La Red de Pueblos de Película acaba de ponerse en marcha con un objetivo claro: agrupar y dar visibilidad a aquellos municipios españoles cuyo vínculo con el patrimonio audiovisual puede convertirse en un motor turístico, cultural y económico. España es ya uno de los destinos más relevantes del llamado turismo de pantalla, un fenómeno creciente entre viajeros que eligen sus escapadas en función de las localizaciones de sus series, películas o anuncios favoSegún datos del Observatorio de Turismo de Pantalla, el 65% de los potenciales viajeros de este tipo ha descubierto algún destino español a través de una producción audiovisual. De ellos, un 26% reconoce que quiere visitarlo y un 27% afirma que ya ha estado allí. No sorprende, por tanto, que en nuestro país uno de los que más rodajes acumula junto a Alemania, Francia o Reino Unido surja ahora una red destinada a aprovechar este potencial.
Presentada en la Feria Internacional de Turismo de Interior (Intur), la Red de Pueblos de Película nace con una docena de municipios, aunque la intención

es incorporar más en los próximos meses. Su presidenta, Ana Alonso, subraya que el objetivo es generar dinámicas y compartir herramientas que permitan optimizar el impacto del patrimonio audiovisual en los territorios rurales.
Los primeros 12 pueblos integrados en la red representan buena parte de la diversidad cinematográfica rodada en España. Entre ellos se encuentra Alfoz de Lloredo (Cantabria), famoso por sus acantilados presentes en numerosas campañas publicitarias, o Ayna (Albacete), lugar de peregrinación para los fans de la película de culto Amanece que no es poco. También figura Covarrubias (Burgos), sede del Museo Carlo Simi, dedicado al escenógrafo de muchas de las cintas de Sergio Leone.
La lista continúa con Bielsa (Huesca), escenario de Palmeras en la nieve; Cardona (Barcelona), que alberga el castillo donde Orson Welles rodó Campanadas a medianoche; y Comillas (Cantabria), cuyo legado fílmico incluye desde la comedia Primos hasta La bola negra, lo más reciente de Los Javis.
En Loarre (Huesca), su imponente castillo ha sido localización de títulos como El reino de los cielos o Irati. Malpartida de Cáceres (Cáceres) acogió el rodaje de uno de los momentos más épicos de Juego de tronos. Por su parte, Santo Domingo de Silos (Burgos) es mundialmente conocido por el cementerio de Sad Hill, escenario del duelo final de El bueno, el feo y el malo.
El listado lo completan Tabernas (Almería), con su larga historia ligada a los westerns, Indiana Jones o The Crown; Torrelaguna (Madrid), escenario del drama Todos lo saben; y Tossa de Mar (Girona), que conserva la emblemática estatua de Ava Gardner en homenaje al rodaje de Pandora y el holandés errante.
La Red prevé organizar durante 2026 diversos encuentros presenciales y online para fortalecer la colaboración entre los municipios ya adheridos y los que se sumarán más adelante. Las cifras, tanto nacionales como internacionales, indican un creciente interés por este tipo de viajes. Entre los viajeros españoles que han conocido un pueblo gracias al cine o la televisión, destacan localidades como Peñíscola (26%), Comillas (23%), Tabernas (21%), Lastres (19%) y Almagro (18%).
En cuanto a intención de visita, Belchite encabeza el interés con un 30%, mientras que Lastres es uno de los lugares más frecuentemente visitados tras su descubrimiento en pantalla. Además, el observatorio señala que casi 3 de cada 10 encuestados estarían dispuestos a pagar más por una experiencia de turismo de pantalla diseñada por un operador especializado, una cifra que crece notablemente entre turistas estadounidenses.
Con datos que respaldan un sector en expansión, la Red de Pueblos de Película se presenta como una oportunidad para que pequeños municipios españoles encuentren en el cine y la televisión una vía de proyección y crecimiento.


















