La escena del rap español se sacude con fuerza tras más de 60 relatos de presuntos abusos que involucran al dúo granadino Ayax y Prok. Las repercusiones ya se hacen notar: la agencia Taste The Floor se desvincula de los artistas y la cancelación de su concierto en el WiZink Center es solo el comienzo de las consecuencias para los hermanos Pedrosa.
La industria de la música urbana en España se enfrenta a una sacudida inesperada con el caso de Ayax y Prok, los hermanos granadinos conocidos por su rap «con conciencia» y su compromiso con causas sociales. Lo que comenzó como una serie de relatos anónimos en la cuenta de Instagram Denuncias Granada se ha convertido en un escándalo de grandes proporciones, afectando no solo la reputación, sino también la carrera profesional de los artistas.
El 1 de noviembre, la agencia de gestión Taste The Floor —reconocida por representar a figuras de la talla de Quevedo y La Zowi— anunció su ruptura con el dúo. “Ante las numerosas y gravísimas acusaciones que han salido a la luz en las últimas semanas, tomamos la decisión de finalizar nuestra relación laboral”, afirmó la agencia en un comunicado. Esta desvinculación implica que la agenda de conciertos de Ayax y Prok queda en suspenso, incluyendo la cancelación de su presentación en el icónico WiZink Center de Madrid, planeada para marzo de 2025.
Desde la aparición de la cuenta Denuncias Granada, que ha recopilado más de 60 testimonios, el debate ha ganado tracción en redes sociales bajo hashtags como #SeAcabóElSilencio y #QueLaVergüenzaCambieDeBando. Aunque algunos critican el anonimato de las denuncias, dos exparejas de Adrián Pedrosa (Prok) han intervenido públicamente para respaldar los relatos. Dulce, conocida en redes como Deliciouspao, y Caneca, otra exnovia, publicaron videos en TikTok reconociendo patrones de comportamiento descritos en los testimonios y sumándose a las voces de apoyo.
La respuesta de Ayax y Prok
En contraste, Ayax y Prok han mantenido una postura de defensa categórica. Los hermanos se han pronunciado públicamente calificando las publicaciones en esa cuenta como “disparates muy grandes”, afirmando ser “personas buenas y comprometidas con todas las causas sociales, sin excepción, desde 2015”. Además, anunciaban que intentarían “encontrar a las personas que hay detrás de todo” y conseguir sentar “un precedente” para que “no se pueda difamar a una persona desde el más absoluto anonimato, sin pruebas y sin presentar denuncia alguna”.
Ayax, quien incluso desactivó temporalmente su cuenta de Instagram, calificó las acusaciones de “caza de brujas” y reiteró la falta de pruebas judiciales. “Todo esto es mentira y una crueldad”, dijo en un video reciente, donde también pidió que no se les tratara como una entidad indivisible: “Yo soy Ayax y mi hermano es Prok, no somos la misma persona. Si una ex habla de mi hermano, habla de mi hermano, yo soy otra persona”, añadiendo: “Estoy con mi hermano a muerte, en todo. Todo lo que se dice de mi hermano también es mentira”.
La narrativa que envuelve a estos artistas plantea preguntas críticas sobre cómo las redes sociales se han convertido en un tribunal de opinión pública y las implicaciones de las acusaciones anónimas en la era digital. Aunque Ayax y Prok buscan revertir el daño y desafiar lo que consideran difamación sin pruebas formales, las pérdidas a nivel profesional y de reputación ya están marcando un antes y un después en su carrera.
Con más de 32.000 seguidores en la cuenta de Denuncias Granada y un flujo constante de nuevos testimonios, la historia sigue en desarrollo. Mientras tanto, la industria de la música y sus seguidores observan con atención, cuestionando hasta dónde puede llegar el impacto de estas acusaciones en un contexto donde la cultura de la cancelación y la lucha por la justicia social parecen encontrarse en un punto álgido.