Con Romería y Sirat, los directores españoles compiten por la Palma de Oro tras una larga ausencia nacional en la sección oficial, poniendo a prueba la proyección internacional de sus estilos personales y reconocidos en festivales.
El Festival de Cannes 2025, que celebrará su 78ª edición entre el 13 y el 24 de mayo, ha anunciado las películas que competirán por la prestigiosa Palma de Oro, con una notable y esperada representación española. Dos películas españolas entran este año en la competición principal del festival, confirmando el excelente momento que vive el cine nacional y aumentando las expectativas en torno a estos dos directores ampliamente reconocidos.
Carla Simón, una de las voces más destacadas del cine contemporáneo español tras los éxitos internacionales de Verano 1993 y la premiada con el Oso de Oro en Berlín, Alcarràs, competirá en Cannes por primera vez con su tercer largometraje: Romería. La película, rodada en Vigo y sus alrededores, concluye la trilogía autobiográfica de la directora catalana, profundizando en una historia personal y emotiva sobre la vida de sus padres y cómo les afectó la crisis del SIDA durante los años ochenta. Se trata, sin duda, de uno de los títulos más esperados en esta edición del festival francés.
Junto a Simón, el cineasta Oliver Laxe presentará Sirat, otra de las apuestas fuertes del cine español para llevarse la Palma de Oro. Laxe, que ya había obtenido reconocimientos importantes en Cannes en secciones paralelas con películas como O que arde y Mimosas, llega por primera vez a la competición oficial con un relato intenso ambientado en Marruecos. Protagonizada por actores de gran prestigio como Sergi López y Bruno Núñez, Sirat cuenta la historia dramática de un padre y su hijo que emprenden una travesía en busca de la hija desaparecida, una propuesta que combina la tensión emocional con una marcada atmósfera visual.
Fuera de la sección principal, pero dentro de la representación española, destaca también la presencia de una coproducción: La misteriosa mirada del flamenco, dirigida por el cineasta chileno Diego Céspedes y participada por España, competirá en la sección Un Certain Regard. Esta película, ambientada en un pequeño pueblo minero, explora temas LGBTQ+ bajo una premisa inquietante sobre una supuesta enfermedad que se contagia con la mirada, ligada al amor entre dos hombres.
Más allá de las películas españolas, Cannes vuelve a reunir en competición oficial a algunos de los cineastas más aclamados y esperados por la crítica internacional. Entre ellos, destaca la participación de directores como Wes Anderson con The Phoenician Scheme, una comedia visualmente impactante que ya despierta mucha atención mediática; Ari Aster con la ambiciosa producción Eddington; Richard Linklater, que vuelve al festival con Nouvelle Vague; y los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, ganadores en anteriores ediciones, que intentarán repetir éxito en esta edición número 78 del festival.
Esta amplia selección oficial, según anunciaron los organizadores, refleja no solo la diversidad temática y estilística del cine actual, sino también una clara intención por integrar perspectivas nuevas junto a los autores consagrados.
Una de las grandes novedades de esta edición reside también en el jurado. Este año la actriz francesa Juliette Binoche será la presidenta del jurado de Cannes, tomando el relevo de Greta Gerwig, presidenta en 2024. De este modo, Cannes marca un hito histórico al nombrar dos mujeres consecutivamente al frente de este cargo en menos de 60 años.
Además, la organización ha anunciado que otorgará una Palma de Oro honorífica al legendario actor estadounidense Robert De Niro, reconociendo así una carrera cinematográfica icónica e inolvidable para el público mundial. Fuera de competición se proyectará la esperada última entrega de la franquicia de acción protagonizada por Tom Cruise, titulada Misión Imposible: The Final Reckoning.
La presencia de Carla Simón y Oliver Laxe en la competición principal supone un nuevo impulso y reconocimiento para una cinematografía nacional, rompiendo así una sequía que se prolongaba desde 2019, última ocasión en que España llevó una película a la competición oficial por la Palma de Oro.