Esta pregunta podría bien resumir la Jornada sobre Financiación y Distribución Audiovisual que organizó la Oficina MEDIA España ayer en Madrid, en colaboración con Oficina del Parlamento Europeo en España y la Representación en España de la Comisión Europea. Un panel compuesto por expertos de primera categoría centró el debate en el hecho de la progresiva disminución de los fondos públicos y la subsiguiente necesidad de encontrar inversores privados para continuar produciendo películas.
La mesa estuvo compuesta por Elisa Alvares, de Leumi Bank UK; Mabel Klimt, de Mauer & Klimt y FAPAE; Ignacio Samper, de la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid; Jesús Prieto y Fernando Labrada, de Iberoamerican Film Bonds; Sergi Reitg, de Imira Entertainment; Eduardo Escudero, de A Contracorriente Films y Peter Andermatt de la Oficina MEDIA España.
Abrió el debate, y se encargó de su moderación, Peter Andermatt ofreciendo un resumen estadístico del volumen de la industria del cine a nivel global y señalando que: “El cine no se acaba ni se va a acabar. Cada año se producen 6.500 películas en todo el mundo, la recaudación global se mantiene estable y en muchos países se continúan abriendo salas de cine. Actualmente hay 142.000 pantallas a nivel global. Mientras tanto, en España atravesamos por unos momentos de notable debilidad industrial, situación de la que podremos salir si nos adaptamos a las nuevas normas de juego”.
Todos los panelistas estuvieron de acuerdo en que, nos guste o no, el modelo estadounidense (impulso a la producción a través de incentivos fiscales) se va imponiendo mientras que los fondos públicos destinados a este fin en España y otros países occidentales continúan reduciéndose. Para los que aún siguen pensando en que el cine USA se realiza sin ayudas, Elisa Alvares puso sobre la mesa una cifra incontestable: entre todos los Estados norteamericanos, se aplicó a la producción de cine en 2014 una desgravación fiscal de 1.500 millones de dólares. La representante del banco inglés, que lleva casi dos décadas concediendo préstamos a la industria del cine, respondiendo a la pregunta que encabeza este reportaje, decía: “Además de encontrar financiación en las entidades de crédito especializadas en esta industria, y utilizar los fondos públicos de carácter regional, nacional o europeo, los productores pueden encontrar tres tipos de inversores privados. El primer grupo está formado por personas o empresas que solo buscan los beneficios fiscales; el segundo grupo invierte en producción de cine por entrar en el halo “glamuroso” que le rodea, y el tercero –que es el mejor, pero el más escaso—lo componen las personas físicas o jurídicas que disponen de un capital excedente y quieren invertirlo en distintos sectores para diversificar el riesgo”.
En la siguiente intervención, Fernando Labrada añadía que: “Puedes encontrar a ese inversor ideal cuando menos te lo esperas, pero hay que buscarlo. Puede ser incluso tu vecino”, y Peter Andermatt completaba: “Si a tu vecino le explicas bien lo que es una AIE (Asociación de Interés Económico), sus ventajas fiscales y a continuación dices que existe una figura llamada Completion Bond, que reduce a cero los riesgos de que el proyecto resulte inacabado, puede que te lleves una agradable sorpresa. Tenemos que esforzarnos todos en presentar esta industria como un lugar más para invertir, aunque está claro que no es adecuada para tímidos ni para personas que no sean de nuestra confianza. El cine se ha hecho siempre sobre las bases de una mutua confianza”.
Fernando Labrada y Jesús Prieto explicaron la gran ventana que se les abre a los productores españoles gracias a la existencia de IFB, la única sociedad que ofrece la garantía del Completion Bond al estilo europeo, es decir, actuando no solo como controladores, sino también como expertos consejeros, involucrándose en todas las fases del proyecto. Labrada, refiriéndose a las personas que nos pueden ayudar en la búsqueda de inversores privados, destacó el importante papel que puede jugar un buen abogado, con una extensa red de contactos a su alrededor.
Eduardo Escudero en su intervención, hizo hincapié en la importancia de contar con un Registro de la Propiedad Audiovisual que sea igual de fiable que el Registro de la Propiedad Inmobiliaria, algo que ayudaría mucho a ganar la confianza de los posibles inversores. Por su parte, Sergi Reitg puntualizó que “Echaba en falta en este debate y en toda la legislación europea también, más dedicación a la producción de televisión y a la de animación, piezas clave en el mercado internacional”.
Mabel Klimt redondeó la sesión con unas palabras dedicadas a reforzar la unión de los productores: “Tenemos que trabajar juntos. Nuestros competidores no están en la calle de al lado. Nuestros competidores están fuera y son cada vez más globales”.
Premio Lux, refuerzo para la distribución de películas europeas
Y aunque hablamos de estos importantes galardones al final, lo cierto es que desde Bruselas y Barcelona, a través de videoconferencia intervinieron Jindrich Pietras y Marisella Rossetti, de la Oficina del Parlamento Europeo, al inicio de la jornada para comentar la relevancia de estos Premios.
Unos premios que desde 2007 suponen un apoyo a la distribución de películas europeas. Y es que, a veces, la financiación consiste en no tener que acometer un gasto. Existen muchos mecanismos que permiten este tipo de financiación, y es importante conocerlos y, precisamente, es el caso de los Premios Lux del Parlamento Europeo.
Los nominados y ganadores de este premio se benefician de unas ayudas importantes para la difusión y distribución de sus obras. El premio es considerado un sello de calidad en toda Europa y más allá. Las obras premiadas son subtituladas en 24 idiomas.
Los Premios Lux se crearon como un símbolo del compromiso del Parlamento Europeo hacia la industria del cine del continente y sus esfuerzos creativos. Los expertos que forman el Panel de Selección distinguen aquellas películas que ilustren la universalidad de los valores europeos, la diversidad de la cultura europea o traten sobre el proceso de construcción de la Unión Europea. Cualquier ciudadano ha podido proponer por internet un film en la selección, siempre y cuando cumpla los criterios previstos. El galardón es una estatuilla que representa un rollo de película cinematográfica que forma la Torre de Babel, como símbolo del multilingüismo y la diversidad cultural.
En ediciones anteriores dos obras españolas seleccionadas han sido Ander, de Roberto Castor en 2009 y Hermosa Juventud, de Jaime Rosales en 2014.
