Elemental ha cerrado el Festival de Cannes con una Premiére mundial a la que han acudido el director Peter Sohn, la productora Denise Ream y Pete Docter, productor ejecutivo y CCO de Pixar, junto a los actores de doblaje en la versión original y francesa de los protagonistas.
El Festival de Cannes ha brindado a la audiencia las primeras opiniones de muchos de los filmes más esperados del año y una de ellas ha venido con el cierre del festival de mano de la última cinta animada de los estudios Pixar, Elemental.
El filme le puso el cierre final al festival y cabe mencionar que Elemental era una de las producciones que desde que fue anunciada despertó el interés inmediato de la audiencia, por lo que tras su presentación en el Festival de Cannes, la película ya cuenta con sus primeras críticas, unas que dividen bastante la opinión sobre la película, pero que la crítica parece elevar algunas expectativas.
La animación sigue una línea similar a películas como Soul o Inside Out que funcionan en universos con una lógica propia y que crean representaciones antropomórficas de lo que son conceptos ya existentes en la vida real, en este caso, se refieren a los cuatro elementos: Aire, Agua, Tierra y Fuego.
Elemental transcurre en un planeta cuyos habitantes representan estos cuatro elementos y, por lo general, tienden a vivir en espacios divididos y acondicionados para ellos, aunque existen casos como Element City, lugar donde transcurre la historia, donde todos conviven. Aquí existen diversos barrios nuevamente cada uno de ellos se centra en cada uno de los elementos, y rara vez se mezclan con los demás.
Los protagonistas de esta historia son los ciudadanos del elemento Fuego, que fueron los últimos en llegar a Element City y son los que tienen más problemas para integrarse, ya que para los demás su elemento resulta el más peligroso y destructivo si se descontrola.
Al llegar hablan con un idioma gutural y responden a nombres algo singulares, como Útrí dár ì Bùrdì y Fâsh ì Síddèr. Aunque pronto se les dará un nombre más acondicionado con la cultura de la ciudad, como Bernie o Cinder. Ember, la gran protagonista, será hija de estos dos fuegos y tras mudarse a una casa abandonada, la transformarán en su hogar y en un próspero negocio que años después deberá heredar la ya adulta Ember.
Sin embargo ella tiene un pequeño problema y es que se pone muy nerviosa y tensa al tratar con los clientes, lo que se traduce en descontrol e incendios por doquier. Un día su reacción es tan excesiva que casi prende fuego al local y termina rompiendo las cañerías que inundan el suelo. Así conoce a Wade, un chico de agua que trabaja como algo similar a un fontanero, controla el estado del negocio y ante las acciones de Ember, levanta una multa que podría causar el cierre del local.
Así Ember trata de convencerle de darle una segunda oportunidad, lo que les lleva a ambos a un recorrido y viajes por la ciudad lleno de negociaciones en las hablan más que de otra cosa, de cómo crear un mundo más armónico donde se integren todos los elementos.
Más allá de la incipiente historia de amor entre dos elementos tan opuestos y de unos juegos de palabras muy propios del humor de Pixar, el transfondo de Elemental se centra en las diferencias culturales de unos elementos que tratan de representar las mismas diferencias de la realidad. El viaje y las conversaciones entre Wade y Ember tratan de hallar un punto en común, para que la convivencia progrese. Así, la película conduce al espectador hasta un emotivo final.
Sin embargo, aunque la crítica y la acogida en el Festival de Cannes ha sido muy positiva para la película, hay otros que consideran que es una película muy simple, destinado para un público más infantil. En cualquier caso, será después del estreno cuando las opiniones de los expectadores dicten realmente cómo de buena (o mala) es Elemental.