Ya tenemos nueva Ley de Cine, y los productores independientes estamos de enhorabuena y más contentos que unas castañuelas, ya que no toca la definición de “Productor Independiente”. Por Jordi Carbonell.
Sí, esa Ley que hace 15 años nos colaron, para tranquilidad de las teles de la época (aún no habían plataformas) que habían amenazado en llevarla a los tribunales por ser obligadas a destinar un 5% de sus ingresos de explotación en financiación de películas, TV movies, series y documentales producidas por esas “Productoras Independientes”. El legislador sensible siempre a los intereses generales de las grandes corporaciones audiovisuales, incluyo en la ley del 2007 la siguiente definición sobre lo que se podía considerar como “Productora Independiente”:
*»Productor independiente:
1. Aquella persona física o jurídica que no sea objeto de influencia dominante por parte de un prestador de servicio de comunicación/difusión audiovisual ni de un titular de canal televisivo privado, ni, por su parte, ejerza una influencia dominante, ya sea, en cualesquiera de los supuestos, por razones de propiedad, participación financiera o por tener la facultad de condicionar, de algún modo, la toma de decisiones de los órganos de administración o gestión respectivos.
Sin perjuicio de otros supuestos, se entenderá, en todo caso, que la influencia dominante existe cuando concurran cualesquiera de las siguientes circunstancias:
2.º La posesión, de forma directa o indirecta, por un prestador de un servicio de comunicación/difusión audiovisual o un titular de un canal televisivo de, al menos, un 20 por 100 del capital social, o de un 20 por 100 de los derechos de voto de una empresa productora….»
*BOE Ley del cine 2007
O sea, se considera que una productora ES Independiente si, un prestador de servicios (léase, Televisiones y Plataformas) SOLO posee el 19% de una productora.
Por poner un ejemplo; si mi productora está participada por el 19% de Atresmedia, o Mediaset, y destinan su 5% de ingresos de explotación a mi productora teóricamente independiente, eso es legal. Y el resto de productoras que no están participadas por uno de esos dos prestadores de servicios, no pueden reclamar legalmente nada, AUNQUE sean 100% independientes…
Ningún productor independiente dijo nada, ni una queja, ni un lamento al aprobarse semejante barbaridad que regalaba de facto ese 5% a las televisiones, perdón a las productoras pseudoindependientes de los teledifusores y dejaba a las productoras verdaderamente independientes sin esos millones de euros que el Gobierno si descontó rápidamente de las subvenciones.
En cambio en la propuesta del nuevo Proyecto de Ley(que fue consultada con los agentes del sector hace ya muchos meses), los productores pusieron el grito en el cielo por el redactado del siguiente texto como definición de productor independiente: “la persona física o jurídica que no está vinculada de forma estable en una estrategia empresarial común con un prestador del servicio de comunicación audiovisual obligado a cumplir con lo establecido en los artículos 117 a 119 y que asume la iniciativa, la coordinación y el riesgo económico de la producción de programas o contenidos audiovisuales, por iniciativa propia o por encargo, y a cambio de una contraprestación los pone a disposición de UN prestador del servicio de comunicación audiovisual”. El cambio fruto de la polémica consistió en modificar la última frase de la definición para indicar que “los pone a disposición de DICHO prestador del servicio de comunicación audiovisual” De esta forma, con un simple cambio de la palabra “un” por “dicho”, un productor vinculado a un grupo audiovisual no podrá ser considerado independiente si realiza una serie o película para dicha empresa, pero sí podrá tener esta categoría si lo lleva a cabo para otras grandes compañías con las que no tenga vínculos. Y todos más tranquilos. ¿Pero, que pasa con las productoras participadas con un 19%? Seguirán teniendo a todos los efectos la consideración de productoras independientes, con lo que a las prestadoras de servicios les trae sin cuidado el cambiar ese dichoso DICHO, por ese clarificador UN, mientras puedan ir creando productoras independientes que no lo son, pero que los sucesivos gobiernos dicen que lo son… y si lo dice el gobierno…
Y los productores independientes tan contentos con la nueva definición porque ya sabemos que en la industria de los sueños al final nada es lo que parece.