La preocupación en torno a los peligros que puede traer la inteligencia artificial es palpable. Si ayer publicábamos una noticia sobre el denominado ‘Proceso de Hiroshima sobre IA’ que ha pactado el G7, hoy toca hablar de otro acuerdo a nivel internacional, en este caso la llamada ‘Declaración de Bletchley’, que han firmado 28 países, entre los que está España.
El miedo al uso indiscriminado de la inteligencia artificial generativa sin ningún tipo de control y regulación es evidente, a tenor de la cascada de firmas y acuerdos para tratar de poner freno a los peligros que puede conllevar.
En la primera jornada de la Cumbre sobre Seguridad de la Inteligencia Artificial en Bletchley Park (Reino Unido) se ha llevado a cabo la firma de la llamada ‘Declaración de Bletchley’.
Ha sido ratificada por 28 países, entre los cuales están países como Estados Unidos, China, India, Australia, Canadá, Arabia Saudí, Japón o Brasil, así como países europeos como Reino Unido, Francia, Italia, Alemania o España.
Los representantes allí reunidos consideran que la cooperación internacional es el camino adecuado para afrontar este desafío, en vez de intentar abordarlo a través de regulaciones nacionales parciales.
El objetivo es asegurarse de que se utilice una inteligencia artificial “centrada en el ser humano” que sea “confiable y responsable”. Los políticos constatan el potencial positivo que puede impulsar esta tecnología en términos de prosperidad pero estimar que es urgente impedir el uso inadecuado de la IA.
«Existe la posibilidad de que se produzcan daños graves, incluso catastróficos, ya sean deliberados o involuntarios, derivados de las capacidades de la IA», indica el documento.
Especialmente peligrosa, se apunta en la declaración, es la amenaza de que se genere contenido “manipulado o engañoso” porque podría llevar a condicionar resultados electorales si no se pone freno a tiempo para regular su uso.
