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Primera consideración: Cuatro días demoledores para los que hablan del incierto futuro del cine en las salas. Si los fans del cine en casa hubieran estado en Barcelona, podrían haber salido de su error de una vez por todas.
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Segunda consideración: La entrada de la UNIC en la organización de CinemaExpo marcó un sendero enriquecedor, donde cada vez hay un mayor espacio reservado para el cine europeo. El cambio de nombre no se hizo por capricho.
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Con una maratoniana sesión dedicada al cine francés se clausuró ayer la 25ª edición de CineEurope (antes CinemaExpo) en el CCIB de Barcelona. Nuestra querida Ciudad Condal y su espléndido Centro de Congresos Internacional han demostrado ser el lugar idóneo para acoger a este gran evento y fruto de ello es la renovación del acuerdo para que Barcelona siga siendo la sede de CineEurope hasta 2020. Las fechas para 2017 ya están marcadas: del 19 al 22 de junio, al igual que el apoyo del principal patrocinador: Coca Cola.
Todas las «majors» de Hollywood presentaron sus «slates» (anticipo de próximos estrenos) en un auditorio que la experiencia de Kelonik-UNITIA convirtió de nuevo en el mejor cine del mundo, con la mejor proyección del futuro (láser 6P) y el mejor sonido del presente, Dolby Atmos.
De las muchas, muchísimas películas cuyos trailers hemos tenido el privilegio de disfrutar, una buena parte de ellas ha dejado claro que Hollywood continúa apostando fuertemente por el cine en las salas. De otra forma no se explicaría la enorme inversión que ha supuesto – y continúa suponiendo – la producción de tantas obras con un concepto visual tan espectacular. Y no nos referimos solo a las historias de superhéroes o catástrofes, sino a películas que cuentan, otra vez, vivencias de personas. Por fin el cine «made in USA» vuelve a pensar en los espectadores europeos y nos va a ofrecer, en los próximos meses, obras de gran espectacularidad visual, pero centradas en las experiencias de personas «de verdad». Un buen ejemplo de lo que decimos es Hidden Figures (Fox), una conmovedora historia basada en hechos reales donde el papel protagonista corresponde a la mujer que lideró en los años 60 el equipo de expertas (compuesto solo por mujeres negras, en pleno apartheid) en cálculo avanzado que posibilitó el éxito de los Estados Unidos en la carrera espacial. Un personaje que debe luchar contra la sociedad machista y racista y que, finalmente, es reconocida por todos.
Es el conocido esquema de Titanic: una historia que llega muy adentro, en un contexto de gran espectáculo visual. Auguramos un gran éxito para esta película y otras muchas que nos llegarán de los socios de la MPAA en los próximos meses siguiendo esta infalible fórmula…
En cuanto a la presencia del cine europeo, por tercer año consecutivo pudimos disfrutar de un «slate» de UniFrance Film. Catorce trailers de próximos estrenos de películas francesas de todos los géneros: histórico, bélico, familiar, animación… ¡Enhorabuena otra vez a Unifrance Film!
Pero no podemos – ni queremos – pasar por alto esta reflexión: si CineEurope se celebrase, por ejemplo, en Lyon y allí se incluyese la presentación de 14 películas españolas y ninguna francesa, ¿qué pensarían ustedes? No hace falta que nos lo digan, ya lo sabemos…
Como apunte final sobre esta recién finalizada 25ª edición de CineEurope, queremos destacar que ni por un momento se habló de Netflix, ni de HBO, ni del nuevo «invento» de Napster. ¿Temeridad, inteligencia aplicada o simple desprecio? Recuerden lo que hemos escrito al comienzo de esta crónica de urgencia: las «majors» de Hollywood continúan apostando por el GRAN CINE, ese que solo se puede disfrutar de forma COLECTIVA en una GRAN SALA. Pretender «sacar» todo el jugo a estas grandes obras en casa es como beber un gran tinto de reserva poniendo los labios en la botella…
En este sentido, ¡cuánta pedagogía hace falta a las nuevas generaciones!