Marco regulatorio y apoyo al sector cinematográfico: Una mirada detallada

Este nuevo informe del Observatorio Audiovisual Europeo examina cómo la legislación y el financiamiento público respaldan el sector de la exhibición cinematográfica en Europa.

¿Qué regulaciones y políticas de apoyo existen en Europa para apoyar al sector de exhibición cinematográfica? Tras el lanzamiento de Top Gun Maverick , Spielberg le susurró a Tom Cruise: «Salvaste a Hollywood y es posible que hayas salvado la distribución». Este éxito de taquilla ayudó a impulsar el cine que persigue al COVID en ambos lados del Atlántico. Pero en Europa estamos recurriendo a políticas de apoyo más sostenibles y estructurales, como la regulación y la financiación de apoyo público, como medidas concretas para volver a encarrilar el sector de las exposiciones. ¿Entonces, cómo funciona?

El último informe del Observatorio Audiovisual Europeo, «Se levanta el telón sobre la regulación y las medidas de apoyo al sector de exhibición de cine» profundiza en las complejidades de los marcos regulatorios y los mecanismos de apoyo que dan forma al panorama de exhibición de cine en Europa. La autora es Sophie Valais, subdirectora del Departamento de Información Jurídica del Observatorio.

Herramientas de regulación en el sector cinematográfico

En este bloque discutiremos dos herramientas de regulación en el sector cinematográfico: los mecanismos de competencia y la regulación sectorial.

En primer lugar encontramos que la normativa de competencia de la UE se extiende al sector cinematográfico. Esta ley abarca la prohibición de abusos de posiciones dominantes y acuerdos anticompetitivos entre empresas, aplicables a las actividades cinematográficas en la Unión Europea. Dado que la legislación nacional de competencia de los estados miembros de la UE se basa en tratados de la UE, no pueden excluir las actividades cinematográficas en su totalidad. En este contexto, las normas de competencia pueden proteger a los operadores más débiles contra prácticas discriminatorias, abusos de posición dominante o dependencia económica por parte de distribuidores o exhibidores.

Aunque las normas de competencia son importantes para regular la industria cinematográfica, por sí solas pueden no ser suficientes para alcanzar los objetivos más amplios de la política cultural pública. En particular, pueden no garantizar una oferta diversificada de películas al público. Existe el riesgo de concentración del mercado y dominio por parte de unos pocos, lo que podría llevar a la homogeneización de la oferta cinematográfica, marginando estructuras independientes y debilitando la existencia de cines más pequeños.

Los objetivos de la política cultural a menudo van más allá de consideraciones puramente económicas y buscan promover estos objetivos sociales y culturales más amplios, que las normas de competencia pueden no abordar eficazmente. Por lo tanto, la intervención pública se percibe frecuentemente como necesaria para corregir las fallas del mercado y lograr estos objetivos de política cultural.

La acción de la Unión tiene como objetivo fomentar la cooperación entre los Estados miembros y, si es necesario, apoyar y complementar su acción en la creación artística y literaria, incluido el sector audiovisual.

Por lo tanto, las autoridades públicas nacionales están facultadas para adoptar normas específicas para el cine con el fin de promover la diversidad cultural y la exhibición de una amplia gama de películas. Estas normas pueden estar orientadas a mejorar la competencia, teniendo en cuenta la estructura del mercado o problemas no económicos. Al combinar las normas de competencia con políticas culturales específicas, los gobiernos pueden crear un marco más integral y efectivo para apoyar la industria cinematográfica y garantizar que esté alineada con los objetivos sociales y culturales más amplios.

Hablemos más detalladamente sobre regulación específica del sector; La regulación en el sector de la exhibición cinematográfica se basa en diversas herramientas que sirven a objetivos duales, a menudo combinando consideraciones económicas y culturales. Estas herramientas incluyen marcos legislativos y reguladores establecidos por las autoridades públicas y legisladores, apoyo de fondos cinematográficos y acuerdos industriales cuando son obligatorios por ley.

Las autoridades públicas desempeñan un papel importante en la regulación del sector cinematográfico al establecer las principales normas que afectan a la competencia entre los operadores del sector. Dependiendo del país, algunas normas pueden establecerse por ley, mientras que otras pueden ser confiadas a organismos administrativos como fondos cinematográficos o defensores del público de cine.

En particular, los fondos cinematográficos pueden influir en el comportamiento de la industria mediante la concesión de apoyo público y, dependiendo del país, a través de competencias regulatorias que les permiten resolver problemas sectoriales. Sin embargo, en la mayoría de los países europeos (con excepción de Francia, donde el fondo cinematográfico Centre National du Cinéma et de l’image animée, CNC, tiene un amplio rango de competencias regulatorias), los fondos cinematográficos solo tienen algunas competencias regulatorias (por ejemplo, calificaciones, recaudación de impuestos, certificaciones), mientras que el Ministerio de Cultura sigue siendo la principal autoridad reguladora del sector.

Además de la intervención estatal, el sector cinematográfico tradicionalmente se ha basado en acuerdos sectoriales para organizarse, a veces bajo la supervisión o guía de los fondos cinematográficos, lo que asegura la asociación, consulta y transparencia, facilitando consultas industriales sobre los objetivos perseguidos.

