La Orquesta Sinfónica Jinghui Guangxuan, la más grande del mundo compuesta exclusivamente por monjes zen, visitará Europa en una gira de dos meses. Del 20 de septiembre al 8 de noviembre de 2024,ofrecerá al público una experiencia musical única de inspiración zen, combinando música, danza y meditación, guiando a los oyentes en un viaje artístico y espiritual en ciudades como París, Viena y Barcelona. Con una interpretación única de piezas clásicas de Oriente y Occidente, esta gira invita al público a un viaje de paz y elevación espiritual.
Una Fusión de Tradición y Modernidad
Fundada en honor a los maestros budistas Jinghui y Guangxuan, la orquesta tiene la misión de transmitir la sabiduría y compasión del Zen a través del lenguaje universal de la música. Con raíces en el Monte Tiantai, cuna de la cultura zen en China, la orquesta fue creada por el maestro Shi Wule, abad del templo Tiantai y discípulo del maestro Jinghui, quien alcanzó la iluminación en los años 90. Tras su despertar, Shi Wule se propuso llevar los principios budistas a la sociedad moderna mediante la música, creando un nuevo concepto de «música zen».
La orquesta ha recorrido ciudades como Hong Kong, Beijing, Nueva York, y Katmandú, y ha sido invitada a actuar en escenarios internacionales como la UNESCO. Durante sus actuaciones, sus miembros combinan práctica meditativa con entrenamiento musical, perfeccionando tanto su espiritualidad como su arte. Sorprendentemente, muchos de los músicos comenzaron a aprender sus instrumentos en la adultez, alcanzando altos estándares de ejecución musical.
Un Concierto que Une Arte y Espiritualidad
La gira incluye un repertorio de piezas clásicas orientales y occidentales, como la Suite Peer Gynt de Grieg, Finlandia de Sibelius, la Suite L’Arlésienne de Bizet y la Obertura Egmont de Beethoven, reinterpretadas con una profunda visión zen. Además de la música, el espectáculo incorpora danza y meditación vocal zen, con rituales tradicionales como los mudras budistas y la danza de los monjes Chan itinerantes, así como versiones corales de piezas como el Ave Verum Corpus de Mozart.
La experiencia culmina en una meditación coral zen, sumergiendo al público en un espacio de pureza sonora, donde la serenidad y la paz interior surgen de la fusión entre el zen y la música.