Con los anuncios de la finlandesa Nokia y la española Telefónica se confirma que el 2023 es un año horroroso en términos laborales para el sector de las telecomunicaciones en el viejo continente. Si se suman los datos de otras empresas, la cifra de despidos casi alcanza las 100.000 personas.
BT Group (la antigua British Telecom), la empresa británica de las telecomunicaciones británico, lidera el número de despidos previstos. La compañía ha anunciado que recortará su plantilla en 40.000 y 55.000 empleados en el periodo 2028 y 2030 una vez que finalice el despliegue de la fibra óptica allí.
Según si esa cifra está en el margen inferior o superior, el recorte supondrá el despido de entre el 30% y el 42% de sus trabajadores.
Nokia y Vodafone también van a hacer despidos masivos. La compañía finlandesa ha desvelado que prescindirá de 14.000 personas por la caída de sus beneficios. La telco pasará de los 86.000 empleados actuales a 72.000 para reducir costes.
La también británica Vodafone ha comunicado que llevará a cabo 11.000 despidos en Europa en los próximos tres años en Europa, es decir, el 10% de los 90.000 que tiene a nivel mundial.
Desde España también llegan malas noticias. Telefónica está negociando con los sindicatos un plan de reducción de plantilla, que contempla salidas incentivadas que afectarán a unos 5.000 trabajadores en los próximos años.
Si a estas noticias, añadimos otros anuncios como los 8.500 despidos de Ericsson, los 2.000 de Virgin Media 02, los 1.650 de Deutsche Telekom y 1.500 de Telia, la situación no es nada halagüeña para los próximos años, ya que estaríamos con un total de casi 100.000 despidos.
Los analistas apuntan a la alta competitividad en Europa y la falta de retorno en inversiones de mucho dinero relacionadas con la fibra y el 5G como principales causas de los despidos.