El pasado lunes 19 de agosto comenzó el rodaje de la película en Burgos, marcando un hito histórico al ser la primera vez que se filma en el Yacimiento Arqueológico de la Sierra de Atapuerca.
La adaptación cinematográfica de la exitosa novela La huella del mal de Manuel Ríos San Martín, publicada por Editorial Planeta, ha comenzado su producción. Dirigida por el propio autor, la película cuenta con Blanca Suárez y Daniel Grao como los personajes principales. El elenco se completa con Aria Bedmar, Víctor Palmero, Cosimo Fusco, Daniel Horvath, Pablo Rivero, Fernando Cayo y Juanma Cifuentes.
Los yacimientos arqueológicos de la Sierra de Atapuerca y su entorno natural, en Burgos y Navarra, se preparan para la producción de la película, cuyo rodaje finalizará a mediados del mes de octubre. Las escenas se filmarán en la Trinchera del Ferrocarril de la Sierra de Atapuerca, el Museo de la Evolución Humana de Burgos, el Centro de Arqueología Experimental de Atapuerca (CAREX) y el desfiladero de Yecla.
El proyecto cuenta con el respaldo de importantes entidades como RTVE, Netflix y ZDF Studios, así como con la producción de La Charito Films en colaboración con la productora alemana Nadcon. Esta colaboración internacional asegura que La Huella del Mal no solo se proyectará en España, sino que también tendrá una distribución global, poniendo a Burgos y Atapuerca en el foco del cine mundial.Sinopsis:
Durante la visita guiada de un colegio al Centro de Arqueología Experimental (CAREX), unos chavales encuentran el cuerpo de una joven en el lugar donde debería estar la réplica de un enterramiento neandertal. La joven es Eva Santos, una chica del pueblo cercano de Atapuerca, y está muerta. Su cuerpo está desnudo y colocado en posición fetal. Un espeluznante crimen ritual que recuerda a otro ocurrido hace seis años en la misma zona. ¿Habrá regresado el “asesino del yacimiento”, que consiguió escapar hace seis años?
Manuel Ríos San Martín, además de autor de la novela, ha tomado las riendas de la dirección cinematográfica, un desafío que ha implicado una meticulosa adaptación del libro al guion. La Huella del Mal, una obra de 500 páginas, ha sido condensada en un guion que, según el propio director, respeta el espíritu original pero introduce más acción y un ritmo vertiginoso, lo que promete mantener a los espectadores al borde de sus asientos.
«No es simplemente una adaptación; hemos transformado la historia en algo que va a sorprender tanto a los lectores de la novela como a quienes la descubran por primera vez en la pantalla», asegura Ríos San Martín.
Coque Serrano, productor ejecutivo de la película, destaca la complejidad de llevar a cabo un rodaje en un entorno tan singular como los yacimientos de Atapuerca, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad.
«La logística es un desafío mayor cuando se trata de filmar en exteriores y, especialmente, en un lugar con tanta relevancia histórica y científica», explica Serrano.
Uno de los aspectos más innovadores de esta producción es la forma en que la prehistoria se convierte en un personaje más de la trama. La violencia primitiva, los escenarios ancestrales y la conexión con el pasado humano son elementos clave que diferencian a La Huella del Mal de otros thrillers policíacos. El director subraya que Atapuerca no es simplemente un telón de fondo, sino un elemento narrativo que enriquece la historia y la hace única.