciona en la cima de un ranking que debería hacer reflexionar a más de uno:

Onward: 6 de marzo de 2020 – 3 de abril de 2020 (28 días)

Soul: 25 de diciembre de 2020 – 25 de diciembre de 2020 (Day-and-Date, 0 días)

Luca: 18 de junio de 2021 – 18 de junio de 2021 (Day-and-Date, 0 días)

Turning red: 11 de marzo de 2022 – 11 de marzo de 2022 (Day-and-Date, 0 días)

Lightyear: 17 de junio de 2022 – 3 de agosto de 2022 (47 días)

Elemental: 16 de junio de 2023 – TBD (al menos 77 días)

¿Por qué tengo que esperar?

Cuando muchas personas expresan su desagrado por «esperar», olvidan que esta espera es en realidad parte fundamental del proceso de una película, especialmente de alto presupuesto, en su primera fase de monetización. Esta etapa abre el camino a diversas oportunidades antes de llegar al streaming. Sin estos sólidos pasos en su recorrido comercial, es imposible que una película sea rentable.

No hay que ir muy lejos. Si una película como Indiana Jones y el Dial del Destino, que ha recaudado $375 millones a nivel mundial con un presupuesto de $295 millones (más P&A), aspira a ser rentable es gracias a las múltiples ventanas de exhibición y monetización.

Si queremos grandes películas estrenadas directamente en el salón de casa, tendríamos que modificar completamente el modelo de explotación del streaming. Cuando una película se estrena exclusivamente a través de una plataforma, el suscriptor se convierte prácticamente en la única fuente de ingresos de la misma.

El impacto comercial es limitado, aunque tendría éxito siempre que se lograra retener al cliente exclusivamente dentro de tu ecosistema audiovisual. El principal incentivo inicial podría haber sido el precio y los contenidos, pero se ha demostrado que ninguno de los dos ha sido efectivo para frenar a los competidores, lo que ha llevado a que el negocio de las plataformas sea un mercado totalmente saturado y presente signos de estancamiento. Esto se puede combatir a través de ARPUs (ingreso promedio por usuario) más bajos, la introducción de publicidad o la concesión de licencias de contenido a terceras plataformas.

En pro de la diversidad

Hay que tener claro que muchos de estos modelos de explotación basados en el DTC tienen la intención de monopolizar el mercado y únicamente son viables cuando lo consiguen. Hay que ser muy prudentes con lo peligrosos que son los monopolios audiovisuales. Que las voces de nuestras historias solamente provengan de las mismas fuentes y que estas encima sean macroempresas privadas no sería lo más aconsejable.

Por eso es tan importante la vuelta a un modelo clásico, modernizado y mejorado, pero sobre todo legislado para evitar los clásicos intentos de monopolización por parte de los grandes estudios. Cabe recordar que en noviembre de 2019, el Departamento de Justicia (DOJ) inició el proceso para solicitar la derogación de los Decretos de Paramount, que fueron el resultado de una decisión de la Corte Suprema de 1948 en Estados Unidos contra Paramount Pictures, Inc. en la que la Corte ordenó la desinversión de los principales estudios de sus cines y estableció una decisión antimonopolio histórica para la industria cinematográfica. Los decretos fueron derogados formalmente en agosto de 2020. Pretendían precisamente algo que ahora vemos normal, el que una misma empresa controle un contenido desde la producción hasta la distribución del mismo.

Pero no debemos considerar a las grandes empresas como personificaciones del mal, simplemente buscan lo mejor para sus negocios. Es nuestro deber velar por lo que consideramos mejor para el cine en general. Ni más ni menos.