La reina del pop clausuró su gira ante 1,6 millones de fan en Río de Janeiro.
La famosa cantante estadounidense Madonna convirtió la playa de Copacabana de Río de Janeiro en en la mayor discoteca del mundo. La noche del 4 de mayo fue el día en el que dio su último concierto que cerraría definitivamente su gira mundial Celebration y que acumuló la cifra histórica de un total de 1,5 millones de personas que no pararón de disfrutar el increíble espectáculo de dos horas y media.
El escenario tenia 800 metros cuadros, el doble que el resto de la gira y poseía tres pasarelas que se desprendían del gigantesco escenario. La diva de 65 años de edad ha ofrecido un destilado de su trayectoria, incluyendo escenas, coreografías y los mejores modelitos que quedarán marcados en la historia del pop. Interpretó algunos de sus grandes éxitos más sonados como Like a Virgin, Like a Prayer, Express Yourself o Vogue, entre otros ,dónde pudieron participar en dos de ellos los artistas más actuales del pop brasileño Anitta y Pabllo Vittar.
Pese a la grandes temperaturas, que superaron los 30 ºC, los fans pudieron seguir disfrutando del impresionante show de Madonna gracias no solo a la ayuda de los bomberos que rociaron agua antes del concierto sino también a la distribución de agua potable de forma gratuita.
Hubo más de 3.000 agentes de policía que se desplegaron alrededor de la zona del concierto para gestionar a la multitud, de un manera similar que lo hacen en famosas celebraciones como Nochevieja en la ciudad. El concierto fue histórico para Madonna ya que que nunca tocó para un público tan numeroso ni para Río de Janeiro y que registró una movilización de cerca de 56 millones de euros con un único evento musical. La estrella del pop ha superado la marca que lograron los británicos Rolling Stones en febrero de 2006, cuando atrajeron a 1,5 millones de personas en esta misma playa.
Aunque Madonna haya superado a los Rolling Stones con el concierto más multitudinario de Copacabana, todavía no logrará superar al Guinnes Rod Stewart, que congregó a 3,5 millones de personas en el 1994 en un show que siempre recuerda Brasil como uno de los mayores de todos los tiempos.