Las dos películas fecharon su estreno para el próximo 20 de julio y a juzgar por la respuesta del público en las redes sociales, esto va a desencadenar en una batalla por ver cuál de las dos supera el récord de recaudación tras su estreno.
El ilustrador Sean Longmore hizo eco de esta batalla a través de la red social de Twitter, en la que publicó un póster realizado por él mismo donde unificaba ambas películas bajo el título de Barbenheimer (poster que, por cierto, se puede comprar a través de la web de este ilustrador). Una publicación que solo hizo más real lo que todo el público sabe, que se avecina la batalla cinematográfica del año.
Oppenheimer
La película cuenta la historia real de J. Robert Oppenheimer, mejor conocido como ‘el padre de la bomba atómica‘. El científico trabajó al frente del Laboratorio de Los Alamos y del proyecto Manhattan que desembocó, efectivamente, en la invención de la Bomba Atómica. Después de los sucesos que transcurren tras la invención de esta arma de destrucción masiva, a Oppenheimer se le quedó un inmenso cargo de conciencia y pasó el resto de su vida oponiéndose a su propio invento y manifestándose en contra de la que después fue la Bomba de Hidrógeno, mucho más destructiva.
El director de la película, Christopher Nolan, ha querido mostrar el lado bello y terrible de la destrucción de este invento en la película, por lo que algo que resalta enormemente es su falta de uso de CGI (efectos especiales). Ya en la película de Tenet estrelló realmente el avión durante la grabación, así que tampoco es algo que pille de sorpresa. Aunque el director no suele rechazar el uso de la tecnología CGI, hacer las explosiones de Oppenheimer lo más realistas posibles ha sido una decisión tomada puramente desde el enfoque artístico, ya que el director, en conjunto con Andrew Jackson (supervisor de efectos especiales) se dieron cuenta de que las imágenes creadas por ordenador no generaban el mismo impacto narrativo.
Barbie
El argumento que gira en torno a Barbie es simple a primera vista. En el mundo de Barbie todo es perfecto, siempre, nunca baja las escaleras sino que salta de una planta a otra (los movimientos que hacen los niños y niñas al jugar con muñecas, ninguna baja nunca por las escaleras) y sus pies siempre están de puntillas (como las muñecas Barbie reales que tienen el pie así por los zapatos que siempre son de tacón). Pero cuando en mitad de una fiesta Barbie se plantea que es la muerte y cuando sus talones comienzan a tocar el suelo, todo empieza a cambiar y debe embarcarse en un viaje al mundo real en el que le acompañará su fiel compañero Ken.
En esta ocasión el uso del CGI es mucho más evidente, pero si la película de Barbie resalta por algo es por el profundo sentido empoderador que se advierte tras el trailer. El rosa (elemento inequívoco y distintivo de Barbie), al igual que cualquier tipo de elemento que siempre se ha asociado a la feminidad (las voces agudas, la sensibilidad, la extravagancia, etc.), siempre se ha visto algo débil y de lo que cualquiera puede burlarse, algo a lo que la muñeca deberá enfrentarse cuando salga de su mundo perfecto. Barbie es una película diseñada para demostrar que todos estos elementos no son sinónimos de débil o inferior, y que precisamente esta muñeca anima a todas las niñas a que sean lo que quieran ser (médicos, astronautas, bailarinas, princesas, guerreras) siendo siempre ellas mismas y sin importar lo que digan los demás.
Algunos dicen que más que ser el combate del año, cualquiera podría disfrutar de estas dos películas, lo que convertiría a Barbenheimer en una pareja más que en unos rivales.
¿Y tú qué opinas? ¿Cuál de estas dos películas tienes más ganas de ver?