Esta es la conclusión más destacada a la que tuvimos acceso hoy durante el acto de presentación del informe sobre los resultados del II Programa de Sensibilización Contra la Piratería en Primaria y ESO, que contó con la presentación de Carlota Navarrete, directora de La Coalición, Ignacio Martínez Trujillo, director general de Innovación y Desarrollo Global de LaLiga y Guillermo Cánovas, director del Observatorio para la Promoción del Uso Saludable de la Tecnología EducaLIKE.
La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos y La Liga han presentado hoy en la Residencia de Estudiantes de Madrid los resultados del II Programa de Sensibilización Contra la Piratería en Primaria y ESO. El estudio se encuadra dentro de la campaña de concienciación «Defiende tus derechos. Promueve la cultura», puesta en marcha por La Coalición y LaLiga y realizada en 85 centros educativos españoles por EducaLike. Se trata de un programa de talleres de sensibilización en centros escolares que forman a los más jóvenes sobre el valor de los contenidos en la red y las consecuencias de la piratería. El estudio ha tomado como muestra a 2.000 alumnos de colegios e institutos de Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León. Se trata de la segunda edición de esta campaña, cuyos talleres han tenido lugar entre febrero y junio del curso 2015/2016, para después realizar los cuestionarios y extraer los datos en los meses de mayo y junio.
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Los principales objetivos de la campaña son poner en valor a los trabajadores y a las industrias creativas y promover el respeto hacia sus derechos; motivar a los alumnos como posibles futuros profesionales de estos sectores y mostrar lo que supone el comercio y el fraude de contenidos o piratería para la sociedad, el empleo y la economía.
La directora de La Coalición, Carlota Navarrete, ha destacado que desde su entidad están «muy satisfechos» con la experiencia. «Pensamos que una buena ley y una aplicación eficaz son esenciales, pero solo si van acompañadas de medidas de concienciación, que permitan a la sociedad decir no al fraude de contenidos en internet, mediante tolerancia cero con la oferta ilegal, y propiciar la puesta en valor de un sector estratégico generador de empleo y de riqueza como es el de los contenidos», ha señalado. Asimismo, ha querido hacer un llamamiento a las administraciones para que «se impliquen en la parte que tiene que ver con los bloqueos de páginas web y con la concienciación ciudadana«.
Navarrete ha afirmado que la lucha contra la piratería no tiene que ver con el gobierno de un signo político u otro, sino que es «un problema institucional y social«. «Todos los países de nuestro entorno han tomado la propiedad intelectual como un eje estratégico por el despegue socioeconómico que les supone o para proteger su identidad cultural», ha afirmado, «mientras que España se ha quedado atrás». En los países desarrollados, las industrias culturales suponen aproximadamente un 5% del PIB. En España, el porcentaje de representación de las industrias culturales en el PIB ha ido descendiendo progresivamente en los últimos años hasta quedarse cerca del 3%.
Por su parte, los promotores de este estudio, financiado a través de fuentes privadas, se lo han hecho llegar a la Secretaría de Estado de Cultura, de la que han recibido una respuesta favorable pero contenida. «En funciones«, ha indicado la directora de La Coalición.
Una de las conclusiones destaca que solo un 39,5% de los alumnos es capaz de diferenciar entre contenidos legales y pirateados. En cambio, un 38% señala que esto solo ocurre a veces y un 22,5% no los distingue nunca.
Por otro lado, sí que una gran parte está concienciada sobre el daño de la piratería: el 50,5% de los alumnos afirmó que la piratería en internet perjudica a muchas personas y un 41,7%, que solo perjudica a algunas. Solo un 7,8% de los menores de 10 a 14 años piensa que la piratería no perjudica a nadie. La conciencia sobre las consecuencias de la piratería aumenta con la edad: en los cursos superiores, solo el 3% considera que la piratería no perjudica a nadie.
En este sentido, un 71% de los alumnos encuestados considera que descargar o acceder a contenidos pirateados es malo. Al contrario que la conciencia de las consecuencias de la piratería, la consideración de la descargas o el acceso ilegales a contenido en internet como algo malo desciende con la edad. Los alumnos de más edad se muestran reacios a valorar moralmente estos actos, y un 63,2% de los alumnos de 2º de la ESO (7,8% menos que la media) considera que la piratería es mala.
