Las obras de Manuel Martín Cuenca e Isabel Coixet han sido coronadas como mejor película en los galardones que concede EGEDA, la entidad de gestión de los productores audiovisuales, a causa de un empate en las votaciones. Un hecho que sucede por primera vez en las 23 ediciones de estos premios.
El autor, de Manuel Martín Cuenca y La librería, de Isabel Coixet han dado la sorpresa en los Premios Forqué al ser elegidas ex aequo como Mejor Largometraje de la vigésimo tercera edición de los Premios Forqué, en una gala que se celebró el sábado 13 de enero en Zaragoza. Un hecho que no se había producido en las 23 ediciones celebradas de estos galardones pero, tal y como apuntan desde la organización, contemplado en sus bases: “En caso de empate, compartirán el premio las ganadoras”.
Además de compartir galardón, se da la circunstancia que ambas películas están basadas en novelas. La de Martín Cuenca en una de Javier Cercas y la de Coixet en una de Penelope Fitzgerald.
En el plano interpretativo El autor seguía cosechando galardones, al recibir Javier Gutiérrez, su protagonista, el de mejor actor. Es el segundo Forqué para Gutiérrez en esta categoría: en 2015 ya lo ganó con La isla mínima. La categoría femenina se la llevó Nathalie Poza por su papel en No sé decir adiós.
El largometraje documental recayó en Muchos hijos, un mono y un castillo, opera prima de Gustavo Salmerón, mientras que Madre, de Rodrigo Sorogoyen se hizo con el Forqué al mejor cortometraje. La película cien por cien solidaria Lo que de verdad importa dirigida por Paco Arango se llevó el Forqué al cine y la educación en valores, galardón otorgado en colaboración con la FAD – Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, y la coproducción chilena-con participación de la española Setempbro Cine- nominada a los Globos de Oro y candidata a estar entre las finalistas al Oscar a la mejor película extranjera, Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio, fue elegida como mejor película latinoamericana.
Durante la ceremonia el presidente de EGEDA, Enrique Cerezo, se encargaó de lanzar un mensaje claro y directo. “La cultura es un activo estratégico. Nuestro cine tiene buena salud y debe tratar bien a su público y a las instituciones que lo apoyan” aseguraba Cerezo ante un repleto patio de butacas donde se encontraban grandes nombres de la cinematografía nacional e iberoamericana como Isabel Coixet, Maribel Verdú, Juan Diego, Verónica Forqué, Miguel Ángel Muñoz, Juana Acosta, Aitor Luna, Julio Medem o Goya Toledo entre otros.
Esta era la segunda vez que los Forqué se celebraban fuera de la capital de España, concretamente en el Palacio de Congresos de Zaragoza. Un icónico emplazamiento situado en una tierra con marcado sabor cinematográfico, con ilustres aragoneses como Luis Buñuel, Jose Luis Borau, el propio José María Forqué o Carlos Saura, Medalla de Oro de EGEDA en esta edición, y como avanzamos en noviembre; además de ser la ciudad donde se rodó la primera película española, Salida de la Misa del Pilar de Eduardo Jimeno Correas.
El realizador oscense, uno de los mayores embajadores de nuestro séptimo arte y autor de obras como La caza, Cría Cuervos o Carmen, destacaba que a lo largo de su carrera “he podido hacer las películas que siempre que he querido hacer” y ponía la vista en el futuro para “seguir viviendo con este entusiasmo por el trabajo y por la vida”.