La semana del Festival de Eurovisión ha comenzado en Liverpool, donde los 37 países participantes están ensayando para la gran final que tendrá lugar el sábado 13 de mayo. El Reino Unido, que quedó en segundo lugar el año pasado, es el anfitrión debido a la imposibilidad de celebrar el evento en Ucrania. Además, la votación del público tendrá más peso este año.
Dos semifinales se celebrarán antes de la final, con la primera el martes 9 de mayo y la segunda el jueves 11 de mayo. Ambas se emitirán en directo, y España está automáticamente clasificada para la final como miembro del «big five».
La representante española, Blanca Paloma, es una de las cinco favoritas, aunque sus posibilidades han disminuido ligeramente desde su primer ensayo. La artista ha tenido que modificar su escenografía original debido a problemas técnicos que les impiden realizar el plano cenital planeado para reproducir la Luna. Aunque algunos seguidores españoles del festival han expresado su descontento en las redes sociales, Paloma ha preferido ver el lado positivo de la nueva propuesta. El productor de la canción ‘Eaea’, José Pablo Polo, ha explicado que el plano cenital era icónico, pero que no era posible hacerlo en el escenario principal. En lugar de quejarse, el director creativo ha mostrado su optimismo respecto a la nueva idea de la cámara ‘spider’, que ha enamorado al equipo por su frontalidad y diagonalidad.