Ante la complicada situación a la que se enfrenta el sector del cine, en las últimas fechas se están tomando decisiones que alteran las relaciones habituales entre distribuidores y exhibidores y que ponen en riesgo la supervivencia de la industria en su conjunto. A la vista de noticias como el acuerdo entre Universal y AMC para recortar la ventana de distribución o el anuncio de Disney de llevar Mulán directamente a su plataforma VOD en varios territorios, Antonio Carballo, editor de Cineinforme, escribe un artículo en el que insta a emplear el coraje y la innovación para afrontar los retos actuales.
Estimados amigos de la gran exhibición y distribución,
Soy plenamente consciente de la complicada situación en la que os encontráis –especialmente vosotros, grandes distribuidores y exhibidores– debido a la evolución de la pandemia del virus chino en USA y, muy especialmente, por las decisiones adoptadas hace unas semanas en el Estado de California obligando de nuevo al cierre de las salas en Estados Unidos. Los sucesivos retrasos en su apertura debidos a la lamentable gestión de la pandemia en aquel país han conseguido que el miedo de la gran distribución vaya creciendo, y con él se vean muy lejanas las esperanzas de regresar a la normalidad. En este contexto de extrema tensión –especialmente financiera y con nulo apoyo de su gobierno— los grandes estudios están tomando decisiones que conllevan riesgos extremos para todos.
Queda claro que la industria norteamericana se está enfrentando al mayor problema de su historia, y la experiencia dice que de estas cruciales situaciones se sale siempre con coraje e innovación. Pero la innovación en este caso no debe reducirse a utilizar las nuevas tecnologías, sino a cambiar esquemas ya superados en la forma de comercializar sus costosas producciones. Quizá ha llegado el momento de dejar atrás el “estreno mundial” y empezar a pensar en el “estreno local”. El mundo es muy grande y muy diverso y, en contra de lo que creen muchos norteamericanos , MÁS ALLÁ DE SUS FRONTERAS existen otros países con cultura, identidad, ventajas y problemas propios.
El verano en España es uno de los dos grandes momentos para darle vida a nuestro negocio y no podemos permitirnos que el público pierda la costumbre de ir al cine. Sobre todo en familia. Los estrenos puntuales de películas de perfil familiar en los países donde se han hecho demuestran que los niños son capaces de arrastrar a toda la familia al cine. Y el ejemplo de la secuela de PADRE NO HAY MAS QUE UNO brilla como un faro en la tormenta de la que no saben salir los grandes estudios USA.
Quisiera que entendieseis todo esto en el mismo sentido que lo pienso mientras escribo: sólo como unas reflexiones con el ánimo de ayudar.
Con ese mismo ánimo lancé a mediados de julio una edición especial digital con grandes reportajes sobre los estrenos de las distribuidoras que más agallas han demostrado tener en los momentos peores, y en breve podéis leer la segunda, que levantará aún más el ánimo de los exhibidores. En ella aparecen otros reportajes que se van sumando a la ingente tarea de transmitir al público más cinéfilo grandes deseos de volver al cine. Y no cabe duda de que en esta guerra, los pequeños y medianos distribuidores han ganado las primeras medallas haciendo uso de la libertad que les otorgan los productores independientes.
Y como se vaticinaba, el cine español está siendo decisivo para ganar las primeras batallas.
Que otros sean capaces, al menos, de tomar nota.
Antonio Carballo
Editor.