La Biblioteca Pública Eugenio Trías de Madrid ha acogido hoy el II Encuentro Nacional de Guionistas de Programas de Televisión. El evento, que contaba con el lema ‘Los programas no se escriben solos’, ha reunido a representantes de algunos de los mejores realities, talk shows y talents en España para arrojar luz sobre esta faceta poco conocida del oficio del guionista, así como para saber sus procesos de creación.
El sindicato de guionistas ALMA trabaja de manera habitual en visibilizar el trabajo del guionista, normalmente opacado por la figura del director y de los actores, a pesar de su capital importancia. Este desconocimiento es, si cabe, más notorio en el caso de los guionistas de programas.
Para paliar esta circunstancia, ha celebrado hoy en Madrid una nueva edición de ‘Guionistas de programas’, un encuentro para conocer a los guionistas detrás de los programas más relevantes del panorama audiovisual español, ya sean en plataformas de pago, canales en abierto o televisiones autonómicas.
El evento ha dejado claro que, a diferencia de un guion de ficción, en programas hay muchas diferencias según el formato y el tipo de espacio que se está realizando.
Por ejemplo, Ana Boadas, guionista de las galas de Operación Triunfo en Gestmusic, ha remarcado la naturaleza del reality: «Un guionista de reality trabaja con una materia prima muy sensible. Estás escribiendo algo que afecta a personas reales».
La nueva edición de OT ha sido todo un fenómeno y buena parte de ese éxito se debe a la colaboración entre guionistas y presentador. «Roberto Leal ha brillado en la empatía y la formulación de las preguntas. Hemos sido uña y carne. Me he convertido un poco en su coach«, ha apuntado Boadas.
Joanna Pardos, una de las responsables de Radio Gaga, ha subrayado que en estos programas en los que te zambulles en la realidad «intentas que la gente se sienta representada». Por otro lado, ha declarado que, en programas, también se utilizan recursos habituales de la ficción: «Los guionistas de programas también sabemos crear clímax y estructura. La forma que tiene la gente de descodificar un contenido es solo una, por lo que cada guionista la adapta a su formato porque si no, nadie se engancharía».
Amalio Rodríguez ha contado algunos detalles de El puente. «¿Cómo contar un reality si fuese una ficción? Así empezamos con El puente«, ha resumido, añadiendo que «la estructura no deja de ser la de un reality pero todos los giros del programa estaban planteados como si fueran una ficción. Al final, es contar una historia».
Uno de los puntos fuertes del encuentro ha sido la mesa dedicada a los talk shows, que ha estado moderada por Luis Larrodera, el cual, a colación de la invisibilidad de este trabajo, ha citado una frase de Woody Allen en Café Society: «No me conocerás, soy guionista».
Pero hoy sí hemos podido conocer un poco a quienes están detrás de programas como, por ejemplo, Late Motiv que presenta en #0 Andreu Buenafuente. Marcos Mas ha asegurado que «el proceso de Late Motiv es muy divertido, porque si no, nos echan».
Este late night tiene una audiencia de 100.000 personas en directo «pero tenemos mucha más fama en Internet por el efecto cola». Esta circunstancia no les influye a la hora de trabajar: «No hacemos nada distinto, pero sí que es verdad que en Internet funcionan bien los vídeos cortos».
Mas ha relatado cómo construye la comedia: «Yo quiero que haya un gag cada 30 segundos. Esto es lo mínimo, al menos en un programa de humor, porque quizás en un telediario no».
También ha reconocido lo importante que es estar al día. Según él, «tienes que estar muy al tanto de la realidad» pero la clave es «extraer humor en cosas donde no la hay».
El Intermedio de laSexta es uno de los programas de referencia de la televisión, con unos 2 millones de espectadores cada día. Edu García es el coordinador de guion de un equipo de 15 guionistas. «Lo bueno y lo malo es que la actualidad es el eje central. Tenemos material sin tener que inventar nada pero el problema es que, además de ser graciosos, tenemos que ser muy cuidadosos con la verdad», ha afirmado hoy en el encuentro, donde también ha reconocido que el perfil de guionista que tienen es muy heterodoxo con cómicos, periodistas, informáticos…
Javier Valera ha abordado el proceso de La Resistencia, que «nació con una personalidad muy marcada porque es el programa de David Broncano» y ha añadido que, en ese sentido, «todo el mundo sabe lo que va a ver».
«Las secciones, a pesar de ser humor, están deliberadamente alejadas del sketch. Están haciendo de sí mismos. Broncano aporta mucho a los guiones pero a su propio ritmo. Trabaja con total tranquilidad y una espontaneidad pura. Esto tiene que ver con eso que llaman la nueva verdad», ha manifestado Valera, que cree que, a diferencia de programas como El intermedio, aquí «nadie espera ver a Broncano para seguir la actualidad. Todo está orientado al chiste».
Es interesante conocer también los modos de trabajo en programas a nivel autonómico. Gandalf Gambarte ha comentado cómo escriben para LandRober Tunai Show en TVG, un espacio que tiene un 55% por encima de la media de la cadena.
Según Gambarte, es un programa «distinto» a los otros porque es semanal. Lo define como una mezcla de talk show y de espacio de sketches: «La clave es que sea una fiesta, una verbena».
«Casi todo lo que creamos es para generar tensión, una montaña rusa. Usamos muchísimo al público y la ignorancia de los entrevistados. Lo importante es crear la situación. Entonces, todo lo que pasa es gracioso», ha indicado.
Javier Jáuregui, que ha trabajado principalmente en Canal Sur, ha destacado que, paradójicamente, a pesar de ser una categoría invisibilizada, el guionista de programas «tiene más incidencia en el proceso que los de ficción». «Eres un poco el guía del equipo y adquieres una capacidad de influencia que mola», ha expresado.
En su caso, intentaban aplicar un valor didáctico: «Un humor que aportara algo porque creíamos que debíamos hacerlo al ser una televisión pública». Esto implica, según ha comentado, hacer monólogos sobre la tabla periódica o tener a un heavy de dos metros explicando Filosofía.
Uno de los asuntos sobre los que han debatido ha sido la duración de los programas . «Yo escribo y luego resumo. Si puedo, meto el humor en 4 palabras y no en 6. En humor, cuanto más breve, mejor», ha afirmado Marcos Mas.
Edu García ha ido por la misma línea: «Nos cuestan los sketches de más de 10 minutos debido a nuestro ritmo interno». Ha puesto como ejemplo las piezas de Gonzo y Manuel Burque, pues las tienen que reducir muchísimo «pero nos aporta en ritmo» ya que «de lo bueno, te quedas con lo mejor. Para nosotros el ritmo es muy importante».
Javier Valera de La resistencia dice que ellos no dependen tanto de eso: «Usamos la narrativa para suplir la mecánica del chiste«. Por ejemplo, según ha aseverado, el otro día el bloque de Ignatius duró 20 minutos: diez explicando lo que iba a hacer y otros 10 haciéndolo.
Gambarte también ha opinado que para ellos la duración no es problema porque «cada bloque tiene una textura muy distinta, por lo que te permite generar situaciones más largas».
Para cerrar la mesa, se abordaron los obstáculos con los límites del humor y la gente ofendida, que se han convertido en algo candente en el gremio en los últimos años. Según Mas, «si te pones a pensar en todo el mundo que se puede ofender, no haríamos nada»
«Estamos demasiado pendientes de Twitter. La gente en Twitter se ofende por todo. Quizás deberíamos fijarnos un poco menos en las redes sociales», ha apuntado Edu García.