Así, el director del Observatorio para la Promoción del Uso Saludable de la Tecnología EducaLIKE, Guillermo Cánovas, ha señalado que la mayoría de los alumnos «piensan que todo lo que está en internet es consumible», y, a su vez, «creen que si sus contenidos se exponen, son de todo el mundo». Los niños y jóvenes de entre 10 y 14 años son «uno de los grupos más potentes de internet» y, sin embargo, «necesitamos más campañas para niños y adolescentes y que reciban información para diferenciar los contenidos descargables«, ha asegurado Cánovas.
Los talleres aumentaron en un 15,2% la consideración de la piratería como algo negativo
En un principio, el 55,8% de los alumnos entre 10 y 14 años consideraba que la piratería era negativa. Tras los talleres de formación, el porcentaje se elevó al 71%. Igualmente, solo un 7,8% de los alumnos con formación considera que la piratería no perjudica a nadie, una cifra que se elevaba al 30,8% antes de los talleres. Esto supone haber despertado la sensibilización del 75% de los encuestados.
Tras los talleres de formación, el 71% de los alumnos consideraba que la piratería era negativa y solo un 7,8% consideraba que no perjudicaba a nadie, lo que supone haber despertado la sensibilización del 75% de los encuestados.
El estudio refleja que, a partir de estos datos, la educación puede considerarse una herramienta fundamental y efectiva para lograr que los niños y adolescentes tomen conciencia sobre la importancia de defender sus derechos en internet y respetar los derechos de los demás, aumentando así la percepción y valoración negativa hacia el fenómeno de la piratería.
El director general de Innovación y Desarrollo Global de LaLiga, Ignacio Martínez Trujillo, ha afirmado que «tenemos que ser capaces de construir y compartir con niños y adolescentes los modelos de relación y los límites en la economía digital en la que ellos van a ser, no solo futuros consumidores, sino también futuros profesionales con derechos«. Martínez Trujillo ha insistido que no se puede pedir a los niños que sean «héroes morales» o dejar en sus manos la decisión de descargar o acceder a un contenido ilegal. «Ahora toda la economía es digital, todos somos consumidores y creadores», ha señalado, por lo que «hay que encontrar el equilibrio entre nuestros derechos y el respeto a los derechos de los demás».
Martínez Trujillo también ha hecho hincapié en la necesidad de imponer «unas normas y condiciones para el acceso a internet, que no tienen nada que ver con la censura«. Asimismo, ha hecho referencia a la tarea de La Liga de informar a los máximos responsables de las grandes empresas internacionales cuando encuentran uno de sus anuncios en una página web que permite el acceso o la descarga de contenidos ilegales, un proceso que suele tener una respuesta «casi siempre positiva». «Deberíamos reclamar a empresas que todos conocemos que cuando lancen su campaña en internet no lo hagan en sitios que ofrecen contenidos ilegales«, ha afirmado, asegurando que en los últimos 18 meses desde La Liga se han enviado más de 20.000 burofaxes dirigidos a los responsables de estas empresas que se anuncian en páginas de contenido dudoso, invitándoles de forma amistosa a adherirse a la lucha contra la piratería.
En cuanto al interlocutor con el que se deben negociar las medidas a tomar en la lucha contra la piratería, Ignacio Martínez Trujillo ha afirmado que no hay que reducirlo al gobierno local, sino a los gobiernos de todo el mundo, ya que este es un asunto que concierne y compete a todos. Por ejemplo, los distribuidores del contenido ilegal que llega a España pueden estar situados en Estados Unidos, mientras que los servidores están localizados en África o Asia. Por ello, lo que hace falta es alcanzar una unión para luchar contra un problema global y deslocalizado como es la piratería.
Navarrete, por su parte, ha puesto como ejemplo a Italia y Portugal en la lucha contra la piratería. En Italia, el 51% de los sitios web denunciados han sido bloqueados, mientras que en Portugal se han retirado más de 84 millones de obras pirateadas y se bloquearon 330 sitios web entre septiembre de 2015 y abril de 2016. En España, en cuatro años, se han bloqueado cuatro páginas con contenidos ilegales de industrias culturales.
En Italia el 51% de los sitios web denunciados han sido bloqueados y en Portugal se cerraron 330 páginas en siete meses.
Aún así, Martínez Trujillo ha insistido en que el mejor camino no es el bloqueo de páginas web, que pueden resurgir de diferentes maneras, sino negociar a nivel global con todos los agentes, desde los anunciantes hasta la misma sociedad, para implicarlos en la lucha contra la piratería.