Existen dos tipos de regulación: previa (ex ante) o a posteriori (ex post):

La regulación del sector cinematográfico puede ser anticipada (ex ante), estableciendo reglas generales de antemano, lo cual ofrece certeza legal pero puede ser complejo. Alternativamente, puede ser posterior (ex post), adaptándose a situaciones específicas con flexibilidad pero siendo potencialmente más lento y menos transparente.

La regulación del sector cinematográfico en la UE se basa en dos principios fundamentales: la principio de territorialidad de los derechos de autor, y exclusividad teatral. Ambos principios, que El impacto en la forma en que se financian y distribuyen las películas en Europa se basa en la legislación de la UE.

Los principales instrumentos para la regulación económica y cultural del sector cinematográfico incluyen normas y procedimientos para el funcionamiento de las salas de cine, vales especiales, descuentos y estrategias de precios, compromisos de programación y cuotas de pantalla, límites legales al precio del alquiler, control de ingresos de taquilla, apoyo selectivo, intervención de mediadores y tipos de lanzamiento.

Vamos a hablar ahora sobre las ayudas públicas a los cines, comenzando con la políticas cinematográfica pública, y como surgió.

La política cinematográfica en Europa, esta tiene una historia rica que evolucionó en respuesta a desafíos como el dominio estadounidense en las salas de cine y la disminución de la posición de mercado de las películas nacionales. Esto llevó al establecimiento de agencias nacionales de cine y mecanismos de apoyo, como el CNC francés, en 1946, financiado a través de presupuestos estatales e impuestos sobre las ventanas de explotación. Este modelo influyó en otros países europeos.

Por otro lado encontramos a las ayudas estatales y la legislación de competencia de la UE; estas desempeñan roles cruciales en configurar el panorama de los fondos nacionales de cine en Europa. Estos fondos, excluyendo incentivos fiscales, distribuyen colectivamente alrededor de 2000 millones de euros anualmente para apoyar la creación audiovisual en general.

Además, existen estrategias que implican la cooperación y coordinación entre múltiples estados soberanos o entidades más allá de sus fronteras nacionales, esto permite un enfoque unificado para cuestiones que afectan a todos los estados miembros, como el comercio, los estándares ambientales y la política de competencia, entre otros. Podemos encontrar:

El programa Creative Europe, específicamente el strand MEDIA, apoya a las industrias cinematográficas y audiovisuales europeas para desarrollar, distribuir y promover obras europeas en el entorno digital actual. Se estructura en cuatro clusters: contenido, negocios, audiencia y apoyo político, abarcando diversas acciones elegibles para apoyo financiero. Este programa incluye medidas para mejorar la distribución transnacional de películas europeas no nacionales, fortaleciendo la posición competitiva de estas obras en mercados teatrales y en línea. Además, se promueve el crecimiento del público a través de plataformas múltiples, apoyando festivales europeos y acciones de educación cinematográfica para estimular el interés del público, especialmente entre los jóvenes.

Europa Cinemas, fundada en 1992 con el apoyo del strand MEDIA de Creative Europe y el CNC francés, es la primera red de cines centrada en películas europeas. Actualmente cuenta con 1,279 cines y 3,160 pantallas en 38 países. Su objetivo es apoyar financieramente y operativamente a cines que dedican una parte significativa de sus proyecciones a películas europeas no nacionales, además de desarrollar actividades para audiencias jóvenes. Entre sus iniciativas destacan los «Audience Development & Innovation Labs», que promueven la colaboración y las mejores prácticas en desarrollo de audiencias, estrategias de comunicación y uso de tecnologías.

Eurimages, el fondo de apoyo cultural del Consejo de Europa, ha creado un programa para promover películas europeas en cines de estados miembros que no están cubiertos por el programa Creative Europe MEDIA. El objetivo es fortalecer el cine independiente y desarrollar una red amplia de cines mediante colaboraciones entre exhibidores, distribuidores y otros estados miembros de Eurimages, así como con organizaciones europeas como Europa Cinemas.

La Confederación Internacional de Cines de Arte (CICAE), una red de sindicatos nacionales de cine, cines independientes, festivales de cine y distribuidores, inició en 2015 el Día Europeo del Cine de Arte con el objetivo de fortalecer los cines en regiones sin sus propias uniones de cines de arte, desarrollar estructuras de apoyo y aumentar la visibilidad de películas de arte en general. Cada noviembre, cines participantes en esta iniciativa, cofinanciada por el programa Creative Europe MEDIA, organizan eventos especiales como sesiones de preguntas y respuestas con miembros del elenco, cine-conciertos, estrenos, talleres y actividades para jóvenes audiencias.

También se lanzó en 2017 la Noche Europea de Cine – Compartiendo las historias que amamos, auspiciada por Creative Europe MEDIA y Europa Cinemas, para celebrar la riqueza y diversidad de la cultura cinematográfica europea mediante proyecciones gratuitas en todo el continente. En la edición de 2023, 85 cines de la red Europa Cinemas participaron en este evento.

En conclusión, la industria cinematográfica europea enfrenta un entorno regulatorio complejo y dinámico, donde equilibrar objetivos económicos y culturales, promover enfoques colaborativos y responder a las necesidades cambiantes del público será crucial para su sostenibilidad y crecimiento a largo plazo. Un marco regulatorio multifacético, combinado con iniciativas lideradas por la industria y un enfoque renovado en inclusión, sostenibilidad y representación, puede ayudar a enfrentar los desafíos de la era digital y garantizar la vitalidad y diversidad cultural del panorama cinematográfico europeo.