Las películas «Emilia Pérez», «The Brutalist» y «La Sustancia» lideraron una ceremonia marcada por historias que desafiaron las normas tradicionales, con propuestas narrativas y visuales únicas que cautivaron tanto al público como a la crítica.
La 82ª edición de los Globos de Oro, celebrada en el icónico Beverly Hilton de Los Ángeles, será recordada como una noche de renovación y diversidad en la industria del cine.
El audaz musical «Emilia Pérez», dirigido por el francés Jacques Audiard, se convirtió en la estrella de la noche al llevarse cuatro estatuillas: Mejor Película de Musical o Comedia, Mejor Película de Habla no Inglesa, Mejor Actriz de Reparto para Zoe Saldaña, y Mejor Canción Original con el tema El Mal.
Protagonizada por Karla Sofía Gascón, una actriz trans española, y Zoe Saldaña, la película cuenta la historia de un narcotraficante que decide cambiar de sexo para convertirse en la mujer que siempre quiso ser. En su discurso, Gascón reivindicó los derechos de las personas trans: «La luz siempre gana sobre la oscuridad. Podéis ponernos en la cárcel, pegarnos… pero nunca podréis tomar nuestra alma, nuestra existencia, nuestra identidad.»
El filme, que ya había arrasado en Cannes y San Sebastián, ha sido aclamado no solo por su originalidad, sino también por su valentía al abordar temas como la identidad de género y la libertad personal.
La cinta de Brady Corbet, «The Brutalist», fue otra de las grandes triunfadoras de la noche. Este drama histórico sobre el arquitecto húngaro László Tóth, un superviviente del Holocausto que emigra a Estados Unidos, se llevó tres premios: Mejor Película Dramática, Mejor Director para Corbet y Mejor Actor en una Película Dramática para Adrien Brody.
Brody ofreció un discurso emotivo al recibir su galardón: «Esta historia me recuerda mucho al viaje de mis antepasados, que huyeron de la guerra para llegar a este gran país. Espero que este trabajo les dé voz y anime a quienes luchan por sus sueños.»
La película, que mezcla la arquitectura brutalista con temas de migración y superación personal, ha sido comparada con otros trabajos icónicos del actor, como su papel en El pianista. Aunque su estreno en España está programado para el 24 de enero, su impacto ya se siente en la industria.
La veterana actriz Demi Moore logró su primer Globo de Oro a los 62 años gracias a «La Sustancia», una comedia dramática dirigida por Coralie Fargeat. Moore interpreta a Elisabeth Sparkle, una estrella de televisión en crisis que recurre a una misteriosa sustancia para rejuvenecer y redescubrirse.
En su discurso, Moore recordó cómo un productor la menospreció hace décadas llamándola popcorn actress: «Me lo creí, y eso me corroyó. Hoy estoy aquí, y quiero decirle a todas las mujeres que no permitan que las definan los demás.»
La película, que combina elementos de comedia negra y body horror, ha sido aplaudida por su crítica mordaz a la obsesión de la sociedad con la juventud y la belleza. También aborda temas como el envejecimiento, la adicción y la presión social, consolidando a Moore como una fuerza renovada en el cine contemporáneo.
La noche también celebró éxitos en televisión, con «Shogun» llevándose cuatro premios, incluido Mejor Serie Dramática, y Hacks imponiéndose como Mejor Serie de Comedia o Musical. En el ámbito animado, la película «Flow: Un Mundo que Salvar» se alzó como ganadora en su categoría.
Sebastian Stan, por su parte, obtuvo el premio a Mejor Actor de Comedia o Musical por Un Hombre Diferente, mientras que la miniserie «Mi Reno de Peluche» y Jodie Foster en True Detective: Night Country fueron reconocidas en la categoría de series limitadas.